Cómo se prepara la tarta de melaza, el postre favorito de Harry Potter
Una autora y cocinera estadounidense recreó en “Cocina con Harry Potter” más de 150 recetas a partir de lo que comen y beben los personajes de JK Rowling en la saga
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“De la cerveza de mantequilla al pastel de caldero y otras 150 recetas deliciosas para magos y no magos”: así se presenta el libro Cocina con Harry Potter, un recetario no oficial de la escritora y cocinera estadounidense Dinah Bucholz inspirado en todo lo que se cocina en la saga de JK Rowling.
Fanática de las historias de Harry, Bucholz recreó con su propio estilo muchas de las comidas que preparan los personajes en los distintos tomos. Al investigar ingredientes y recetas mencionadas por Rowling, descubrió que la mayoría provienen de la cocina tradicional británica.
En una entrevista para el canal de Youtube “La tierra que no debe ser nombrada”, Bucholz, que vive en Filadelfia con su marido y sus cuatro hijos, contó cómo se le ocurrió la idea del recetario mágico: “He leído los libros varias veces y también he visto todas las películas más de una vez. Un día, hace unos 15 años, iba manejando, después de hacer compras para cocinar, y de repente me vino la idea. En casa tenemos un montón de libros de cocina que están relacionados con la literatura infantil”.
Lo primero que hizo al llegar a su casa fue buscar la serie de Harry Potter, empezar a releer el primer tomo de la saga y hacer anotaciones. “Tomé todas las referencias de alimentos en los libros (algunas son comidas británicas clásicas, otras son de naturaleza tan británica que en Estados Unidos no se conocen). Tuve que investigar porque muchos ingredientes y comidas que nombra Rowling existen, pero yo no los conocía y pensé que ella los había inventado. Lo que hice luego fue reinterpretar a mi modo esas recetas británicas”.
Con todo, tuvo que consultar a los abogados de Rowling si podía publicar el libro porque la mayoría de los editores le rechazaban el proyecto por temor a futuros juicios por derechos de autor. Se sabe que la autora británica es muy celosa de sus criaturas (y de los generosos dividendos que le han proporcionado), aunque en el inicio de la pandemia liberó por unos días los derechos de algunos de sus libros para que los compartan docentes y alumnos.
“A mi marido se le ocurrió que le escribiera a algún autor de libros sobre el fenómeno Harry Potter para ver cómo había resuelto el problema. Un autor me aconsejó que le escribiera a los abogados de Rowling para contarle lo que pensaba hacer. Lo hice y me respondieron que mi proyecto no entraba en conflicto con los derechos de la autora”. Con esa carta “oficial” que decía que podía hacer un recetario “no oficial”, Bucholz volvió a presentar el libro en editoriales hasta que consiguió editor. Todo el proceso duró dos años. Le llevó un año más terminar el volumen que tiene casi 400 páginas y más de 150 recetas. Ya va por la quinta edición, lleva vendidos 1,2 millones de ejemplares y apareció en la lista de best sellers del New York Times.
Por las dudas, por temor a que Rowling y compañía cambiaran de idea luego de la publicación del libro, ya desde la tapa, la autora y los editores (la edición en español es de Duomo) aclaran: “Este libro no es oficial ni autorizado. No tiene la autorización ni la aprobación ni el referendo de JK Rowling, de sus editores ni de Warner Bros. Entertainment”.
La magia de cocinar
“Hay una rama de la magia que todavía permanece abierta para todos: el arte de cocinar, que combina pociones con sustancias transmutadas, más un toque de herboristería y algo de adivinación”, dice la autora en la introducción. Tiene razón: hasta los cocineros muggles pueden preparar las recetas mágicas de Bucholz. Cada una está acompañada por referencias precisas de la historia.
Entre las recetas se destacan la tarta de melaza, el postre favorito de Harry; la cerveza de mantequilla, que es la bebida favorita de los magos; la sopa de cebollas de Kreacher, la especialidad del elfo doméstico; y empanadas de calabaza, que nunca faltan en el carrito de postres del Expreso de Hogwarts.
Tarta de melaza (o miel de caña)
En una escena del capítulo 11 de Harry Potter y la orden del Fénix, Ron y Hermione discuten, pero Harry no interviene. Está ocupado comiendo su postre favorito, la tarta de melaza, que se prepara con una masa casera y un relleno con miel de caña, limón y pan rallado.
Para la masa se necesitan:
- 2 tazas y media de harina de trigo
- 1 taza de azúcar impalpable
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 trozos de manteca fría
- 2 yemas frías
- 1/3 taza de crema de leche fría
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el relleno:
- 1 taza de miel de caña
- 2 tazas y ½ de pan rallado
- Jugo y ralladura de un limón
- 1 huevo batido con una cucharada de agua para pintar la tarta
Preparación:
Mezclar la harina, el azúcar y la sal en una batidora eléctrica. Agregar los trozos de manteca. Seguir mezclando hasta que la masa parezca puré, sin zonas blancas. Poner la mezcla en un cuenco grande. Batir las yemas con la crema y la vainilla y verter sobre la mezcla anterior. Si la masa está seca, añadir una cucharada más de crema (mejor húmeda que seca). Partir la masa por la mitad, formando dos discos, envolver en plástico y enfriar durante dos horas mínimo, tres días máximo.
Antes de estirar la masa, preparar el relleno. Calentar la miel de caña hasta que esté líquida, al fuego, o en el microondas durante un minuto. Mezclar en un cuenco con el pan rallado, la ralladura y el jugo de limón y batir bien.
Precalentar el horno a 200 grados. Sacar la masa del frío. Sobre una superficie enharinada, aplanar el disco más grande hasta formar un círculo de 25 cm. Doblarlo en cuartos, quitar el exceso de harina con un pincel después de cada doblez y desdoblarlo en un molde de unos 20 cm, doblando los bordes con cuidado y apretando la masa contra los laterales acanalados. Recortar la masa para que no sobresalga del borde. Aplanar el otro disco, formando un círculo de algo menos de ½ cm de espesor. Cortar la masa en tiras para formar el enrejado superior.
Añadir el relleno sobre la masa y aplastar la parte superior con una espátula de silicona. Colocar la mitad de las tiras de masa sobre el relleno en una dirección y la otra mitad en la dirección opuesta para formar un enrejado. Recortar lo que sobre. Con cuidado, pintar las tiras de huevo batido.
Hornear durante diez minutos, luego reducir la temperatura a 190 grados y seguir cocinando otros 25 minutos, hasta que la masa esté dorada y el relleno haya subido en el centro. Servir caliente con crema. ¡Y disfrutar!
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