Bicentenario de Guayaquil. Cómo es la escultura de San Martín que la Argentina obsequió a Ecuador
Obra de Alejandro Marmo, rinde homenaje al Libertador de América en el Bicentenario del Encuentro de Guayaquil que lo tuvo como protagonista junto con Simón Bolívar; comienza una semana de celebraciones presenciales y virtuales
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LA NACIONDaniel Gigena
Desde esta semana, la luz del héroe máximo de la Argentina alumbrará un parque ecuatoriano. En conmemoración por el Bicentenario del Encuentro de los Libertadores de América -los generales José de San Martín y Simón Bolívar- el 26 y 27 de julio de 1822, en Guayaquil, la Argentina obsequió a Ecuador una escultura del artista Alejandro Marmo (Caseros, 1971). Para la ocasión, el ministro de Cultura Tristán Bauer y el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano viajaron a la histórica ciudad para hacer entrega de la obra y participar de las celebraciones, que se desarrollarán hasta el viernes, con autoridades de ambos países. La escultura de hierro, con el rostro de San Martín, pesa ochenta kilos, mide dos metros de alto y tiene poco más de un metro y medio de ancho. Iluminada con una cinta de luces led, se emplazará en el hermoso Malecón 2000 a orillas del también histórico río Guayas.
La obra se entrega por pedido del país hermano para participar de los festejos; como parte del intercambio de ofrendas, Guayaquil le entregará al ministro de Cultura de la Argentina la llave de la ciudad. La conmemoración busca promover y destacar la importancia política, histórica y cultural del encuentro que reunió por más de cinco horas a San Martín y Bolívar el 26 de julio de 1822 en Guayaquil. Este fue el único sitio donde los dos héroes máximos de la independencia sudamericana discutieron cara a cara el futuro de la región.
La atmósfera de misterio que rodeó por varios años el encuentro dio lugar a varias hipótesis historiográficas y recreaciones ficcionales. “La entrevista de Guayaquil ingresa en la historia bajo una forma harto significativa: la del secreto -escribió Martín Kohan-. Los acontecimientos mismos, por supuesto, respaldan objetivamente esta definición, porque de hecho lo que sucedió es que Bolívar y San Martín por dos veces se reunieron, a solas las dos veces, las dos veces sin testigos [el 26 y 27 de julio de 1822]; y que de los temas allí tratados nada se reveló por parte de ninguno de los dos próceres, entregados uno y otro a un similar sentido de la reserva y de la discreción”.
De Bartolomé Mitre a Ricardo Rojas, y Domingo Faustino Sarmiento a Arturo Capdevila, la entrevista de Guayaquil fue un “desafío hermenéutico” para escritores e historiadores argentinos. En el breve cuento “Guayaquil” (incluido en El informe de Brodie), Jorge Luis Borges confronta no a los héroes sino a dos historiadores; uno de ellos parece abrazar el destino sanmartiniano de retiro y silencio. En Guayaquil, una historia de amor, el dramaturgo Mario Diament reconstruye el encuentro entre los héroes y sus respectivas parejas; en su obra Guayaquil, el escritor e historiador Pacho O’Donnell retomó el episodio histórico. También en el film El encuentro de Guayaquil, de Nicolás Capelli, se aborda la definitoria entrevista.
Marmo -conocido por los murales de Eva Perón en el edificio del Ministerio de Obras Públicas y del padre Carlos Mugica en la avenida 9 de Julio en el cruce con Arroyo- adquirió el gusto por la herrería en el taller de su padre, inmigrante italiano. Autodidacta, desde la década de 1990, mientras se desmantelaba el aparato industrial en el país, creó el proyecto “Arte en las Fábricas” con el que realizó experiencias artísticas con trabajadores y desocupados. Materiales de descarte de las fábricas abandonadas del conurbano bonaerense se transformaron en esculturas de personajes populares y religiosos. Sus obras, que también incluyen pinturas, están emplazadas en espacios públicos como el Barrio 31, el barrio Ejército de los Andes y el Camino de la Ribera, en Avellaneda. Marmo mantiene una estrecha relación con el papa Francisco, que lo recibió en varias ocasiones e hizo emplazar obras suyas en los jardines de Castel Gandolfo. Esculturas de una Virgen de Luján y un Cristo Obrero hechas con rezagos y con la colaboración de trabajadores desocupados integran el patrimonio de los Museos Vaticanos.
Como parte de la conmemoración, se programó un ciclo de cine argentino, y la proyección de la película Revolución. El cruce de Los Andes, de Leandro Ipiña. También se expondrá una muestra histórica en el Museo Naím Isaías sobre la vida y obra de ambos generales con el propósito de transmitir el legado de los héroes, su influencia político-militar y aspectos destacados de su vida. Se exhibirán objetos, obras de arte, réplicas de los uniformes y sables, entre otros bienes culturales.
Para agendar
Hoy, a partir de las 14, comienza el coloquio internacional por los 200 años del Encuentro de Guayaquil, que se transmite por la página de Facebook de Clacso y por su canal de YouTube. Entre otros, participan los investigadores argentinos Pablo Vommaro y Beatriz Bragoni, el uruguayo Gerardo Caetano, el peruano Nicolás Lynch y el ecuatoriano César Montaño Galarza.
Por Daniel Gigena
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