Como una novela
Con una prosa grandilocuente y ampulosa, el novelista colombiano William Ospina intenta un ensayo biográfico de Simón Bolívar ajeno a los cánones del género histórico (no hay bibliografía, ni una sola nota). En el arranque, delinea la adolescencia de Bolívar en Madrid, donde se codeaba con la realeza, pero destaca que el muchacho no se confundía: sabía bien que no era más que un invitado en la corte española. Ospina narra en remanida clave contrafáctica los avatares del joven Bolívar en esa ciudad, donde se casó con una caraqueña muerta tempranamente. Esta pérdida lo llevó a París, donde Napoleón acababa de tomar el poder.
Según Ospina, el muchacho se convirtió en habitué de la Ópera y frecuentaba asiduamente los salones parisinos. Ospina relata, con aire de una escena fantaseada, el encuentro con el naturalista y geógrafo Alexander von Humboldt, donde éste le habría hablado de esos ríos "donde los caimanes parecían bostezar mariposas". Perlitas de este calibre recorren el texto, en un relato en el que el lector se ve desprovisto de cualquier tipo de acceso a fuentes serias o creíbles.
Ante esta serie de despropósitos, En busca de Bolívar debería ser leído como una novela donde el protagonista se llama Simón Bolívar. Corresponde dejar a Ospina llenar páginas y páginas de oraciones abigarradas: "Pero ahora una España más terrible, con hambre de su medio mundo perdido, pesada de fusiles y de cañones, avanzaba decidida a retomar las provincias que se habían decidido a declarar su independencia".
En busca de Bolívar
Por William Ospina
Debate
192 páginas
$ 149