Aves, plantas y animales de la ciudad, en la guía ilustrada de una familia de artistas conservacionistas
Los Canevari vuelven a trabajar juntos en “Veo Veo en Buenos Aires”, un libro para iniciar a las personas en la observación de la naturaleza; “Andá con los sentidos atentos”, avisan a los lectores
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Jacarandás, tipas, orquídeas del talar y vinagrillos; cigarras y mariposas espejito; cotorras, comadrejas y tortugas pintadas; gallaretas, garzas, lagartos, caburés y murciélagos habitan una de las ciudades más grandes y ruidosas del mundo: Buenos Aires. Para locales y visitantes, la guía ilustrada Veo Veo en Buenos Aires. La naturaleza cerca (Anaquel Editora) ofrece un registro detallado de la fauna y la flora que se encuentra en jardines, calles, reservas y parques porteños. La investigación y las ilustraciones que embellecen la edición pertenecen al artista y naturalista Marcelo J. Canevari (Buenos Aires, 1948), que trabajó en conjunto con sus hijos Miguel y Marcelo, y con la museógrafa Nélida Lascano González. Los dos Canevari artistas -Marcelo padre y Marcelo hijo- fueron galardonados con el Segundo Premio Salón Nacional en 2019 por su primera obra pintada a dúo, la “boschiana” Las ofrendas.
“Hace tres años, mi nieto Ramón viajaba a Iguazú y tenía temor, no sé qué imaginaba de la selva -dice Canevari padre a LA NACION-. Así que para motivarlo se me ocurrió darle una libreta con acuarelas y dibujos de lo que podía llegar a encontrar en el parque nacional: mariposas, pájaros, flores, lagartijas. Le encantó, pero además les gustó a los padres, porque los ayudó a descubrir cosas por las pasarelas de Iguazú”.
Este episodio familiar motivó al artista y conservacionista a continuar con el proyecto. “Quise hacer un libro para no iniciados; lo que está faltando en el país es eso: obras para iniciar a las personas en la observación de la naturaleza, para incentivarlas a conocer más sobre los entornos”, agrega. Con la colaboración de su amiga, la museógrafa Lascano González, y dos de sus hijos, que lo ayudaron a escribir para un público juvenil, Canevari encaró esta obra. “Mucha gente no se da cuenta de la riqueza que nos rodea en la ciudad”. El título del libro, que alude al juego infantil veoveo, destaca la importancia de descubrir y conocer mejor el entorno en el que vivimos.
Canevari padre tiene una amplia trayectoria y conocimiento de la naturaleza de la Argentina a partir de sus trabajos en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y en la Administración de Parques Nacionales, y en la edición de guías de campo y otras obras de divulgación, como Nueva guía de las aves argentinas y Cien mamíferos argentinos (en colaboración con Carlos Fernández Balboa). En sus obras, el arte y la ciencia se unen en defensa de la naturaleza.
En Veo Veo en Buenos Aires se presentan dibujos y explicaciones didácticas sobre el avifauna, las especies animales y vegetales y los insectos con los que convivimos a diario en la ciudad de Buenos Aires y en la región metropolitana. “Se acerca a los lectores al entorno cotidiano con el propósito de despertar la preocupación por protegerlo y conservarlo”, señala el editor. Ciento veinte páginas a color, en un formato similar al de una agenda de dibujos y notas, están disponibles en quioscos de diarios. La primera tirada alcanzó los cuatro mil ejemplares y el costo por guía es (por ahora) de $ 690. También se puede solicitar por mail a veoveonaturaleza@gmail.com.
“Buenos Aires ofrece permanentes sorpresas: calles arboladas que en primavera se visten de increíbles colores, bandadas de loros que vuelan entre departamentos, el vibrante sonido de sierra que emiten las cigarras en las tardes calurosas del verano y muchísimos más. Andá con los sentidos atentos”, se recomienda en las primeras páginas.
Los textos son entretenidos además de informativos. Sobre el pirincho, por ejemplo, se dice que es un ave oportunista que come lo que encuentra, y sobre el pato sirirí, al que Jaime Dávalos le dedicó una canción, que sobrevuela por Costanera Sur día y noche, en bandadas. La lechucita de las vizcacheras vive en cuevas en espacios abiertos y el lechuzón orejudo se esconde entre el follaje. La rana de zarzal canta trepada a plantas acuáticas y el sapo cavador, a orillas de las lagunas. Los frutos de las palmeras pindó, distinguida especie de la familia de las palmeras que reside en el Rosedal de Palermo, alimenta a aves e insectos como el duende de las sombras y la vaquita de las palmeras. La naturaleza escribe su propio cuento de hadas.
“Es una publicación del Proyecto Historia Urbana de la editorial Anaquel y consiste en un trabajo de investigación y arte realizado por los Canevari, dos naturalistas y artistas plásticos”, dice Jorge Carman, director del sello, sobre el primer título de la colección Veo Veo. “Nos ocupamos en general de investigaciones históricas de carácter institucional o personal en distintas áreas: transporte, cine, agronomía, municipios”. Deslumbrado por el trabajo de arte de los Canevari, les encargó un Veo Veo para descubrir y conocer mejor a los otros habitantes de la urbe porteña. “A partir de los primeros dibujos que Canevari padre empezó a hacer para su nieto, conversamos sobre la idea de una publicación con distribución masiva con el propósito de dar a conocer, proteger y conservar la naturaleza cercana con la que convivimos en la ciudad y el AMBA, acompañada de textos didácticos que creemos útiles para niños y jóvenes en este aspecto estratégico de carácter mundial que es el ambiente”. Lectores de cualquier edad que amen la naturaleza y el arte del dibujo se asegurarán un ejemplar.
Habrá más guías ilustradas de Anaquel para hacer crecer la biblioteca de libros dedicados al cuidado -que es amor- de la naturaleza y el ambiente. Para el verano de 2022 se prevé la publicación de una guía dedicada al litoral marítimo -el “Veo Veo de las playas”- y posteriormente otra acerca del área del Iguazú.
Además: pensar (con) la naturaleza
¿Qué significa pensar con un bosque? ¿Cómo hacerlo y con qué fin? En Cómo piensan los bosques (Hekht), del antropólogo ecuatoriano residente en Canadá Eduardo Kohn, se abre un camino para abordar estas preguntas. Por este trabajo, el autor obtuvo el Premio Gregory Bateson al mejor libro de antropología en 2014. Su ensayo filosófico, que gira en torno a la preocupación de cómo pensar en la época actual, pretende dar un giro radical en la manera en que se planea enfrentar un tiempo marcado por los asombrosos cambios climáticos que los seres humanos hemos puesto en marcha, y por todas las fragmentaciones ecológicas y sociales que conllevan estos procesos de cambio. También es una intervención política, al vislumbrar la necesidad urgente de poner en marcha esta otra forma de pensar para el bien de seres humanos y no humanos que formamos parte de la vasta red viviente; una telaraña ecológica que es a la vez asombrosa, frágil y, en general, invisible.
“En Cómo piensan los bosques busco contribuir a estas críticas pos-humanas de las maneras en que hemos tratado a los humanos como excepcionales -y, de este modo, como fundamentalmente separados del resto del mundo- a través del desarrollo de una forma de análisis más robusta para entender las relaciones humanas con seres no humanos”, sostiene el autor. El libro fue traducido por Mónica Cuéllar Gempeler y Belén Agustina Sánchez.