Convertirán en un centro cultural la cárcel donde Oscar Wilde estuvo encerrado por ser homosexual
El Estado británico vendió por 7 millones de libras la prisión de Reading que encerró por dos años al autor de “El retrato de Dorian Grey” en 1895; artistas como Kate Winslet, Judi Dench y el grafitero anónimo Banksy adherían a este proyecto
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La cárcel donde el dramaturgo Oscar Wilde fue encerrado por homosexualidad, una “aberración” para la sociedad victoriana de fines del siglo XIX, acaba de ser vendida por el Estado británico a una organización benéfica, Ziran, que pagó 7 millones de libras por el lugar. Lo transformará en un centro educativo con un museo y actividades culturales, propuesta alentada por artistas como Stephen Fry, Kate Winslet y Judi Dench.
En 2021, el artista callejero Banksy pintó en una de las paredes del lugar la imagen de un prisionero escapando con una cuerda hecha de sábanas atadas a una máquina de escribir. Y más tarde, se ofreció a apoyar la campaña para crear un centro artístico en el sitio vendiendo la plantilla que había usado para diseñar una parte del mural.
El penal de Reading fue construido en 1844 y de no ser por su recluso ilustre, el autor de El retrato de Dorian Grey, que en 1895 fue condenado a dos años de trabajos forzados, hubiera permanecido en el anonimato. Hasta entonces, Wilde era uno de los escritores y críticos más reputados del Reino Unido. Un prestigio que se sostenía en su solidez intelectual y en su imagen pública de hombre casado y con dos hijos. La estampa familiar, sin embargo, era una fachada que encubría su preferencia por las relaciones afectivas con hombres. La conservadora sociedad de entonces consentía estas prácticas bajo el pacto tácito de que transcurrieran en sigilo.
¿Cómo fue entonces que el creador de La importancia de llamarse Ernesto terminó condenado y encarcelado por el “delito” de manifestar su sexualidad? El escándalo se desató con una denuncia del marqués de Queensberry, padre de su amante, Alfred Douglas, quien lo acusó públicamente de “sodomía”. Wilde decidió contraatacar y denunció a Queensberry por difamación, aunque las revelaciones en el juicio se volvieron en su contra. “El amor que no se atreve a decir su nombre, y a cuenta del cual estoy aquí hoy, es precioso, está bien, es una de las formas más nobles de afecto que existen”, alegó el dramaturgo, autor del famoso poema La Balada de la cárcel de Reading.
La permanencia en esta cárcel, a 65 kilómetros de Londres, fue un período muy duro que afectó la salud de Wilde. Cuando salió de prisión, se exilió en Francia y se reencontró con Alfred en Nápoles en 1897, pero sólo estuvieron juntos tres meses. Su esposa le prohibió visitar a sus dos hijos, a los que no volvió a ver. Muchos amigos lo abandonaron, hartos de sus constantes peticiones de dinero y avergonzados por cómo se mostraba en las calles de París con decenas de jóvenes amantes. El daño, sin embargo, iba más allá de lo psicológico. Una infección en el oído que se había lesionado en prisión y que le habían tratado con negligencia probablemente derivó en la meningitis que acabó con su vida en el exilio, el 30 de noviembre de 1900.
La cárcel de Reading cerró formalmente en enero de 2014 y ha estado vacía desde entonces. Sin embargo, en 2016 sus celdas acogieron una muestra titulada Inside: Artists and Writers in Reading Prison, integrada por obras de una treintena de artistas y escritores como Patti Smith, Colm Tóibín y Ai Weiwei que ofrecieron tanto un homenaje a Wilde como una reflexión sobre la experiencia de la reclusión y el aislamiento.
En los últimos años, distintas celebridades como Stephen Fry, Kate Winslet y Judi Dench llevaron adelante una campaña para convertir el edificio en un centro comunitario y artístico, una iniciativa que está a punto de cristalizarse con la venta del predio a Ziran, una organización benéfica educativa con vínculos con China.
La noticia de la venta del espacio fue confirmada por el Ministerio de Justicia, quien confirmó que se vendió a una fundación educativa sin fines de lucro por 7 millones de libras.Al respecto Merlin Holland, nieto y biógrafo de Oscar Wilde, dijo que su abuelo estaría “absolutamente encantado de que su estancia en la cárcel tuviera alguna influencia en la decisión del Ministerio de Justicia”. “Creo que convertirla (la cárcel de Reading) en un centro educativo y un museo es absolutamente maravilloso y creo que él lo aprobaría”, dijo.
Con información de Télam