Conquistas técnicas
Dos investigadores presentan una completa historia nacional de la tecnología, que se remonta a cuando Argentina no era aún un país integrado
Esta historia de la tecnología en la Argentina hace un minucioso recorrido por las etapas del desarrollo técnico en nuestro país. Los autores se propusieron descubrir el hiato entre el desarrollo tecnológico, principalmente a cargo del Estado, y la escasa participación de la esfera privada en ese desarrollo. Y lo hicieron desde su mirada particular de tecnólogos, al enfocar la historia de la Argentina desde antes de que fuera un país integrado.
En principio, Buch y Solivérez definen su concepto de tecnología en sentido amplio, incluyendo lo que otros autores también llaman técnicas, es decir, maneras de hacer las cosas anteriores al desarrollo científico. Así, fijan la primera revolución tecnológica en el paso del Paleolítico al Neolítico, cuando se domesticaron especies animales, lo que culminó con el nacimiento de las primeras civilizaciones. Al acercarse al presente, los autores discuten la cuestión de países desarrollados y subdesarrollados vinculándola con los estilos tecnológicos de las diversas regiones, para abordar luego los profundos cambios que la globalización produjo en el balance de las naciones, con un fenomenal crecimiento de China en términos tecnológicos y productivos.
La obra está estructurada en forma estrictamente cronológica y comienza con las características de las poblaciones indígenas del territorio y su diversidad; de allí el título del libro: De los quipus a los satélites . El texto excede ampliamente las cuestiones tecnológicas para referirse también a asuntos como la estructura social, las condiciones ecológicas en que vivían los distintos pueblos aborígenes y sus falencias. El capítulo siguiente incursiona en la cultura de los conquistadores, con una descripción amplia de las principales industrias de la península ibérica, entre las que destacaban la construcción de barcos, la producción de vinos y aceites y la fundición de hierro. Buch y Solivérez destacan los factores tecnológicos que hicieron posible la conquista de estas tierras: el dominio de la navegación, las armas de acero y de fuego y el uso del caballo.
El período colonial merece un largo desarrollo que pone fin a una parte del libro. Allí se destacan las condiciones que permitieron afirmarse a los españoles en esta región hasta que los movimientos independentistas del siglo XIX los expulsaron. El inicio de la Argentina como país se caracterizó por la lucha entre producción autóctona y productos importados. Más adelante, la obra dedica especial atención a la tenencia de la tierra y sus consecuencias sociales, políticas y tecnológicas. Los autores observan que la agricultura, contra lo que suele creerse, ocupó un papel importante en el desarrollo argentino.
El gran salto que dio la Argentina con los ferrocarriles, los frigoríficos, el telégrafo y la navegación a vapor es descripto por los autores como una verdadera "revolución tecnológica". El capítulo siguiente pone la lupa sobre la ciudad de Buenos Aires en el Centenario, cuando se convirtió en una urbe pujante cuya contraparte eran las condiciones de vida precarias de parte de sus habitantes. A continuación, abordan el período peronista con sus contrastes: persecución de científicos y, al mismo tiempo, auge de la técnica (creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica, por ejemplo). Buch y Solivérez cierran el libro con un capítulo acerca del Estado como propulsor de la ciencia y la tecnología, que dio como resultado, entre otros muchos, la capacidad argentina de fabricar satélites.
De los quipus a los satélites