Cura para el estrés: visitar museos, recetan médicos en Bélgica y Canadá
En Bruselas prescriben ese tratamiento, inspirado en un programa similar impulsado desde 2018 por el Museo de Bellas Artes de Montreal; afirman que “el arte puede ser beneficioso para la salud, tanto mental como física”
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Diagnóstico: estrés. Tratamiento: visitar museos. Eso se recetará por tres meses a pacientes del hospital Brugmann, uno de los más grandes Bruselas, donde un nuevo programa piloto contempla visitas gratuitas a cinco instituciones públicas de la capital belga.
“Se ha demostrado que el arte puede ser beneficioso para la salud, tanto mental como física”, declaró al periódico belga L’Echo Delphine Houba, responsable de Cultura en Bruselas. Agregó que se había inspirado en un plan impulsado en 2018 por el Museo de Bellas Artes de Montreal y la asociación Médicos francófonos de Canadá, donde “cualquier médico puede emitir hasta 50 recetas por año a pacientes para quienes las visitas a los museos son beneficiosas”.
“A fines de 2021 elaboraremos un informe –adelantó, en la entrevista publicada días atrás-. Se nutrirá tanto del seguimiento académico encomendado a memorandos y estudiantes de doctorado, como de la retroalimentación de los equipos médicos y culturales sobre su experiencia vivida. La crisis del Covid, que acentúa el estrés, el agotamiento y otras patologías, ha confirmado la relevancia del proyecto”.
En principio participarán las instituciones financiadas con fondos públicos que Houba tiene a su cargo: el Museo de la Ciudad de Bruselas, el Museo de la Moda y el Encaje, el Museo del Alcantarillado, el Garderobe Manneken-Pis y el Museo Centrale de arte contemporáneo. “Estoy convencida de la capacidad de todos los museos belgas para impulsar su solidaridad con los públicos vulnerables, a fin de brindarles acceso y apoyo gratuitos –agregó-. Pero la decisión depende de ellos, basándose en los resultados de nuestra experiencia piloto. También estoy interesada en fortalecer un tercer aspecto de mi política de salud, que son las intervenciones artísticas para los pacientes que residen en entornos de atención”.
En tanto, el Museo de Bellas Artes de Montreal (MMFA) señala en su sitio web que la iniciativa, a la que define como “primera de su tipo en el mundo”, “ahora se ofrece en modo virtual para los profesionales de la salud. La receta del museo para cuidadores reúne contenidos digitales del museo con miras al bienestar a través del arte, después de un año particularmente difícil”.
Según The Guardian, en Gran Bretaña se impulsaron iniciativas similares “para aliviar el sufrimiento de las personas con demencia”. “Un informe de un grupo parlamentario de todos los partidos recomendó en 2017 que los fideicomisos del NHS [Servicio Nacional de Salud] deberían incorporar las artes sobre la prescripción en sus planes y que los médicos deberían ser educados sobre la evidencia de sus beneficios”.
Y en la Argentina la directora del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Victoria Noorthoorn, había compartido el año pasado con LA NACION una reflexión en el mismo sentido: “Luego del dolor vivido ante la enfermedad o el encierro, la posibilidad de estar en espacios amplios y bellos, en contacto con obras plenas de fuerza y de vida propia, será sanador –dijo en mayo de 2020, cuando los museos aún permanecían cerrados por la cuarentena-. Creo que el público necesitará descansar después de tanta tensión, llenarse de energía “.