“Complicidad”, la contraseña del arte latinoamericano para entrar en ARCO
La feria madrileña, que presenta su 40ª edición del 7 al 11 de julio, ideó una estrategia que permitirá a artistas y galerías de la región exhibir obras aunque no puedan viajar
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“La idea de la complicidad surge por una cuestión de no faltar a la verdad. Esto se hizo en un tiempo récord de tres meses. Y se hace por una realidad: que Latinoamérica no puede estar presente en la feria, y la feria no quiere perder el vínculo construido a lo largo de los años”.
Eso dice a LA NACION Mariano Mayer, curador argentino radicado en España que tiene a su cargo Remitente, la muestra que reunirá obras de 18 artistas latinoamericanos en la 40ª edición de la feria ARCO. Una de las primeras presenciales desde que comenzó la pandemia, reunirá del 7 al 11 de julio en Madrid a 130 galerías de 26 países.
“Llamarlo curaduría sería exagerar la situación”, agrega Mayer, cuatro años y medio después de que organizara otra junto a Sonia Becce con más de 50 artistas en ocho sedes de la capital española, como parte de la participación de Argentina como invitada especial a ARCO. Eran otros tiempos. Las restricciones para viajar forzaron, según el curador, a “apelar a la imaginación, a encontrar otro vocabulario, otros modos de trabajar, de presentar obras, y otros modos de hacer que las obras, los artistas y las galerías puedan estar presentes en un contexto tan particular”.
“Cuando pensamos en esta idea de Remitente, el punto de partida era cómo apoyar a las galerías –explicó por su parte Maribel López, directora de ARCO-. Me parecía que un curador tiene que tener toda la libertad para trabajar, y en este caso partíamos de una condición: teníamos que aceptar a las galerías latinoamericanas que habían solicitado su participación en la feria y habían sido aceptadas por el comité. Creo que la complicidad es necesaria dentro del mundo del arte, donde el apoyo es fundamental para el crecimiento”.
Así, entre ambos idearon la manera de que 14 galerías de la Argentina, Brasil, Chile, Colombia México y Perú pudieran exhibir obras sin necesidad de cruzar el Atlántico en forma física. Mientras unas enviaron obras que ya se encontraban en Europa, otras lo hicieron en formato digital o apelaron a aquellas capaces de ser producidas a través de instrucciones. De esta manera se pudieron reunir esculturas, dibujos, pinturas, fotografías, videos, instalaciones y obras gráficas que serán presentadas por mediadores. “Tendrán un teléfono y podrán hacer Facetime entre las galerías y los coleccionistas”, explicó López, y aclaró que se trata de “una solución para una situación excepcional”.
La Argentina estará representada por las galerías Constitución (con obras de Alfredo Dufour); Herlitzka+Faria (Mauro Guzmán); Nora Fisch (Laura Mema y Fernanda Laguna); Pasto (Juan Sebastián Bruno); Piedras (Jimena Croceri) y Rolf Art (Andrés Denegri).
Por otra parte, en la sección principal la única galería argentina que participará de forma presencial será waldengallery. Presentará la exposición Coraza de la artista mexicana Magali Lara, que no pudo abrir al público el año pasado, en un stand curado por la historiadora venezolano-británica Cecilia Fajardo-Hill.
Dos grandes ausencias en este último sector serán Ruth Benzacar –convocada para los festejos de los 40 años de ARCO, postergados hasta febrero próximo- y Jorge Mara-La Ruche, históricos habitués de la feria madrileña.
“Mi mamá empezó a participar en ARCO en 1988. Y rápidamente fue invitada a ser parte del Comité de Selección”, recuerda Orly Benzacar, hija de Ruth. Aquella galerista pionera que se hizo muy amiga de Rosina Gómez Baeza, directora durante veinte años de una feria definida por Orly como “el puente natural de entrada a Europa”. “En los tempranos ’90 –agrega-, Rosina le pidió que le organice una visita por Latinoamérica para empaparse más del arte latinoamericano y mamá se fue con ella. Esa relación hizo que la Comisión directiva de ARCO recibiera a la Comisión directiva de arteBA, para que viera cómo se armaba una feria internacional de calidad”.
Entonces, cuando no se había desatado aún la abrumadora oferta de ferias que continuaría en expansión hasta la pandemia, ARCO fue para el arte latinoamericano “una ventana al mundo”. “Fue una experiencia fundamental en la inserción de la galería y sus artistas”, reconoce Orly. Y Gómez Baeza le retribuye el gesto, desde una entrevista incluida en un libro de Fundación Espigas dedicado a Ruth en 2005: “En aquellos momentos, España, el conjunto de países europeos y Norteamérica estaban muy ajenos a la creación artística latina, identificándola con el ámbito de lo artesanal y exotismos arquetípicos. Ruth encontró en ARCO un apoyo de cara a Europa con la estructura suficiente para desmitificar tales presupuestos”.
Dos décadas después, esa complicidad se mantiene.
Para agendar:
- 40ª edición de la feria ARCO: del 7 al 11 de julio en Madrid, con 130 galerías de 26 países. Desde el 8 de julio podrá visitarse en la plataforma virtual E-XHIBITIONS.
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