Cinco décadas como testigo y protagonista de la época
Cinco días después de la salida del primer número de LA NACION revista, un músico inglés de apariencia andrógina llamado David Bowie publicó Space Oddity, un sencillo que convertía en poesía las fantasías espaciales de una era que estaba a punto de empezar: dos semanas más tarde el Hombre pisaba por primera vez la Luna concretando el salto más importante de la humanidad en lo que, algunas décadas después, el presidente Reagan llamó "el largo viaje de los pantanos a las estrellas".
El arte y el periodismo suelen ser testigos del tiempo, de sus cambios y sentidos. Esta revista nació hace 50 años en una época donde la revolución estaba en boca de todos, donde ningún límite parecía ser insalvable, donde todo podía adquirir nuevas formas en una caleidoscópica cultura en la que la mirada personal resignificaba todo. Era el tiempo propicio para el periodismo de autor, para un nuevo estilo narrativo que encontraba en las revistas un espacio infinito para su desarrollo. Quizás, aunque medien cinco décadas, aquella época no fuera muy distinta a esta era digital presente, donde los límites se vuelven efímeros y la narrativa periodística encuentra –ahora en el espacio virtual– un lienzo infinito para sus historias.
Expandir la mirada y el registro del día a día –tarea natural de los diarios– para adquirir una comprensión de la época y sus signos fue el propósito de aquel comienzo, el domingo 6 de julio de 1969. El mismo fin con el que seguimos, ininterrumpidamente desde entonces, editando esta revista.
A lo largo de 2608 ediciones, los protagonistas de nuestro tiempo han desfilado por estas páginas, desde aquella jovencísima Claudia Cardinale de la primera portada, hasta la escritora Amélie Nothomb, en la tapa de la edición pasada. Los grandes temas, las historias que solo las crónicas revelan, el humor de cada década, el estilo de cada tendencia han estado presentes en un producto que reflejó cada hito y cada gozne de la historia.
Esta edición especial pretende recapturar el espíritu de aquel tiempo en que LA NACION revista llegó por primera vez a decenas de miles de hogares argentinos, donde su presencia, con el correr de los años, ha seguido acompañando a distintas generaciones en su descanso semanal, cuando la lectura, profunda y relajada a la vez, se vuelve una aliada del ocio inteligente.
Cada domingo en esta página aparecen los nombres de quienes hacemos esta revista. Es un listado incompleto. La hacen posible muchas más personas: colaboradores, columnistas, productores, fotógrafos, estilistas. Y fundamentalmente la hacen posible ustedes, los lectores que crecieron junto a ella. Esta celebración los incluye a todos.