Ceguera serial
Ha vuelto a ocurrir. Esta vez fue en Inglaterra, donde Lucy Letby se convirtió en la mayor asesina serial de niños de los tiempos modernos en ese país. Mató a siete bebes. Pero no tuvo que infiltrarse. Trabajaba allí como enfermera en la unidad de neonatología. La sola idea de una persona quitándole la vida a un recién nacido es tan desquiciada, tan contra natura, que no podemos siquiera mantenerla en la mente más de lo que dura la oración en la noticia que informa sobre el crimen. Pero Letby trabajaba allí. El 24 de marzo de 2015, Andreas Lubitz, copiloto del vuelo 9525 de Germanwings, se encerró en el cockpit de un Airbus A-320 y se estrelló contra el macizo de Trois-Évêchés, en los Alpes. Mató a 149 personas. Germanwings era una empresa de Lufthansa. La lista de casos podría seguir un rato largo. La pregunta es cómo personas con trastornos psicológicos tan profundos, con tanta perversidad y maldad o con ambas cosas a la vez terminan en posiciones de tal responsabilidad sin ser detectados por ninguna de las etapas de los usualmente extensos y a veces tortuosos procesos de reclutamiento. Hemos llegado al punto en el que Facebook nos conoce mejor que nuestro cónyuge, pero un hospital ignora que tiene a una asesina serial en su nursery.
Temas
Otras noticias de Catalejo
Más leídas de Cultura
Borges feliz. Un Atlas que muestra al escritor de viaje por el mundo: "No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso"
Quería que lo silbaran. Arnold Schönberg, el compositor que no escribía para imbéciles
Eduardo Stupía. “Me preocupa más la retirada del Estado en salud y educación pública que en el apoyo al arte”
Agenda. 7 recomendados de arte y cultura para esta semana