Barbara Hepworth: el poder de lo espontáneo en la escultura
Dame Jocelyn Barbara Hepworth fue una escultora abstracta, considerada una de las más impactantes de mediados del siglo XX. El 25 de agosto de 1939, llegó a St. Ives, una ciudad en la costa sur de Inglaterra, donde estableció su estudio y desarrolló el resto de su carrera. Recordando el aniversario de esa fecha, Google decidió homenajear a esta artista británica con su tradicional Doodle.
Nació el 10 de enero de 1903 en Wakefield, West Yorkshire, Inglaterra, y a los 15 años supo que quería convertirse en escultora. Se inscribió en la Escuela de Arte de Leeds (Leeds School of Art), donde comenzó una amistad de por vida con el escultor Henry Moore, con quien se influyeron mutuamente. Luego, asistió a la Universidad Real de Arte (Royal College of Art), en Londres. Si bien sus primeros trabajos incorporaron elementos clásicos, en la década de 1930 sus piezas ya eran totalmente abstractas. Fue una de las primeras esculturas de este tipo de Gran Bretaña.
Algo que caracterizó su obra fue su uso de la técnica de tallado directo, un método en el que el proceso depende más de las cualidades de las materias primas que del modelo preconcebido del artista acerca de cómo será su obra. Por eso, en su obra lo que prima es la espontaneidad y la búsqueda de la belleza en elementos de la naturaleza, principalmente en la madera y la piedra. Además, le dio mucha importancia al entorno y lugar en el que se presentaba su escultura, que solía tener agujeros, por lo que uno podía ver a través de ella.
"Creo que cada escultura debe ser tocada, es parte de la forma de hacerla y es realmente nuestra primera sensación, es el sentido del tacto, el primero que tenemos cuando nacemos. Creo que cada persona que mire una escultura debe utilizar su propio cuerpo. No puedes mirar una escultura si vas a permanecer rígido, debes caminar alrededor de ella, inclinarte sobre ella, tocarla y alejarte de ella", decía la artista.
Entre los muchos reconocimientos que recibió, Hepworth obtuvo el premio Grand Prix en la Bienal de São Paulo que se realizó en 1959. Además fue nombrada Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico, en 1965. Sus más de 600 esculturas siguen siendo un testimonio del poder único que tiene el arte para reflejar los valores atemporales del humanismo y la belleza natural.
Esta escultora se casó dos veces, tuvo trillizos en 1934 y murió a los 72 años a causa de un incendio en su casa y en su taller. Allí funciona hoy el Museo Barbara Hepworth, que está en Barnoon Hill, St Ives, en Inglaterra.