Crece la tensión en San Luis por el conflicto docente
Hoy se cumple un mes sin clases; el gobierno provincial endurece su reacción ante el paro
SAN LUIS.- Se cumple hoy un mes de la huelga docente que impide aún el inicio del ciclo lectivo 2010 en San Luis, en un conflicto que, lejos de las soluciones, aumenta en tensión cada día.
Ayer, el gobierno provincial endureció aún más su postura: sumarió a los tres docentes que permanecen encadenados en las puertas del palacio de gobierno local, los suspendió por 90 días y anunció que los maestros adheridos a la huelga no cobrarán sus haberes los últimos días del mes, sino sólo el 5 de mayo.
La Casa de Gobierno amaneció ayer totalmente vallada y con un fuerte control policial. Desde temprano, se reunieron allí los docentes y por la tarde, la plaza Independencia se pobló de carpas en respuesta a la nueva sanción del gobierno provincial. Tres docentes se sumaron a los encadenados y aparecieron pintadas en la Casa de Gobierno contra el gobernador, Alberto Rodríguez Saá -"Menos pirámides, más educación"; "Menos carnaval, más educación"-. Dos grupos de padres anunciaron que hoy harán una clase pública en apoyo de los maestros. Al cierre de esta edición, una orden de desalojar la zona sumaba tensión.
Desencuentros
En esta historia de desencuentros que ya lleva un mes, el gobierno provincial insiste en sostener que las clases se normalizan en San Luis y que la adhesión al paro fue ayer del 53%, mientras sus funcionarios promocionan los beneficios de su programa San Luis Digital, que reparte computadoras y asegura conectividad. Ayer, la provincia acusó al gobierno nacional de "actuar de mala fe" y "no colaborar para hacer efectivo el compromiso de dar 180 días de clases".
Pocos docentes regresaron a las aulas -en las que estudian unos 114.000 alumnos-, acorralados por sueldos "podados" y "mal liquidados" y con la sensación de que "a este gobernador sólo le interesa la imagen que brinda hacia fuera de la provincia y no la educación de su pueblo", según dijo a LA NACION uno de los manifestantes. Pero el regreso, acotado a sólo algunos grados por escuela, no significa que los alumnos comiencen a desarrollar el programa. Reciben algunas clases -música y religión, por ejemplo- y en la mayoría de las aulas no están los titulares, sino suplentes convocados para justificar, en el caso algunos privados, el pago de las cuotas.
Los docentes reclamaron un básico de $ 1100 en lugar de los $ 715 que perciben y el pago del doble cargo, a lo que el gobierno provincial respondió ofreciendo aumento del 10% en marzo y el 5% en octubre, el incremento de las asignaciones familiares a $ 180, en lugar de los $ 40 que reciben, y el pago del incentivo docente. Los maestros lo consideraron insuficiente.
Tras intimar dos veces a los gremios a deponer la medida, el gobierno provincial terminó de ofuscar los ánimos el jueves pasado. En un encendido discurso contra el sector, Rodríguez Saá anunció un sistema educativo digital paralelo que asegurará 180 días de clases, lo que fue calificado por los maestros como "un golpe de Estado a la educación pública".
CICLO IRREGULAR EN OTRAS PROVINCIAS
- San Luis no es la única provincia con docentes en conflicto. Ayer, en Neuquén se cumplió la segunda jornada de un paro de 72 horas, medida que los maestros mantienen periódicamente desde el comienzo del ciclo lectivo, el 22 de febrero. En Misiones se realizó ayer el sexto paro del año, por 24 horas, con asistencia a las escuelas pero sin atención a los alumnos. Y en Tierra del Fuego, que inició las clases el martes 30 de marzo, tras casi un mes de conflicto, los docentes anunciaron su intención de retomar hoy la medida de fuerza si no obtienen respuestas a sus reclamos, tras una tregua de 7 días impulsada por el gobierno nacional.
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