Coronavirus y cultura: lo que la pandemia se llevó según una encuesta nacional
Los resultados de una nueva encuesta del Sistema de Información Cultural de la Argentina (Sinca) revelan que tres meses de cuarentena en la región del AMBA (ciudad y provincia de Buenos Aires), donde se concentra la mayor parte del sector cultural local, no han sido inocuos. Más de 13.000 personas entre 19 y 49 años y 2200 responsables de organizaciones culturales respondieron las preguntas del Sinca acerca de las problemáticas principales del sector y las repercusiones sociales y económicas del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) provocadas por la pandemia de Covid-19. En este último grupo se incluyen empresas comerciales productoras de bienes y servicios culturales, cooperativas de trabajo, organizaciones comunitarias y espacios culturales como salas de teatro, centros culturales, museos, librerías, galerías de arte y salas de proyección.
Julia Houllé, a cargo de la coordinación general del proyecto junto con Mariana Kunst, revela que a los dos días de haber difundido el formulario ya contaban con más de 7000 respuestas. "Los objetivos fueron, por un lado, caracterizar a quienes forman parte del campo cultural para comprender sus dinámicas y problemas más recurrentes -dice a LA NACION-. Por otro, obtener información de referencia sobre aquellos perfiles más vulnerados en el contexto específico del Covid-19". Para las autoridades del Ministerio de Cultura de la Nación, los efectos de la pandemia sobre el sector cultural se hicieron evidentes incluso antes del decreto de aislamiento obligatorio. "Las primeras medidas restrictivas llevaron a suspender funciones de teatro, cines, museos -agrega Houllé-. En este sentido, es innegable que es uno de los sectores más afectados y que será de los que tarden más en recuperarse".
A partir de mediados de marzo, el 38% de los consultados debió cancelar las actividades previstas y poco más de la mitad intentó adaptar su trabajo a la modalidad virtual. Respecto de las organizaciones, un 32% se atrasó en el pago de servicios o no pudo hacerlo, un 30% se atrasó en el pago de sueldos o no pudo hacerlo, y a un 28% le ocurrió lo mismo respecto del pago a proveedores. Un 42% de estas organizaciones culturales llevó a cabo actividades en formato virtual.
Un sector con defensas bajas
La emergencia del virus determinó la cancelación de la 46ª edición de uno de los acontecimientos culturales más importantes del país, la Feria internacional del Libro de Buenos Aires, lo que provocó un efecto dominó en las editoriales locales, que suelen presentar en ese ámbito varias novedades. Muchos sellos recortaron planes de publicación en un promedio del 30% y, con librerías e imprentas cerradas por más de dos meses, se lanzaron pocas novedades al mercado en abril, mayo y junio. Según editores y libreros, la venta online aún "no mueve la aguja". El reciente informe de la Cámara Argentina del Libro confirma que la producción de libros en 2020 será peor a la de 2002, cuando se publicaron treinta millones de ejemplares. Para este año, con viento a favor, se espera alcanzar los veinticinco millones.
Antes de la Feria del Libro, el Festival LEER (Literatura en el Río), de San Isidro, fue el primero de los actos presenciales en darse de baja a causa del coronavirus. El Filba Nacional, que iba a realizarse en forma presencial en Rosario a fines de abril, adoptó la modalidad virtual. Los responsables del Filba Internacional, que tendría lugar en la ciudad de Buenos Aires entre el 23 y el 27 de septiembre, así como también los de la Feria de Editores (prevista para los primeros días de agosto), anticiparon que este año optarán por desarrollar actividades en forma remota. El "Mes de las Letras", que se lleva a cabo en mayo en Tucumán, corrió la misma suerte. La Fundación El Libro, que tampoco pudo llevar a cabo la Feria del Libro de Rosario, anticipó que trabaja en pasar a modo virtual la Feria del Libro Infantil y Juvenil durante las vacaciones de invierno. Y en Córdoba, la Feria del Libro está aplazada por "emergencia sanitaria". Otros eventos de gran convocatoria, como la 29ª edición de arteBA y el 22º capítulo del festival de cine independiente de Buenos Aires (Bafici), debieron ser cancelados, así como también inauguraciones de muestras en salas de museos y galerías.
"Cuando se analiza el impacto del Covid-19, se estima que la crisis tendrá un mayor impacto en aquellos sectores cuya actividad implican la presencia de público y entre quienes trabajan de manera informal e independiente", sintetiza Houllé, y agrega que la encuesta da visibilidad a ciertos perfiles que de otra forma no aparecerían. "Es el caso de quienes trabajan de manera independiente sin percibir ingresos estables o de quienes se dedican a la formación artística o cultural como actividad principal, y lo hacen de manera autónoma". El 73% de las personas encuestadas trabaja de manera independiente.
Y el ASPO golpea con mayor fuerza los proyectos independientes. Espacios culturales del AMBA y salas del circuito teatral alternativo porteño cerraron sus puertas, a la espera de un apoyo por parte de los gobiernos de ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires y Nación que, como el Godot beckettiano, o bien no llegó, o bien tardó en implementarse. Según la encuesta del Sinca, que tiene como primer corte el 27 de abril, menos de un 20% de gestores y artistas habían solicitado subsidios y apoyo estatal o privado. Cabe señalar que el Fondo Nacional de las Artes (FNA) lanzó la convocatoria de las Becas Sostener (de $20.000) el 5 de mayo. Si bien el monto de dinero fue descrito por artistas y creadores como insuficiente, la convocatoria superó las expectativas del organismo.
Paso a la virtualidad
Mientras muchas instituciones culturales públicas y privadas "reciclaban" contenidos audiovisuales para compartir por Internet, unas pocas se abocaron a la producción de nuevos contenidos. Entre estas se destacan el Centro Cultural Kirchner y la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM), que convocaron a escritores, ilustradores, historiadores, activistas y cronistas para diversos proyectos, como Pensamiento Ya!, del CCK, y los ciclos audiovisuales de la BNMM y el Museo del Libro y de la Lengua.
"El paso a la virtualidad aparece en la encuesta como una de las principales estrategias para hacerle frente a la pandemia -señala Huollé-. Sin embargo, también la encuesta da cuenta de quienes expresan que dicha transformación solo es posible parcialmente o que directamente no es factible". Por ese motivo, el Ministerio de Cultura de la Nación intenta responder a las particularidades de cada área. "Hay que acompañar a aquellos casos que están comenzando a explorar la virtualidad para que potencien sus producciones culturales, pero también dar respuestas a quienes no pueden realizar su actividad virtualmente".
El formato de la encuesta nacional del Sinca se puso disposición de provincias y municipios para que gobernadores e intendentes puedan generar informes propios. Actualmente, se está trabajando en colaboración con los gobiernos provinciales y municipales para ampliar el universo de las regiones.
El informe completo se puede leer en este enlace .
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