Borges: nuevos títulos amplían la laberíntica biblioteca sobre el gran escritor
En el día de su cumpleaños, una mirada a los libros que expanden la galaxia en torno el mayor autor argentino
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La galaxia de títulos que gravita en torno a Jorge Luis Borges, “rey sol” del universo literario argentino, se expande año a año con ensayos y estudios académicos acerca del autor de El libro de arena, además de perfiles, biografías y entrevistas. La literatura inspirada en la obra de Borges parece proyectarse hacia el infinito, para usar unos de los conceptos favoritos del escritor, y este año suma cuentos basados en cuentos, una enciclopedia sobre el autor que amaba las enciclopedias y un ensayo con dosis biográficas.
Este año, Fondo de Cultura Económica presentó la versión al español de Borges babilónico. Una enciclopedia, volumen dirigido por el escritor e investigador argentino residente en Brasil Jorge Schwartz. La obra, organizada alfabéticamente, agrupa más de 1200 entradas sobre personajes y familiares de Borges; filósofos, escritores y amigos (Silvina Ocampo, Adolfo Bioy Casares, Santiago Dabove, Estela Canto, María Esther Vázquez) publicaciones, literaturas extranjeras, lugares (del Jardín Zoológico y Palermo a Concepción del Uruguay y Guayaquil) y acontecimientos históricos (muchos de índole militar) abordados por Borges en ficciones, poemas y ensayos.
La lista de colaboradores del libro de Schwartz es asombrosa y a la vez canónica: la mayoría refrenda el estatuto del escritor-tótem. Hay una entrada a cargo de Beatriz Sarlo (”Buenos Aires”) y otra de Ricardo Piglia (”memoria”); también se leen “pequeños ensayos” de Edgardo Cozarinsky, Alberto Manguel (”Biblioteca”), David Oubiña, Martín Greco, Magdalena Cámpora, Daniel Balderston (que especula sobre la homofobia en la obra borgeana), Michel Lafon, Iván Almeida, Inés Azar (”matemáticas”) y Pablo Rocca, entre muchos otros. La edición en español, con traducción de la investigadora Patricia M. Artundo, suma nuevas entradas, escritas entre otros por Annick Louis (”nazifascismo”), Gonzalo Aguilar y Horacio González, a cargo de la entrada sobre una de las grandes vengadoras de las letras argentinas: Emma Zunz. Como en toda enciclopedia, hay errores: en la entrada “María Kodama” se dice que la viuda de Borges creó la Fundación Internacional Jorge Luis Borges en 1995; lo hizo en 1988.
Otro volumen que reúne textos de distintos autores es Victoria Ocampo y Borges al encuentro de Shakespeare (Sur), con introducción, selección y notas de María Cristina Viñuela, integrante de la Fundación Sur. El volumen recoge escritos de autores argentinos y extranjeros como Manuel Mujica Lainez, Alicia Jurado, Yves Bonnefoy y Edmund Tracey sobre Shakespeare que habían sido publicados en un homenaje del número 289-290 de la revista Sur, junto con la selección hecha por Borges de “críticas famosas” sobre Shakespeare, firmadas por Ben Jonson, Alexander Pope, Voltaire y Goethe, entre otros.
“Es la reedición de un número de Sur publicado originalmente en 1964 -dice el editor Juan Javier Negri a LA NACION-. Victoria Ocampo le pidió a Borges que preparara una antología de textos sobre Shakespeare para celebrar los cuatrocientos años del nacimiento del Bardo. Dada la minuciosidad de Borges y la impetuosidad de Victoria el proyecto no estuvo desprovisto de tensiones y encontronazos entre ambos y del serio riesgo de naufragio. Victoria se encargó de conseguir a través del Consejo Británico los derechos sobre los textos en inglés aún en dominio privado y Borges incluyó una larga lista de autores que de alguna manera reflejaron sus propios gustos, como Thomas De Quincey, y pidió a eximios traductores argentinos, como Julio Cortázar, que volcaran al castellano los textos en idiomas extranjeros”. Se incluye un breve prólogo de María Kodama, quizás uno de los últimos que escribió. El libro se presenta esta tarde, a las 18.30, en Buenos Aires Art Centre (Asociación Argentina de Cultura Inglesa, Suipacha 1333), con Carlos Gamerro como orador principal, acompañado por Viñuela y Negri.
Ensayo, crónica, retrato y apunte biográfico (con breves escenas autobiográficas), Borges en la biblioteca (Galerna), de Patricio Zunini, sigue los pasos de Borges en las dos bibliotecas en las que trabajó: la Miguel Cané (ingresó cuando tenía 38 años, en 1938) y la Biblioteca Nacional, en la que fue nombrado director en 1955, tras el triunfo de la llamada “Revolución Libertadora”. Se mantuvo en el cargo hasta 1973, año de regreso del peronismo al poder (y de Perón a la Argentina). En su recorrido, Zunini visita la antigua Biblioteca Nacional, en la calle México, para conversar con los investigadores del Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis Borges, Laura Rosato y Germán Álvarez, y narra las peripecias ¿borgeanas? de otros directores de la institución: Horacio González, Alberto Manguel, Juan Sasturain, entre ellos. Borges en la biblioteca tiene un prólogo de Pablo Gianera, un apasionante testimonio de Miguel de Torre (hijo de Guillermo de Torre y Norah Borges) y una entrevista con el biógrafo Alejandro Vaccaro.
“Dicen que el polaco Witold Gombrowicz, desde la cubierta del barco que lo devolvía a Europa, gritaba: ‘¡Maten a Borges!’ -dice Zunini a LA NACION-. Gombowicz vivió en la Argentina entre 1939 y 1963: los años de Ficciones y El Aleph, los años de la polémica por el Premio Nacional, del antiperonismo y de la llegada a la Biblioteca Nacional. Los años en los que, como dice Daniel Guebel, se convirtió en el serrucho que podaba las ramas del árbol de la literatura argentina. ‘¡Maten a Borges!’ ¿Lo habremos conseguido? Hoy Borges es una lectura escolar, es la cita equivocada de políticos y relatores de fútbol, es el objeto de festivales pop. Es un meme y mil memes. Es el ciego frente al mar, el que nunca fue bebé. Hoy se puede hablar y leer y escribir de Borges sin temores; ya ni la sombra terrible de María Kodama nos amenaza. Borges es un autor canónico y canonizado: un santo, el primus inter pares, pero uno más, de la literatura argentina. Dice Pablo Gianera, y yo coincido, que es imposible seguir escribiendo sobre Borges, y que la evidencia está en que se sigue escribiendo”.
El nuevo libro de cuentos de Ignacio Molina parece “darle la derecha” a las afirmaciones de Zunini. Desde el título, que rinde homenaje al cuento “Tres versiones de Judas”, Nueves versiones de Borges (Gárgola), de Molina, está inspirado en la obra de Borges. Los nueve cuentos recrean temáticas, argumentos, tonos, figuras y sintaxis del escritor. “La memoria de Borges”, que parodia “La memoria de Shakespeare”, tiene al autor (Molina) como protagonista; “Samuel Zunz” es una secuela de “Emma Zunz”; “El milagro atroz” versiona “El milagro secreto”, y sitúa a su protagonista en la última dictadura militar; “Las pirañas” remixa dos cuentos: “La intrusa”, de Borges, y “Casa tomada”, de Cortázar. En “El oeste”, que evoca “El sur”, un mulato toma la posta de Juan Dahlmann. “Borges es una suerte de maestro que, a través de las citas y las referencias que dejó en sus libros, nos abre las puertas de su biblioteca para enseñarnos un mundo de posibles lecturas y relecturas”, sostiene el autor en el prólogo.
“Alguien, creo que Beatriz Sarlo, sugirió que para escribir había que ‘matar o sacarse de encima a Borges’- dice Molina a LA NACION-. Tal vez era un consejo para los autores nacidos en los años cuarenta o cincuenta, que debían desprenderse del influjo directo de Borges, pero el sentido de esa frase nunca lo entendí. A Borges no hay que matarlo; hay que vivirlo. Escribir y pretender matar a Borges es como ser futbolista y desconocer a Maradona. Y lo maravilloso de la literatura es que, al revés de lo que pasa en el fútbol, las obras perviven a sus autores y se puede seguir dialogando con ellas y resignificándolas en cada lectura. Eso es lo que intento hacer a través del libro, compuesto por cuentos de mi autoría inspirados en tramas, personajes, temáticas y estructuras de cuentos de Borges; un libro que se apropia de Borges, lo admira, lo discute y lo recrea, bajo la premisa de que, como escribió él en un ensayo sobre la reescritura, ‘la literatura es lo esencial, no los individuos’”.
Por último, el sello Emecé reeditará en septiembre el resonante Borges a contraluz, donde Estela Canto expone intimidades del escritor, y El Hilo de Ariadna anunció el lanzamiento del ensayo del doctor en Filosofía y profesor Bernando Nante sobre Borges, La sombra de la Rosa y la rasgadura del velo. Una lectura apócrifa de Borges. Para leerlo, habrá que esperar a la primavera.
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