Claudia Piñeiro, ciudadana ilustre de Buenos Aires
Claudia Piñeiro recibió esta tarde en la Legislatura porteña la distinción de ciudadana ilustre de la ciudad de Buenos Aires. Acompañada por los periodistas María O’Donnell y Reynaldo Sietecase, el escritor Guillermo Martínez y el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogrado, la autora de Las viudas de los jueves, entre otros títulos, se definió como una "ciudadana activa". "Me resulta difícil ejercer la ciudadanía hoy sin alguna forma de participación". Puso como ejemplo "el movimiento feminista que vino a agitar un ejercicio de ciudanía que estaba aletargado".
Después de agradecer a los legisladores del bloque Evolución que la postularon, Inés Gorbea, Patricia Vischi, Leandro Halperin, Marcelo Guouman y Juan Nosiglia, la escritora aclaró que desconfía de los adjetivos y por eso prefiere dejar de lado el término ilustre.
"De todas las distinciones o premios que he recibido, la de ciudadano ilustre es probablemente aquella cuya definición resulta menos asible. Cuando un escritor recibe un premio por un libro, por una novela, o por un cuento, está claro qué se está premiando. Incluso cuando lo recibe por la obra en general. Pero la distinción de ciudadano ilustre obliga, si me lo permiten, a una reflexión sobre ese título". Citó el artículo 2 de la ley 578 de la ciudad, que instaura la distinción, que aclara que "no puede otorgarse a personas que hayan cometido crímenes de lesa humanidad en cualquier parte del mundo, ni a quienes hayan ejercido e impartido órdenes de represión durante las dictaduras militares en Argentina."
"Cuando leí el artículo mencionado me sorprendió que fuera necesario aclarar ese punto. Pensé: ¿A quién se le podría ocurrir darle la ciudadanía ilustre a personas que porten semejantes antecedentes en el currículum? Pero luego, con un poco de sensatez, asumiendo los tiempos que corren en los que parecería que acuerdos que creíamos inalterables han dejado de serlo, y teniendo en cuenta que en los últimos días hasta presenciamos discusiones acerca de si la tierra es redonda o tiene forma de lenteja aplanada, agradecí que al sancionar esta ley hayan introducido el párrafo en cuestión".
Después de referirse a las definiciones de ilustre en el diccionario de la Real Academia Española, Piñeiro dijo: "Definir qué es ilustre, con Rae o sin Rae, podría llevarnos a una discusión de nunca acabar. Pero sí me gustaría reflexionar sobre qué es ser ciudadano, sobretodo qué es ser ciudadano hoy. Con los sustantivos me atrevo, son menos ladinos que los adjetivos".
De varias definiciones sobre el concepto de ciudadano, la autora destacó: "La ciudadanía es la expresión de pertenencia que una persona tiene hacia una sociedad determinada en la que participa". Y resaltó, entonces, la participación. "Uno puede ejercer la ciudadanía en forma pasiva, asumiendo muy pocas obligaciones, por delegación casi absoluta, votando a quienes nos representan. O ejercer la ciudadanía de forma activa. Si se decide por esta última, cada uno definirá cuál es la mejor manera de participación para él, desde controlar que nuestros representantes cumplan con sus funciones, hasta reclamar por la suba de tarifas o por la ampliación de derechos. En lo personal, me resulta difícil ejercer la ciudadanía hoy sin alguna forma de participación".
"Un ejemplo colectivo de participación ciudadana que me enorgullece lo veremos una vez más en las calles este viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. La calle es un espacio de esta ciudad que tiene una fuerte tradición de uso para ejercicio de ciudadanía: los ciudadanos de Buenos Aires salimos a las calles para ejercer activamente nuestra ciudanía. En dos días la ciudad se llenará de mujeres –y de los hombres que puedan acompañarnos- reclamando derechos que parecen obvios: que no nos maten, que nos dejen decidir sobre nuestros cuerpos, que nos dejen decidir si queremos ser madres, cuándo y cómo, que cuando decimos no es no, que debemos ganar igual salario por igual trabajo, que debemos compartir con los hombres los lugares de poder políticos, económicos, profesionales, sociales. Todos reclamos que a mí me suenan tan obvios como aquel artículo 2 de la ley que dice que quien cometió un acto de lesa humanidad no puede ser ciudadano ilustre. Sin embargo, para algunos parece que no, por eso saldremos a la calle a gritarlo. Seremos ciudadanas activas en Buenos Aires, pero al mismo tiempo en todas las ciudades del país, en todas las ciudades del mundo, diciendo ‘ni un paso atrás’. Creo que hoy no hay mejor ejemplo de ciudadanía activa que el movimiento feminista que vino a agitar un ejercicio de ciudanía que estaba aletargado".
Para cerrar su discurso de agradecimiento, Piñeiro recurrió a la literatura y citó doce títulos "que permiten un recorrido por la ciudad. Algunos son sitios que podrán ubicar en la realidad, otros son construcciones literarias. Pero todos son Buenos Aires".
La casa de la calle Garay, de "El Aleph", de Jorge Luis Borges.
La fuente de Recoleta y la casa de la calle Ayacucho, de "El vestido de terciopelo", de Silvina Ocampo.
El pasaje de la Calle Güemes, en "El otro cielo", de Julio Cortázar.
El edificio Kavanagh, en el libro del mismo nombre de Esther Cross.
La puerta del departamento de Palermo por el que un ex marido desliza el poema que aparece en El libro de Tamar, de Tamara Kamenszain.
La villa 31, en La 31, una novela precaria, de Ariel Magnus.
La ochava de la calle Muñecas, que aparece en Adán Buenosayres, de Leopoldo Marechal
Los grafitis en las paredes de Buenos Aires, en Perdidas en la noche, de Fabián Martínez Siccardi
El edificio de la calle Santa Fe, esquina Esmeralda, en La muerte baja en ascensor, de María Angélica Bosco.
El recorrido de la Biblioteca Nacional al Hospital Alemán que hace la protagonista de Acá todavía, de Romina Paula.
La represión de estado en la Buenos Aires ¿distópica? de La ciudad ausente, de Ricardo Piglia.
El barrio de Constitución en "El chico sucio", un cuento de Mariana Enríquez.
"Me detengo en estas doce. El recorrido literario de Buenos Aires sería interminable, tan interminable como la discusión acerca del adjetivo ilustre. El listado de títulos posibles tiende a infinito, porque Buenos Aires es también su literatura".
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