Damien Hirst quema miles de sus obras, valuadas en 11,4 millones de dólares
Como parte de su proyecto “The Currency”, el artista británico vendió 10.000 obras de puntos multicolores; los compradores debían elegir entre quedarse con la pieza original o convertirlo en NFT
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En una especie de parrilla, instalada en su galería de Londres, el controvertido artista británico Damien Hirst empezó a concretar un nuevo proyecto: la quema de miles de piezas propias realizadas en formato físico para convertirlas en obras digitales, conocidas como NFT.
Creador de obras famosas por su excentricidad y por la polémica que despiertan, como un tiburón sumergido en formol, el cráneo humano cubierto de diamantes o una serie de esculturas de fetos gigantes en Medio Oriente, Hirst bautizó este proyecto The Currency (La moneda), ya que está centrado en el arte como mercancía.
En julio pasado, Hirst, rey del marketing, que además está considerado el artista vivo más rico de su país, había anunciado la destrucción de parte de un lote de diez mil pinturas realizadas en 2016 para convertirlas al formato NFT. Cada una de las obras fue vendida por US$2.400 y los compradores debían decidir si preferían la pieza física o el NFT. “El coleccionista no puede quedarse con ambos. Este intercambio es un proceso unidireccional, así que elija con cuidado”, había advertido a los interesados.
Creadas a mano con pintura de esmalte sobre papel, también hecho a mano, las obras fueron numeradas, tituladas, selladas y firmadas por el artista en la parte posterior. Las características de autenticidad adicionales incluyen una marca de agua, un micropunto y un holograma que contiene un retrato del artista. Ningún color se repite dos veces en ninguna de las obras.
De las diez mil piezas vendidas, unos 5.149 compraron eligieron mantener la obra física, mientras que 4.851 optaron por los NFT, según datos de la Newport Street Gallery de Londres.
La acción de la quema, que bien podría ser una performance artística, fue transmitida desde su galería, en coincidencia con la realización de Frieze, la principal feria de arte de Gran Bretaña. Hirst y sus asistentes, vestidos con trajes ignífugos, usaron tenazas para meter las obras en varias chimeneas distribuidas por la galería.
“Mucha gente piensa que estoy quemando millones de dólares en arte, pero no es así. Estoy completando la transformación de estas obras de arte físicas en NFT, quemando las versiones físicas”, escribió el artista en su cuenta de Instagram. “El valor del arte digital o físico, que es difícil de definir en el mejor de los casos, no se perderá, se transferirá a la NFT tan pronto como se quemen”. Cuando se le preguntó cómo se sentía al estar quemando sus propias obras, Hirst dijo: “Me siento bien, mejor de lo que esperaba”.