Corte y peinado en el museo Van Gogh: singular protesta con peluqueros y manicuras en Holanda
Es en respuesta a las restricciones que no permiten que funcionen teatros y salas culturales en los Países Bajos
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El sector cultural desafió hoy las restricciones impuestas por el Gobierno de Países Bajos y abrió sus puertas con una singular protesta. Unos setenta teatros, museos y salas de conciertos ofrecieron servicios de peluquería, estética y gimnasia (actividades que sí están habilitadas en pandemia) para reclamar de ese modo contra las restricciones sanitarias que mantienen cerrado las salas desde mediados de diciembre con la propagación de la variante Ómicron.
En cuestión de horas se agotaron las entradas para asistir a varios de estos espacios en diferentes ciudades como Rotterdam, Utrecht, Eindhoven y La Haya, en los que además de arte se ha podido disfrutar de masajes, sesiones de belleza, clases de yoga y otras actividades deportivas.
Decenas de espacios culturales holandeses transformaron sus instalaciones por el día. El Museo Van Gogh, por ejemplo, convirtió una de sus salas en un salón de belleza, con cuatro estilistas que le cortaban el pelo y le pintaban las uñas a sus clientes frente a cuadros icónicos, al tiempo que dos barberos hacían lo propio sobre el escenario del Concertgebouw, la sala de conciertos más importante de Ámsterdam, mientras la orquesta interpretaba la Sinfonía n° 2 de Charles Iver.
Si bien las restricciones fueron levantadas la semana última para los almacenes y las profesiones de contacto -peluquerías, salones de belleza, trabajo sexual-, el sector cultural continúa cerrado. Se trató de “mostrar que una visita al museo es segura y que deben estar abiertos”, dijo a la agencias de noticias AFP la directora del museo Van Gogh, Emilie Gordenker.
Las acciones, que incluyeron cursos de ejercicio físico en el museo Mauritshuis de La Haya, edificio que alberga el famoso cuadro La joven de la perla de Vermeer, se dieron en el marco de las manifestaciones de desobediencia civil en bares y restaurantes de los Países Bajos, en protesta a las estrictas medidas contra el Covid aplicadas por ese gobierno, que se encuentran entre las más estrictas de Europa. Las autoridades han alertado de que las instituciones culturales podrían estar sujetas a posibles sanciones. El municipio de Ámsterdam ha reconocido que si bien el sector de la cultura lo está pasando mal, “las reglas se aplican a todos”.