Con una “parábola desafiante”, María Sonia Cristoff ganó el premio de novela Sara Gallardo
Fue elegida por “Derroche”, una historia “ágil que se densifica, cambia la cualidad de su tiempo narrativo y llega como un canto compasivo y valeroso”, consideró el jurado; recibirá un millón de pesos
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Una “novela ágil que se densifica, cambia la cualidad de su tempo narrativo y llega como un canto compasivo y valeroso”: así definió el jurado del Premio Sara Gallardo la novela Derroche, de María Sonia Cristoff (Trelew, 1965), que resultó ganadora de la tercera edición del concurso literario organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación. La distinción busca reconocer la creación y la calidad literaria de autoras argentinas. La autora recibirá un millón de pesos.
En Derroche, publicada en 2022 por Literatura Penguin Random House, la autora construye un artefacto experimental donde la literatura se arriesga para deformar y satirizar lo real, a partir de un trabajo de voces y miradas que profundizan en temas contemporáneos como la herencia y el trabajo. Como dijo Cristoff cuando la novela llegó a las librerías, su búsqueda literaria pasó por “dinamitar” el formato de la novela. Al pasar las páginas, el lector se encuentra con notas de un diario personal, diálogos telefónicos, mensajes por celular, flashes de noticias curiosas y un telegrama de renuncia, entre otros recursos narrativos.
El jurado, integrado por Ángela Pradelli, Eugenia Almeida y Julián López, la eligió entre 79 títulos presentados de todo el país y luego de una preselección de diez finalistas. Otras cinco obras recibieron menciones especiales: Estas piedras, de Yamila Begné; Furor Fulgor, de Ana Ojeda; San Miguel, de María Lobo; La despoblación, de Marina Closs, y Cuando nadie nos nombre, de Luciana Sousa.
Entre los argumentos que esgrimió el jurado para elegir a Derroche se destaca: es “una parábola desafiante: desde la idea de la herencia como salvaguarda y promesa de lo propio, a la confrontación del trabajo como un escenario agotador y eminentemente extractivista, hasta el abismo de pensarse parte de una tradición que cuestiona, que incluye el anarquismo, a las voces de los demás y, sobre todo, al encuentro con lo que vive, en sí y en las criaturas que nos acompañan”.
Del registro epistolar a las canciones anarquistas o el teatro, pasando por la autobiografía, este texto sobre “la energía del pensamiento” -otras de las definiciones del jurado- se entrelaza entre tres personajes centrales, que son también tres formas de expresión: la lengua explosiva de Vita, una tía desopilante y justiciera que al morir deja cartas y un tesoro enterrado; Lucrecia, una sobrina enajenada por la disciplina laboral que vive una metamorfosis existencial; y Bardo, un chancho salvaje y anarquista que no negocia su libertad.
La autora cuenta la historia de Lucrecia, una mujer harta de trabajos miserables y cansada del mito del trabajo que se lanza a la búsqueda de su supuesto tesoro enterrado en medio de La Pampa. La novela arranca con la voz de su tía, Vita, a través de las cartas que deja a su sobrina como testamento cuando muere. La novela de Cristoff integra la lista larga del Premio Medifé Filba, cuya short list se conocerá en octubre.
“Estoy feliz porque Derroche haya sido leída y premiada por un jurado que respeto, y por la irradiación de lecturas que, supongo, implica un premio. Por haber coincidido en el mismo bar de San Telmo y sin habernos dado cita con mi editora, Ana Laura Perez, minutos después de haber recibido la noticia. Por la conexión con Sara Gallardo, a quien leo con fruición, y a veces hasta invoco. Por el tiempo para escribir y el despeje mental en los que, espero, se traducirá el dinero del premio -además de una ampliación de mi biblioteca, que vengo necesitando hace rato. Por la cantidad de mensajes que voy recibiendo mientras transcurre el día, varios de ellos de las talentosas colegas que también fueron finalistas, y por los brindis programados”, dijo Cristoff a LA NACION.
“Derroche es una novela construida fundamentalmente a partir de formatos no ficcionales: empieza con una larga carta, termina con una crónica de viaje, y en el medio es, entre otras cosas, una sucesión de autobiografía, retratos, mails, mensajes en una app, flashes informativos, crónica de viaje, ensayo, y un telegrama de renuncia que deriva en proclama. Esta es la versión que encontró acá, en este libro, el entrecruzamiento de ficción y de no ficción que está presente en todo lo que escribo. Haciendo especial hincapié en la construcción de voces, convencida como estoy de que una novela es, antes que nada, un modo de decir, una cierta predisposición del ánimo en la lengua, un tono, una respiración de la frase” -agregó.- “Derroche se propone hacer una lectura crítica de las distintas maneras en las que el trabajo contemporáneo ejerce sus modos de manipulación y se expande a todas las áreas de la existencia, se propone diseccionar hasta qué punto el mandato de la productividad permanente en el que estamos sumidos no es otra cosa que una estrategia eficaz para succionarnos deseo, libido, entusiasmo”.
Desde su primera edición en 2021, se presentaron al premio Sara Gallardo 268 novelas de distintos géneros literarios, pertenecientes a diferentes provincias, y editadas por sellos independientes, universitarios y por grandes grupos editoriales. En 2021 ganó el premio Marina Yuszczuk por La sed, mientras que la segunda edición fue para Paula Pérez Alonso por Kaidú.