Con budas y los fuegos de Francis Mallmann se inauguró el Faena Festival en Miami
El fuego invitaba a acercarse, y la mesa estaba servida. Sobre la playa, se ofreció un festín: todo tipo de carnes y empanadas preparadas por Francis Mallmann y Paul Qui hicieron honor al tema que inspira este año el Faena Festival: La última cena.
Así se inauguró anoche la segunda edición de este programa cultural abierto y gratuito, impulsado por el empresario argentino Alan Faena en el distrito de Miami Beach que lleva su nombre. Curado por Zoe Lukov, reúne hasta el domingo obras de artistas de distintos países que abordan el tema de la comida como ritual comunitario y su dimensión espiritual.
Faena encendió un sahumerio y lo ofrendó a uno de los gigantescos budas instalados en la playa de su hotel por el artista chino Zhang Huan. Dos monumentales figuras se encuentran enfrentadas: una fue hecha a partir de cenizas de incienso recogidas en templos en China, y la otra de aluminio, el molde que dio forma al buda de cenizas. Este último perdió la cabeza ni bien le quitaron la máscara que la cubría hasta la ceremonia inaugural; esa destrucción estaba prevista como símbolo la impermanencia de la vida, de la muerte y el renacimiento.
Otro de los grandes protagonistas de esta edición del festival es Gabriel Chaile, el tucumano que este sorprendió este año al convidar mate cocido en su stand de Art Basel, en Basilea, el corazón del mercado del arte mundial. Allí vendió de inmediato todas las ollas populares intervenidas, procedentes de comedores de distintas provincias argentinas. Anoche ofreció a cientos de personas en el hotel Faena pan calentado en el horno que construyó para la ocasión, similar a los que ya había creado para la Art Basel Cities Week y para su muestra en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
"Festejando y ayunando, las tradiciones que hemos desarrollado en torno a comidas y experiencias espirituales compartidas son a menudo la base de nuestras vidas -observa Lukov-. Desde la ostia y el vino que eran el cuerpo y la sangre, hasta el 'pan y los circos' que marcaron la decadencia imperial, y a la santidad del derecho a una última comida. A menudo recurrimos a la espiritualidad o la comida para el consuelo y la curación, y este festival nos invita a compartirlo todo".
También representa al país en este encuentro internacional Osías Yanov, con una videoinstalación realizada con Lulo Demarco relacionada con el trabajo sobre la misteriosa "sirena del Río de la Plata" presentado este año en el Faena Art Center en Buenos Aires. Se exhibe desde un barco que navega por la costa. Anoche, decenas de personas se recostaron sobre almohadones ubicados en la playa para ver esa y otras obras, como la de la cubana Ana Mendieta, proyectadas en loop.
"En una semana destinada a comprar y vender, nosotros quisimos ser democráticos: que todo sea gratis y abierto al público", recordó Faena en su discurso inaugural junto al acalde de Miami Beach, Dan Gelber. "Nuestra ciudad busca crear momentos para la gente, que recordarán siempre", dijo este último, que horas antes había presentado a los medios locales la instalación de Leandro Erlich sobre la playa.
Con ese mismo espíritu democrático, Art Basel y el gobierno porteño inaugurarán hoy en Collins Park el parque de esculturas de artistas argentinos que dará cierre el programa Art Basel Cities: Buenos Aires. La celebración de lo que significó este acuerdo de tres años para la escena local se celebrará con un asado. Otro festín, que promete no ser el último.
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