Cruzar las fronteras
Un mundo en conexión permanente se refleja en las obras realizadas por 16 artistas de siete países que exponen en dos sedes del Cceba, como parte del proyecto Of Bridges & Borders
Las camas están deshechas. Sobre el piso, botellas de champagne vacías. Algo parece haber ocurrido en este cuarto en penumbras, en este búnker en el que ahora me encuentro con Frédérick Post. "Las botellas son una señal de que alguien estuvo aquí, pero no se sabe para qué se abrieron -dice el artista suizo-. Quizá la gente celebró el fin de la guerra... o desapareció."
Ese clima ambiguo es la esencia de su instalación Esperando las bombas, montada en la sede San Telmo del Centro Cultural de España en Buenos Aires (Cceba). La tensión alcanza su clímax los fines de semana, con situaciones que evocan el hundimiento del Titanic o escenas de la película Underground, de Kusturica, cuando los visitantes pueden recostarse sobre las camas y tomar champagne mientras escuchan un concierto de música en vivo. Y sentir de qué manera la desesperación por un futuro incierto cede ante la abundancia del presente absoluto.
"Me gusta el vínculo que tiene esta muestra con el sonido", observa el artista y curador Sigismond de Vajay. La exposición que aloja el Cceba en sus dos sedes forma parte de su megaproyecto Of Bridges & Borders, nacido en forma de libro en 2009. Desde entonces, cruzó fronteras en varios sentidos, con acciones de todo tipo en 20 ciudades de 13 países (ver aparte).
En este "tercer capítulo" argentino, y sin que el curador se lo haya propuesto, el sonido funciona como un puente universal que conecta varias de las instalaciones realizadas por 16 artistas de siete países: desde las partituras que instaló el mexicano Carlos Amorales en la fachada de Balcarce 1150, que fueron intepretadas por cantantes profesionales en la inauguración de la muestra, hasta las gotas que se convierten en mantras al caer sobre los diarios apilados por el peruano Ishmael Randall Weeks.
"Su efecto rítmico te hace tomar conciencia del paso del tiempo, detenerte para observarlo", señala el artista, cuya obra suele centrarse en la incertidumbre, el cambio constante y la erosión del paisaje. Aquí puede verse cómo crecen pequeñas plantas en medio del título que hace apenas unas horas anunciaba una noticia dramática, o cómo el agua, con su constancia implacable, perforó como una bala el ojo de Barack Obama.
Igual de sutil pero más inquietante es el chispazo que hace la obra de la mexicana Marcela Armas cuando alguien se acerca. Es un cable que recrea la línea divisoria entre su país y Estados Unidos, con sensores que lo ponen al rojo vivo. También el video del español Santiago Sierra se centra en esta frontera, una de las más "calientes" del mundo.
Como un símbolo de que los cruces enriquecen, los ruidos invasivos de ciertas obras potencian otras. Sobre todo en el búnker de Post, cuando se oyen gritos en árabe provenientes del video de Hassan Khan o el explosivo impacto de las paredes al caer en el de Peter Garfield.
Si las certezas hicieran ruido al caer, sonarían como ese derrumbe en la obra de Garfield. El intrigante mundo onírico que creó durante ocho años este estadounidense obsesivo recuerda la película Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, con sus persecusiones y la desesperada necesidad de encontrar un refugio, una verdad. "No sabemos dónde estamos viviendo, si la realidad es interna o externa; hay una relación entre ambas", sostiene el artista, que concibió este excepcional trabajo como una "caja china": dentro de una realidad aparente hay otra, y dentro de ésa otra, y así hasta el infinito.
Sin fin gira también la bola de la ruleta instalada por Eduardo Basualdo, cuya participación se completa con otras dos obras: un sable que gira sobre sí mismo a gran velocidad y un semáforo que sólo enciende luces amarillas, en alerta permanente. Aquí, una vez más, están presentes las fronteras. "Ya sea por la luz, el movimiento o el sonido -dice De Vajay-, en sus obras hay una tensión que te hace pensar: ‘¿Me arriesgo o no me arriesgo?’"
EN MUTACION
El proyecto Of Bridges & Borders ( www.ofbridgesandborders.com ) tuvo su primer capítulo en la Argentina a principios de este año, en Fundación Proa. La muestra reunió, entre otras, obras de Thomas Hirschhorn y Lang/Baumann, el dúo de artistas suizos que luego intervino el puente que une la Facultad de Derecho de la UBA con el Museo Nacional de Bellas Artes. Fronteras en mutación presenta hasta el 3 de julio obras de 15 artistas en la sede del Cceba de Balcarce 1150, y En tránsito, una instalación con fotografías de Jorge Miño en la sede de Paraná 1159, hasta el 25 de junio. Las próximas fases del proyecto se realizarán en el puente de La Boca y en el Mamba.