Cómo se gestó la muestra que convertirá a Montevideo en capital de Picasso
MONTEVIDEO.– Todos hablarán de Picasso otra vez. Por observar parte de su conmovedora obra, por escuchar conferencias sobre su arte, por disfrutar de danza en el contexto de sus diseños, por vivir profundamente su presencia. El viernes próximo, el Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) del Uruguay, abrirá la exposición "Picasso en Uruguay" que comprende 45 obras del artista malagueño (1881-1973), que en su mayoría pertenecen a la colección del Museo Nacional Picasso-Paris y otras que son del Museu Picasso Barcelona.
"Es un hecho importantísimo para la cultura del país y muy importante también para el turismo, por lo que esperamos muchos visitantes", dijo la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, quien destacó la alegría porque Uruguay es "el único país de América en el que va estar esta exposición".
El coleccionista de arte Jorge Helft, que nació en Francia en 1934 y desde 1947 residente mitad del año en Europa y mitad en el Río de la Plata, fue el generó la movida para que concretar este desarrollo cultural .
–¿Cómo surgió la idea de hacer una muestra Picasso en Montevideo?
–El Museo Picasso de París había llevado a cabo una política de préstamos muy restrictiva y había estado cerrado para una importante refacción, pero en 2014 cambió de dirección y eso fue clave. Se hizo cargo el joven historiador de arte Laurent Le Bon quien optó por una política muy diferente a la anterior: muchos préstamos, exposiciones circulantes en los lugares mas variados, intercambios con otros grandes museos y una serie de importantísimas muestras dentro del museo. Estábamos almorzando, hace dos año, cuando le conté que había mudado mi residencia sudamericana de Buenos Aires a Montevideo, y de manera sorpresiva me preguntó: "¿No quieres hacer una muestra de Picasso allí?". Quedé descolocado y le contesté que dependía de las condiciones para armar un proyecto.
–¿Cómo siguieron las tratativas?
–Me dio carta blanca y lo primero fue convencer a los amigos uruguayos de que sin cobrar entrada (como es históricamente habitual en museos nacionales) no iban a poder cubrir el presupuesto. Después de largas discusiones, el director del Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV), Enrique Aguerre y la ministra de Cultura, María Julia Muñoz, aceptaron esa posición, reduciendo al máximo el costo de las entradas y dando facilidades a jubilados y estudiantes. Esta exposición le abre la puerta a Uruguay para presentar muestras internacionales en el futuro.
–¿Cómo puede aprovechar Uruguay la exposición para genera otras actividades culturales en torno a la figura del artista y de su obra?
–Montevideo se va a transformar en un Festival Picasso de abril a junio. Hace meses, contacté al director del Ballet Nacional del Sodre, Igor Yebra, para que programara algún ballet con decorados y trajes de Picasso. Y preparó El sombrero de tres picos, de Léonide Massine, con escenografía y vestuario diseñado por Picasso. Para las vitrinas en el hall principal del Auditorio del Sodre prestamos unos 35 pochoirs que reproducen los decorados y trajes de este ballet. José Miguel Onaindia se encargó de hacer traducir al castellano la única obra de teatro escrita por Picasso, El deseo atrapado por la cola (1941), para poder presentarla. Habrá un ciclo de charlas con famosos especialistas. Ya están aseguradas dos conferencias del filósofo Francisco Jarauta, una en el museo; otra en el Centro Cultural de España (el 12 de abril). Se harán otras conferencias, y hay espacio para multiplicar acciones.
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