Costantini abre su colección privada
El empresario exhibirá 220 obras, cuya valuación supera largamente los 50 millones de dólares
"Ver los cuadros en el museo es algo así como cuando un hijo se casa y se va a vivir sólo. La colección tiene techo propio", dice Eduardo Costantini, mientras toma una coca light sentado en su despacho del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), que abrirá sus puertas al público el viernes próximo.
Nadie diría que el empresario y coleccionista ha librado una dura y larga batalla con los vecinos para levantar un edificio en el que lleva invertidos más de 25 millones de dólares, sin contar los cuadros.
Tampoco diría nadie que la colección que cuelga de las paredes de San Martín de Tours y Figueroa Alcorta comenzó a formarse recien a mediados de los años ochenta, cuando Costantini decidió que el destino final de su pinacoteca sería público.
Ahora sólo faltan los detalles. Todo debe estar listo para el jueves cuando el presidente Fernando de la Rúa corte la cinta inaugural del primer edificio de Buenos Aires construido para museo.
Tecnología de punta, mármoles importados, luces italianas, son algunas de las razones que elevaron los costos del metro cuadrado a 3000 dólares. Según admite Costantini, casi cuatro veces más que el costo del metro de las torres gemelas de Consultatio, su bunker financiero de Leandro Alem. Enamorado de sus cuadros, no se olvida de los números: el valor aproximado de las 220 obras supera cómodamente los 50 millones de dólares.
Nace un museo
El Malba impresiona como un continente excepcional para una colección que comenzó su vida pública en 1996, con una muestra itinerante inaugurada en el MNBA. "Después de eso, ya no podía volver atrás; pero me faltaba un lugar para exponerla. En los museos no había espacio y yo tampoco tenía apuro", admite en tiempo pasado.
Costantini, que en los años 70 vendía chalecos tejidos por la avenida Santa Fe a bordo de un Citroen, comenzó a coleccionar arte en la década del 80, luego de un par de inspiradas maniobras de ingeniería financiera. Una de ellas benefició al frigorífico de su hermano Rodolfo, con quien mantiene una relación de baja temperatura.
En la génesis de la colección, un papel decisivo jugó Ricardo Esteves. Coleccionista y ex director de Bunge & Born, Esteves impuso un sesgo cultural a su actual gestión en el Banco Velox, de los Peirano, y mantiene buenas relaciones con el presidente mexicano Fox.
-¿Se puede armar una colección "de museo"?
-Tuve un par de golpes de suerte. La dispersión de la colección Lowenstein me permitió tener más de 20 obras de Xul Solar, y compré dos obras capitales -un Rivera abstracto del año 15 y una composición blanca de Torres García- a un gran coleccionista español de apellido Arango.(N. de la R. Se trata de Plácido Arango, que hizo fortuna con la cadena de restaurantes Vips y es considerado uno de los coleccionistas más fuertes de España).
-Daría la impresión que las piezas fueron buscadas como perlas.
-Lo fueron, hay algunos cuadros antológicos, como "Manifestación", de Berni; "Fiesta de San Juan", de Portinari o "Abaporu" , de Tarsila do amaral
-¿Existe una línea, una intención en la colección?
-No se trata de una colección abarcadora de toda la producción latinoamericana del siglo XX. Es fuerte en arte constructivo, con Torres, Batlle Planas, Arden Quin, Oiticica, Lygia Clark, entre otros. Un museo es algo vivo, la colección se irá enriqueciendo con el tiempo. Ahora hablamos de la Colección Costantini, pero ya es la colección de todos. Nadie sabe hoy que el MoMA comenzó en un departamento de los Rockefeller.
-¿La colección inaugural tiene obras de otras procedencias?
-Sí, estarán los cuadros de María Luisa Bemberg, el legado que dejó al MNBA y que no se exhibe por falta de lugar, y obras decisivas como "Liberación", de Raquel Forner, Colección Blaquier; el Pettoruti de Natalia Kohen y las obras que con gran generosidad han prestado Ricardo y Eduardo Grüneisen.
-En estos últimos veinte años sus compras fueron noticia. ¿Fue una estrategia comprar en subastas?
-El primer cuadro que compré en subasta fue "Canción del pueblo", de Pettoruti, en Saráchaga, al día siguiente tenía todos los inspectores en casa. No, no hay estrategia, sólo oportunidades. "Manifestación", un cuadro que fue importantísimo en mi vida, se lo compré al hijo de Berni
-No hay muchos museos en el mundo que surjan de la idea de un sólo hombre y se levanten en menos de dos años. ¿Cómo surgió la idea?
-Me daba vueltas en la cabeza el destino de la colección. Supe que sería la base de un museo cuando apareció este terreno en el 98. Era ideal por su ubicación, que completaba el corredor cultural de Buenos Aires. Levantar el Malba fue una larga batalla con algunos vecinos, pero ahora recibo adhesiones todos los días. El museo será importante para la ciudad. Cumplirá una función didáctica, solidaria, multidisplinaria e interactiva. Hay mucho por hacer... pero primero tenemos que inaugurar.
Ficha técnica
- Los cuadros estrellas de las colección: Autorretrato con loro, de Frida Kahlo Abaporu, de Tarsila de Amaral Manifestación, de Antonio Berni; Mañana verde, de Wifredo Lam, Los desastres del misticismo, de Roberto Matta; Composición , de Torres García y Retrato de Ramón Gómez de la Serna, de Diego de Rivera.
- El precio de la entrada será de 4 pesos. Ubicado en San Martín de Tours y Figueroa Alcorta, abrirá de 12 a 19.30 (sábados y domingos, de 10 a 19). Los miércoles será gratis y se podrá entrar hasta las 21. El museo tiene biblioteca, librería, restaurante y un auditorio donde está previsto un programa de extensión cultural.
Temas
Más leídas de Cultura
Del "pueblo de los mil árboles" a Caballito. Dos encuentros culturales al aire libre hasta la caída del sol
“Me comeré la banana”. Quién es Justin Sun, el coleccionista y "primer ministro" que compró la obra de Maurizio Cattelan
La Bestia Equilátera. Premio Luis Chitarroni. “Que me contaran un cuento me daba ganas de leer, y leer me daba ganas de escribir”