Córdoba tiene la segunda “sucursal” de la Biblioteca Nacional, que lleva el nombre de Juan Filloy
Ya hay una en Mar del Plata y hasta fin de año se sumarían sedes en Catamarca, Salta y Rosario
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CORDOBA.- La ciudad de Córdoba es a partir de mañana sede de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, después de Mar del Plata, la segunda en sumarse a un programa nacional que apunta a llegar a diferentes puntos del país, tanto en el aspecto “estrictamente bibliotecológico como cultural”, dijo a LA NACION Juan Sasturain, su director. Este año se sumarían también “sucursales” en Salta, Catamarca y Rosario.
La sede cordobesa funciona en el Cabildo, en pleno centro de la ciudad, y lleva el nombre de Juan Filloy. El convenio entre la Biblioteca y la Municipalidad se extiende por 20 años (igual que en Mar del Plata) y apunta a “promover el acceso al patrimonio bibliográfico nacional” y a “poner en valor” la producción editorial cordobesa. Hay un compromiso mutuo de “ampliar experiencias y lazos que multipliquen la promoción de la cultura, desde una mirada plural y participativa para disfrute de toda la comunidad”.
Sasturain subrayó que la intención es que “haya un ida y vuelta” entre las sedes y la Biblioteca en vez de “centralidad porteña” ni un “simple traslado de materiales”. En Mar del Plata, funciona en un centro cultural ubicado en Catamarca y 25 de Mayo -hace años fue una escuela a la que asistió el hoy director de la Biblioteca- y lleva el nombre de Ricardo Piglia.
“Si a fin de año contaremos con cuatro sedes estaremos muy contentos, es un horizonte interesante -describió-. La idea surgió en las postrimerías de la gestión de Horacio González, cuando se empezaron a trasladar muestras y se apuntaba a realizar talleres y cursos de formación. No se llegó a desarrollar y ahora tomó esta forma”.
Fue el propio Sasturain quien propuso el nombre de Juan Filloy: “Es un anómalo, vivió en tres siglos, nació para hacer lo que nadie hace. Su obra tuvo una circulación muy particular; escribió y publicó en forma casi secreta. Tal vez su condición de juez hizo que fuera muy pudoroso y lo que escribía estaba en límite de lo aceptado cuando generó su obra, en los ’30 y ’40”.
El convenio que se firma mañana contempla el desarrollo de servicios bibliotecológicos técnicos (asesoramiento a bibliotecas), además de acciones en torno a la construcción de patrimonio bibliográfico y actividades como charlas, talleres y muestras.
Federico Racca, subsecretario de Cultura de la Municipalidad de Córdoba, apuntó que hay expectativa en que la producción bibliográfica cordobesa y del noroeste quede a disposición de todo el país a través de los diversos canales de la Biblioteca Nacional. “Todo esto se enlaza con la decisión de promover la economía naranja”, sostuvo.
“Desde hace décadas que una institución nacional de la envergadura de la Biblioteca no llegaba a la ciudad capital; es muy importante desde lo simbólico. Será un espacio muy moderno que funcionará en un espacio icónico de Córdoba”, agregó el funcionario. Detalló que se incorporó, aportada por Nación, tecnología de última generación y se diseñaron espacios de coworking, de lectura y de recreación.
Sasturain subrayó que para cada sede lleva tiempo la búsqueda y definición del espacio donde debe alojarse ya que se requiere no sólo de funcionalidad sino de accesibilidad. “Deben ser lugares vivos, donde la gente pueda llegar fácilmente y disfrutarlos”, apuntó.