Compromiso de las diferentes fuerzas políticas para aprobar la ley del Instituto del Libro
En una asamblea virtual organizada por la Unión Argentina de Escritoras y Escritores, representantes de fuerzas políticas y funcionarios del Gobierno nacional se comprometieron a apoyar la aprobación del proyecto de ley del Instituto Nacional del Libro Argentino (INLA), impulsado desde 2019 por Daniel Filmus, cuando presidía la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados.. Luego de la llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada, Filmus fue designado secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas y la comisión ahora está a cargo de la diputada Gisela Scaglia, de Juntos por el Cambio, quien se comprometió públicamente a que la ley del INLA se apruebe antes de fin de año. En 2019, diputados y funcionarios de Cambiemos, entre ellos el entonces secretario de Cultura Pablo Avelluto y el diputado Facundo Suárez Lastra, presentaron objeciones al proyecto, lo que demoró el debate legislativo. No obstante, se había dado un paso adelante con un dictamen de comisión.
Moderada por la escritora Débora Mundani, la asamblea se realizó por Zoom el sábado a la tarde. Por más de dos horas, expusieron funcionarios públicos del área de Cultura y Educación, diputados nacionales, representantes de la Asociación de Dibujantes, la Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes, investigadores y, en gran medida, escritores. Después de las palabras del presidente de la Unión Argentina de Escritoras y Escritores, Marcelo Guerrieri, el primero en hablar fue el ministro de Cultura, Tristán Bauer, que manifestó su apoyo al proyecto de ley, igual que el ministro de Educación, Nicolás Trotta. Ambos, además, hicieron anuncios relativos a la crisis provocada por la pandemia en el sector editorial. Bauer anticipó que junto con la presidenta del Fondo Nacional de las Artes, Diana Saiegh, lanzarán nuevas becas para artistas y escritores en los próximos días, y Trotta confirmó que en julio el Ministerio de Educación convocará a licitación a editoriales locales para la compra de libros nacionales por un costo de cuatrocientos millones de pesos.
"Lo más importante de esta asamblea fue que estuvieron representantes de las dos fuerzas políticas mayoritarias del país -dijo Filmus a LA NACION-. El proyecto debe volver a la Comisión de Cultura y pasar por la de Presupuesto, a cargo de Carlos Heller, que también está de acuerdo con la ley". Para Filmus, ahora están dadas las condiciones para la aprobación de la ley, incluso si se reabre el debate acerca de algunos puntos, como reclama la misma Unión. "Una de las virtudes del proyecto es el federalismo, porque promueve el libro argentino y el trabajo de los escritores en todo el país", señaló. El funcionario descuenta que este año se aprobará la ley, "al menos en la Cámara de Diputados".
Para Scaglia, que reemplazó a Filmus en la presidencia de la Comisión de Cultura, la del sábado fue una buena reunión. "Estuvieron todas las autoridades que son necesarias para que este proyecto tenga sanción definitiva en el Congreso –confirmó la diputada–. Desde la comisión estamos a disposición para avanzar en el mejoramiento del proyecto". Scaglia propuso organizar una mesa de trabajo con representantes del Poder Ejecutivo, la Unión y la Cámara de Diputados durante no más de un mes y medio. "Queremos que la ley sea la voz de todos los que trabajan en el sector", dijo a este diario, y se preguntó si el Poder Ejecutivo cuenta con los fondos para sostener el Instituto del Libro."Eso es fundamental, porque si las leyes no tienen reglamentación se pierde el sentido". Según el proyecto, el INLA tendrá autarquía administrativa –como el Incaa, el INT y el INAMU, sus pares para el cine, el teatro y la música– y funcionará bajo la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación (aunque el texto, redactado en 2019, dice "Secretaría de Cultura").
Loas a la lectura y reclamos al Estado
Hubo elogios a la lectura y el libro por parte de todo el elenco político, entre ellos la secretaria de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura, Lucrecia Cardoso; legisladores como la presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados [Scaglia], la vicepresidenta, Carolina Moisés, y diputados que integran la comisión. También participó la directora del Plan Nacional de Lecturas, Natalia Porta López; la directora de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, María del Carmen Bianchi, y Filmus, cuya tarea fue elogiada por varios asambleístas. El debate por Zoom sobre el Instituto del Libro constituye un hito en el reconocimiento del trabajo de escritores, editores, ilustradores, traductores y otros trabajadores de la industria del libro.
"¿Cómo puede ser que no exista un Instituto del Libro Argentino?", se preguntó Guerrieri al inicio del debate. En la Argentina existen institutos del cine, la música y el teatro que, en cierta medida y en tiempos de crisis como el actual, apoyan y protegen a los respectivos sectores. No obstante el libro, "bien de transmisión cultural" por excelencia del país, carece de un instituto propio. El presupuesto para la creación de este organismo provendría del Ministerio de Cultura de la Nación.
Si bien la industria del libro incluye pero excede el campo de la literatura, hubo una abrumadora presencia de narradores y poetas que, a la vez, reclamaron por sus derechos y pidieron la sanción de la ley. Entre otros, estuvieron presentes Gabriela Massuh, Gabriela Cabezón Cámara, Claudia Piñeiro, Eugenia Almeida, Antonio Santa Ana, Claudia Aboaf, Eduardo Mileo y Horacio Convertini. La más elocuente fue Cristina Civale que, en una divertida intervención, destacó la importancia más simbólica que material del aporte de los escritores al campo de la cultura al grito de "¡Quiero plata!". Tanto ella como sus colegas insistieron en que el trabajo de los escritores está precarizado y muchos dejaron entrever que la sanción de la ley, si bien es necesaria, en principio no resolverá este problema.
Guerrieri destacó varios aspectos positivos del encuentro por Zoom. "Como hecho político, uno de los objetivos de la Unión de Escritoras y Escritores era interpelar al Estado como agrupación de trabajadores que reclama por sus derechos y eso se cumplió -señaló-. El sábado estuvieron funcionarios y diputados de la Comisión de Cultura, que manifestaron estar a disposición de nosotros para debatir los cambios necesarios del proyecto. Eso es un logro enorme, una declaración pública impensada hace un año". Desde la Unión, se impulsaron modificaciones al proyecto, donde no figuraba la creación como instancia de la cadena de producción de libros. "Además, todo autor pudo tomar la palabra y expresar su parecer ante las autoridades y sus colegas: eso también fue un hecho político significativo".
Según parece, solo resta resolver una gran incógnita: ¿tiene el Estado argentino los fondos necesarios para sostener el Instituto? Según el proyecto original, se destinará una partida del 2% del presupuesto del Ministerio de Cultura de la Nación, además de "otros ingresos". "Hay que ver cuáles son esos otros ingresos -puntualizó Guerrieri-. Se debatirá en profundidad en la Comisión de Presupuesto". Ese es el siguiente capítulo de la "saga del INLA", iniciada en abril de 2019.
El debate completa está publicado en la página de Facebook de la Unión de Escritoras y Escritores..