Avelluto se despide de Cultura con la entrega de los premios nacionales
El viernes pasado, la Secretaría de Cultura de la Nación anunció los ganadores de los premios nacionales 2019 para las categorías de libro de poesía, ensayo político, texto teatral, ensayo psicológico y música de tango y folklore, correspondientes al período 2015-2018. De este modo, quedan "al día" los reconocimientos a la producción literaria, científica y artística que, durante el período 2011-2015, habían sufrido retrasos en las entregas. Además, las sumas habían quedado desactualizadas. Los premios nacionales nacieron en 1914.
En esta ocasión, se premiaron las primeras ediciones de obras publicadas o estrenadas en el período mencionado. Entre los nombres de los galardonados, aparecen creadores muy conocidos de la cultura argentina y muchos otros por descubrir. Por los primeros premios se otorgan $130.000; por los segundos, $78.000, y por los terceros, $45.000. Debido a la calidad de las obras presentadas, en algunas categorías los jurados decidieron destacar el mérito de varios autores.
La ganadora del primer premio por libro de poesía fue Susana Villalba, por La bestia ser, publicada por el sello Hilos en 2018. La editorial Llantén publicó en 2019 una antología de esta gran poeta argentina, Sin pelaje, sin sombra. El segundo premio fue para el cordobés Silvio Mattoni, por Tanatocresis (Borde Perdido). Y el tercero, para Bárbara Belloc por Canódromo (Zindo&Gafuri). Mattoni y Belloc son también traductores renombrados. Integrado por Jorge Aulicino, Arturo Carrera y Teresa Arijón, el jurado reconoció libros de Elena Anníbali, Enrique Campos, Darío Rojo, Alberto Cisnero y Diego Colomba.
En la categoría de ensayo político el primer premio lo obtuvo la destacada investigadora Claudia Hilb, por su obra Abismos de la modernidad. Reflexiones en torno a Hannah Arendt, Claude Lefort y Leo Strauss (Fondo de Cultura Económica). El segundo premio fue para Roberto Gargarella, por Castigar al prójimo. Por una refundación democrática del derecho penal (Siglo XXI). Y el tercero se lo llevó Martín Bergel, por El oriente desplazado. Los intelectuales y los orígenes del tercermundismo en la Argentina (Universidad Nacional de Quilmes). Los jurados de esta categoría fueron María Matilde Ollier, Jorge Ossona y Vicente Palermo, que reconocieron los trabajos de Daniela Slipak, Ignacio Zuleta y Marlene Wayar. Es la primera vez en la historia de los premios nacionales que se reconoce el ensayo de una activista travesti (Wayar es autora Travesti: una teoría lo suficientemente buena, de la editorial Muchas Nueces).
En texto dramático la ganadora fue Susana Torres Molina, por su obra Ya vas a ver. Por Orfeo y Eurídice, César Brie obtuvo el segundo premio. Y el tercero quedó en manos del cordobés Paco Giménez, por Pintó Sodoma (escándalo de un mundo equivocado). Los jurados Jorge Dubatti, Helena Tritek y Graciela Galán destacaron el mérito de otros cuatro autores: Andrea Garrote, Gonzalo Demaría, Matías Feldman y Mariano Tenconi Blanco, por la inolvidable Todo tendría sentido si no existiera la muerte.
El primer premio de ensayo psicológico lo obtuvo Luis Sanfelippo, por Trauma. Un estudio histórico en torno a Sigmund Freud (Miño y Dávila). El segundo, Hugo Vezzetti, por Psiquiatría, psicoanálisis y cultura comunista. Batallas ideológicas en la guerra fría (Siglo XXI), y el tercero, Julieta De Battista, por El deseo en las psicosis (Letra Viva). El jurado estuvo integrado por Patricia Altamirano, Rosa Castaldo y María Cristina Lamas.
La música también cosechó premios. En la categoría de tango y folklore, el primer premio se lo llevó Alejandro Simonovich por su obra folklórica Gran concierto para orquesta de charangos y orquesta sinfónica. Nada menos que el maestro Osvaldo Piro, por Milonga para Pichuco, obtuvo el segundo premio, y el tercero fue para el chaqueño Lucas Monzón, por tres canciones de su disco Franco. El jurado estuvo integrado por Suna Rocha, Rodolfo Mederos y Antonio Rodríguez Villar.
El secretario de Cultura, Pablo Avelluto, remarcó que el anuncio de los premios nacionales coincidía con el final de su gestión. "Estoy particularmente orgulloso de haber retomado la tradición de uno de los reconocimientos más antiguos de nuestro país que permiten destacar la vitalidad, la innovación, la creatividad y la inteligencia en la cultura argentina contemporánea", declaró. El funcionario, que a partir de mañana será reemplazado por Tristán Bauer, agregó que para él había representado un privilegio llevar adelante la política de los premios nacionales "sin distinciones ideológicas ni partidarias de ningún tipo".
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