El thriller en torno a las obras robadas de Antonio Berni aún no da respuestas sobre las motivaciones del espectacular golpe. Más allá de que las obras han sido denunciadas y están publicadas en la página de Interpol, lo que haría difícil su comercialización, su presencia fuera de la colección de la familia Berni o de alguna institución permite especular sobre cuál es el valor que el maestro rosarino tiene en la actualidad. ¿Vale tanto Berni como para haberse arriesgado así en una escaramuza con armas largas? Las respuestas hay que buscarlas en el mercado del arte donde alguna vez Berni pasó la barrera del millón de dólares con la venta privada de su obra Desocupados (1934) a través de la galería Ruth Benzacar. Pero eso fue hace veinte años y las cosas cambiaron bastante desde entonces.
Los 90 marcaron el apogeo de Berni en las subastas internacionales. El 25 de noviembre de 1997 Amalia Lacroze de Fortabat pagó 715 mil dólares en Sotheby’s New York para quedarse con el assemblage Ramona espera (1962). Fue el primer puesto en la pole position de Berni en las ventas públicas. Es en ese mismo período que Eduardo Costantini adquirió para el Malba el acrílico Chelsea Hotel (1977) en 442.500 dólares. Esas cifras no se repitieron desde entonces. En noviembre de 2013 la galería Sur, que siempre lleva obras premium de Berni a ArteBA , ubicó "Los Emigrantes", una pintura de grandes dimensiones de los años 50, en el remate de arte latinoamericano de Sotheby’s. La base se calculó entre 800 mil y 1 millón doscientos mil dólares y no se vendió. Sin embargo, en ese mismo período, el Museo de Bellas Artes de Houston puso otro millón para quedarse con "Juanito va a la ciudad", un enorme collage que pertenecía la colección Helft.
En la casa de subastas Roldán dicen que Berni sigue siendo junto a Pettoruti el artista más caro en ventas públicas. "Aunque en los últimos seis o siete años ha tenido pocos valores buenos", sostiene Nahuel Ortiz Vidal. Los períodos más buscados son las obras inspiradas por el surrealismo en los años 30 y las series de los 60. Para Ortiz Vidal el hecho de que Berni haya sido un artista tan prolífico conspira contra su posición en el mercado. "Eso hace que mientras se intenta posicionar una obra en la franja premium se estén subastando dibujos que hacía para colaborar con el Partido Comunista en mil dólares". En Roldán dice que incluso ha perdido terreno frente a otros artistas como Jorge De la Vega. "Para una obra importante de Berni quizás tenga dos clientes mientras que para De la Vega hay diez esperando". La obra más cara de Berni que vendieron en una subasta pública en el último tiempo fue "La fábrica", un collage de los 60 que salió en 130 mil dólares.
El economista y analista en mercado internacional del arte Claudio Golonbek señala que "Berni era una figura destacada del mercado latinoamericano hasta el 2000. Su brecha de precio respecto a las figuras más destacadas existía pero no era descomunal como ahora. Hoy Diego Rivera vale casi 10 millones; Frida Kahlo 8; Félix González Torres 7,7; Botero 2,5; Lygia Clark 2,4; Torres García 2,1; Soto 1,4. El máximo valor para una venta pública ha sido para Pettoruti en 794.500. Ninguna pieza argentina ha superado el millón". El precio más alto que alcanzó Berni en los últimos diez años fue para Ramona y la adivina (1976) que Christie’s vendió en 241.000 dólares. Cristina Carslile representante de la casa de subastas en Buenos Aires cree que la caída de los precios se debe en parte a que no volvieron a salir obras tan importantes como en los 90. Reconoce que las piezas más solicitadas son los Juanitos y Ramonas, sobre todo después de la muestra que Malba y el Museo de Houston organizaron en conjunto, mientras que otro cuerpo de obra como los retratos tienen menos mercado. Es una paradoja de la biografía del artista. En vida, Berni se sostenía con la venta de sus retratos mientras que sus obras más jugadas a nivel estético tuvieron que esperar más de diez años después de su muerte para empezar a circular entre los coleccionistas.
Golonbek ve el caso Berni dentro de un problema estructural del arte argentino en el mercado internacional. Su investigación se centra en una franja que tiene el valor de 250 mil dólares como referencia y en subastas públicas en Estados Unidos, Europa, México, Brasil y China-Hong Kong. "El retroceso de Argentina es gigantesco en este segmento. De más de 2.000 obras vendidas a un valor mínimo de 250.000 dólares solo hay 40 piezas de artistas argentinos o sea el 2%. México tiene 530, Colombia 435, Brasil 270, Venezuela 235, Cuba 230, Chile 175 y Uruguay 80". Entre enero de 2000 y junio de 2018, sigue Golonbek, se vendieron 180 piezas de arte latinoamericano por encima del millón de dólares y ninguna fue de un artista argentino. "En los últimos diez años el mercado internacional premium de arte experimentó un avance descomunal. El sistema latinoamericano le corre de atrás pero mantiene un presencia. En este proceso Argentina como sistema de mercado se desvaneció. Es en este contexto, condiciones y situación que la valorización y construcción de valor simbólico de Berni dejó de importar en el mercado, obviamente no en la curaduría", cierra. Es en este mismo contexto que las obras siguen sin aparecer.