César Paternosto: “Las artes visuales están invadidas por el espectáculo; la geometría te plantea otro tipo de reflexión”
La pregunta sobre qué es el "arte joven", planteada durante la reciente bienal que tuvo como figura central a Edgardo Giménez, resurge una vez más al entrar a una de las salas del Museo Nacional de Bellas Artes, intervenida por César Paternosto para la muestra que se inaugurará el martes a las 19.
"Lo que he hecho es abrir una obra mía en todos los planos y hacerla habitable", dice el artista argentino radicado en Segovia, que cumplirá 88 años el mes próximo. Su muestra convivirá hasta noviembre en el mismo museo con una de las exposiciones que integran el homenaje porteño a Julio Le Parc, de 91 años, que también acaba de sorprender con una instalación site specific realizada para el Teatro Colón.
Ambos confirmaron así la vigencia de la abstracción geométrica, en momentos en que el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (Macba) dedica a otra gran exposición al legado de Luis Tomasello (1915-2014) y Manuel Espinosa (1912-2006). Y mientras el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) se dipone a reinaugurar su edificio ampliado con Sur moderno; esta muestra impulsada por Inés Katzenstein exhibirá parte de la colección de arte abstracto y concreto más importante de América Latina, donada por Patricia Phelps de Cisneros.
Otra pieza reciente de Paternosto, exhibida sobre el piso del Bellas Artes, plantea una innovadora síntesis de pintura y escultura. El artista da así un paso más en su revolucionaria forma de pintar los costados del bastidor, cuyo centro queda en blanco en algunos casos. Desde la década de 1970 obliga así al espectador a moverse para apreciar la pintura completa con lo que él llama "visión oblicua".
Habituado a trabajar en el límite con la arquitectura, Paternosto intervino una viga de la estación madrileña Atocha, diseñada por el célebre arquitecto Rafael Moneo. "Nunca había hecho algo así", señala sin embargo con contagioso entusiasmo Andrés Duprat, director del MNBA y curador de la muestra, en la sala intervenida por este artista que rastreó hasta las mujeres del Neolítico los orígenes de arte abstracto.
Titulada La mirada excéntrica, la exposición abarca también obras realizadas en papel como las exhibidas por primera vez el año pasado en la galería María Calcaterra, que le dedicó a su vez un espacio destacado en 2017 en arteBA.
-¿A qué atribuye la vigencia del arte abstracto?
-Yo lo llamaría "sobrevivencia", porque hoy en día es cada vez más raro. Hoy predominan el arte conceptual, la instalación... Todos los derivados del ready made de Duchamp, que se ha ampliado de una forma descomunal. Las artes visuales están invadidas por la poética del espectáculo, y en el espectáculo esperás ver algo reconocible. En cambio, la geometría te plantea otro tipo de reflexión.
-¿Qué tipo de reflexión?
-Una que tiene que ver con estados espirituales, introspectivos. Por eso no es tan dominante como las otras artes, porque muchas veces obliga a las personas a enfrentarse consigo mismas.
-En la muestra actual de Tomasello y Espinosa en el Macba hay un clima similar al de la capilla Rothko, en Houston. Tal vez justamente la gente busque esos espacios de calma en momentos en que está todo tan convulsionado.
-Espero que sí.
-¿Qué opina sobre el concepto de experiencia en el arte, que hoy está tan extendido?
-Siempre hay una experiencia. Este tipo de obra lo que propone de diferente es el recorrido, la habitabilidad del espacio, más que plantarse frente a una imagen y vivenciarla de otra manera más calma.
-Su obra siempre requirió que el espectador se moviera para completarla. ¿Cómo relaciona esa búsqueda con la de Le Parc, que también se está exponiendo en el museo?
-En la obra de Le Parc hay más literalidad, movimiento del objeto. Nos acercamos por el movimiento del espectador, porque yo también propongo que circule y vea una obra como nunca se vio, caminando de un lado para el otro.
-¿Por qué le interesó siempre ese movimiento?
-Lo que me interesó en principio fue pintar en los costados. Volver a ese artefacto central de la pintura de occidente que es la pintura de caballete y verla de otra manera. Tratarla como un objeto, más que como la ventana tradicional. En ese momento en Nueva York era el momento del desafío, de llevar lo que uno hacía a las últimas consecuencias. La consecuencia de eso fue irme más a los márgenes, hacia el arte precolombino.
-¿Cree que el origen de la abstracción está en el arte precolombino?
-Claro. Es un punto muy político, porque creo que la abstracción geométrica se genera en el textil, un arte de la mujer.
-¿No lo hacían los hombres también?
-También. Pero la suposición más plausible es que en el Neolítico, cuando el hombre sale a cazar, es la mujer es la que inventa la agricultura, la que empieza a hibridar plantas y a entrelazar fibras vegetales. Posiblemente miraba los nidos de pájaros.
-¿Las formas geométricas las rastrea a partir del Neolítico?
-Sí, porque el textil es urdimbre y trama ortogonal. Todo lo que configures dentro de eso va a tener un sentido geométrico. Aún las formas naturales salen angulares. En los tapices se imita el arte pictórico, al generar curvas hilos muy finos. Aparentemente, porque si te acercás hay siempre una escalerita.
-Cuando vemos obras geométricas, ¿hay una evocación simbólica ancestral?
-Eso es más difícil, porque Occidente ha creado una división jerárquica de las artes: el arte es lo que se hizo a partir de los griegos, del Renacimiento, cuando se conceptualiza el "arte" con mayúscula. Todo lo que no se pinta al óleo queda afuera de eso. Entonces el textil pasó a ser una artesanía, no es arte para la mentalidad tradicional de occidente.
-¿Y para usted?
-Para mí no. Para estos pueblos, esa llamada artesanía era el arte central; esa modificación de materiales la hacían con un sentido simbólico, mítico. No había una galería donde ir a ver arte, o un museo.
Para agendar:
César Paternosto. La mirada excéntrica, muestra curada por Andrés Duprat, se inaugurará en el Museo Nacional de Bellas Artes (Av. Del Libertador 1473) el martes 8 de octubre a las 19, junto con la exposición Poesía Brossa. Esta última reunirá piezas creadas por el poeta, dramaturgo y artista visual catalán Joan Brossa en el centenario de su nacimiento.