Castagnino: arte y humanismo
El martes, el Museo Nacional de Bellas Artes inaugura la exposición sobre el artista que supo mostrar un profundo sentimiento humanista a través de sus obras
La exposición de Juan Carlos Castagnino "Humanismo, poesía y representación" que inaugura mañana en el Museo Nacional de Bellas Artes, propone un recorrido por la prolífica obra de este artista a través de dibujos, pinturas, collages, atravesada por el fenómeno social como protagonista permanente de su producción.
La muestra apunta a evidenciar "las permanentes búsquedas estéticas de Castagnino, sin dejar de lado el gran compromiso que asume políticamente con el hombre, al que tiene como protagonista durante toda su vida. El eje es el hombre, en su contexto, en sus vicisitudes cotidianas, con la violencia de los 60", relata la curadora, Clelia Taricco.
Un total de cien obras integran el recorrido donde se intenta mostrar el profundo sentimiento humanista que Castagnino (1908-1972) desarrolla tempranamente en los años de juventud y que se irá consolidando a lo largo de su vida, que "será tanto la clave que atraviesa toda la producción plástica, como la bandera que guiará sus actos".
La exposición va desde una serie de paisajes en blanco y negro, donde ya se puede ver el constante límite que planteaba entre el campo y la ciudad hasta la explosión de color en una serie de pinturas de los 50, como la emblemática "Quemazón", Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Bellas Artes.
Algunos bocetos de murales y una proyección de imágenes apuntan a mostrar el lugar destacado que ocupó el muralismo en su producción, técnica de la que fue el mayor impulsor junto a Antonio Berni y Lino Spilimbergo, además de que su primer acercamiento fue en los años 30, cuando participó del famoso "Ejercicio plástico" del mexicano David Alfaro Siqueiros.
Otra obra emblemática en la carrera del artista marplatense, "Salida de fábrica", un temple del año 52, muestra su preocupación por retratar a los obreros, junto a "Trabajadores en la calle", con la certeza que la pintura debía testimoniar el fenómeno social, trabajadores rurales, obreros y paisajes fabriles. En "Sudario América" (1968) muestra un Cristo crucificado con una referencia a la imagen del Che muerto, mientras que "Napalm" es el nombre de una serie referente a Vietnam, en una década sumamente conmocionada donde la explosión de color y la contemporaneidad van de la mano en sus trabajos.
Cuando en 1962, Eudeba convocó a Castagnino para que ilustre el "Martín Fierro" -se ven aquí algunos de los trabajos- no sólo se llegaron a vender más de 250 mil ejemplares en numerosas reediciones, sino que "no hay nadie que no asocie la cara de ese personaje con estas ilustraciones, realmente fue muy masivo", señaló Taricco. Se ven también ilustraciones que realizó para el libro "Tango Canción de Buenos Aires" de Sábato e ilustraciones para El Quijote.
El director del Bellas Artes, Guillemo Alonso, señaló que "esta exposición nos invita a pensar sobre este gran artista argentino en el centenario de su nacimiento, tan vinculado con lo más esencial de la problemática de nuestro país. La figura de Castagnino es inescindible de su rol como artista y sus inquietudes sociales. Creo que va a ser un suceso de público", destacó.
Las actividades paralelas, con entrada libre y gratuita, incluyen visitas guiadas a las 18, un ciclo de cine todos los viernes de agosto a las 17 (se proyectarán "Los próximos pasados" y "Castagnino, diario romano") y una mesa redonda titulada "Diálogo en torno a los murales de Castagnino y de sus contemporáneos" el viernes 22.
- FICHA. "Humanismo, poesía y representación" desde el 29 de julio hasta el 28 de septiembre, de martes a viernes de 12.30 a 20.30 y los sábados y domingos de 9.30 a 20.30 en el Pabellón de Exposiciones temporarias del Museo Nacional de Bellas Artes, Libertador 1473. Entrada libre y gratuita.