ChatGPT vs. Sturzenegger: la IA desmiente al ministro sobre el precio de los libros en Estados Unidos
Según el agente literario y exeditor Guillermo Schavelzon, el funcionario “dice cualquier cosa”; la aplicación de inteligencia artificial informa que los precios han tenido un aumento “relativamente moderado” en el país que Sturzenegger había dado como ejemplo
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Se suman argumentos a la polémica sobre la derogación de la ley del precio fijo, conocida como “de defensa de la actividad librera”, que protagonizan el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y editores y libreros. La ley 25542, que se promulgó en 2002, establece un precio de venta uniforme de los libros en todo el territorio nacional. Para Sturzenegger, la norma “prohíbe” que los libros salgan más baratos.
El agente literario y exeditor Guillermo Schavelzon, que reside en España, se comunicó con LA NACION. “Es increíble cómo el ministro Sturzenegger dice cualquier cosa; el precio de los libros en Estados Unidos subió, no bajó -rectifica-. Y lo que se dice, sin estadísticas que lo confirmen, es que en los últimos años la venta bajó un 40%”, sostuvo.
Sturzenegger había dicho a LA NACION que los precios habían bajado ostensiblemente gracias a la “irrupción de Amazon”. “En Estados Unidos, la irrupción de Amazon hizo que los libros hoy salgan 40% menos que hace diez años”, afirmó. También indicó que, en Grecia, la revisión de la ley de precio fijo de los libros, “revisada significativamente en 2014″, había impulsado un sistema de precios “más laxo” que, “en general”, habría operado a favor de los consumidores.
Schavelzon, además, envió las respuestas de ChatGPT a su consulta sobre si los precios de los libros habían bajado o subido en Estados Unidos.
“En los últimos diez años, el precio de los libros en Estados Unidos ha experimentado variaciones notables debido a la inflación y otros factores del mercado -comienza la respuesta de ChatGPT-. Según los datos disponibles, los precios de los libros han subido en general, aunque el aumento no ha sido uniforme en todos los formatos y géneros. En términos generales, los libros de bolsillo (paperbacks) han aumentado de un rango típico de 13.95 a 17.95 dólares. Los libros de tapa dura, debido a sus mayores costos de producción, han tenido aumentos más significativos, reflejando la inflación y el aumento en los costos de materiales y mano de obra”.
“El Índice de Precios al Consumidor proporciona un buen marco para entender estos cambios. La inflación en Estados Unidos ha sido relativamente moderada pero constante, con un promedio anual de alrededor del 3% en los últimos años -prosigue la app-. Este aumento en la inflación afecta a los costos de producción y, por ende, a los precios de los libros. Además, los libros electrónicos han ganado popularidad y han permitido a los autores y editores ajustar precios con mayor flexibilidad. Los precios de los libros electrónicos suelen ser más bajos que los de los libros impresos, debido a la eliminación de los costos de impresión y distribución, y esta tendencia ha ayudado a moderar el incremento general en los precios de los libros impresos”.
Y concluye: “En resumen, aunque ha habido un aumento en los precios de los libros en la última década, este aumento ha sido relativamente moderado y varía según el formato y el tipo de libro”.
Desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado aseguraron que la derogación de la ley 25.542 era parte de “una batalla por el acceso a los libros” e insistieron en que los precios de los libros habían bajado “sostenidamente” en Estados Unidos.
Consultadas por LA NACION, autoridades de la Cámara Argentina del Libro (CAL) señalaron que, tomando como referencia las experiencias en el Reino Unido y en Francia, luego de derogar normas similares a la ley 25.542, el precio de los libros había bajado en los primeros años, aunque, “pasado un tiempo prudencial”, habían aumentado un 20%. “Con una oferta mucho menos bibliodiversa y cierre de librerías”, informó el presidente de la CAL, Juan Manuel Pampín.