Feria del Libro: Paloma Herrera contó su vida y se sacó fotos con sus fans
A lo largo de una hora, la bailarina presentó Una intensa vidaen el stand de La Nación
La historia detrás del cuadro de Carlos Alonso que le dio su nombre. La relación bifaz con Olga Ferri, su mítica maestra, en oposición a la contención que le dio la coach de toda su carrera, Irina Kolpakova. La impensada idea de cobrar por bailar para una chica de 9 años que tenía todo por delante. La exigencia sin límites, porque "descansar" no entraba en su vocabulario. La agridulce relación con su hermana ("no habrá sido nada fácil crecer conmigo") y el lazo más férreo de todos, que es también un cable a tierra: a Marisa y Alberto, sus padres, está dedicado este libro.
La biografía de Paloma Herrera, que ya está en las librerías, expone también la valentía y los desafíos de una mujer que desde chica fue grande; la vida en soledad, dentro de la "burbuja" todopoderosa (a veces un poco tóxica) de la danza. Revela el significado de las manchas rojas que afloran en la piel en los momentos difíciles. Expone los encuentros románticos, desde su primer beso en septiembre de 2000, y también los "cachetazos" del amor, siempre con la impronta de Una intensa vida. Tal es el título del libro al que la artista argentina le dedicó un año completo de escritura, el período inmediatamente posterior a su retiro tras 25 años de una carrera internacional, que en más de un sentido fue récord. Autobiografía que presentó ayer en el stand de La Nación en la Feria del Libro .
Como si fuera una fina aguja, con esta biografía la bailarina pincha la burbuja, para que aparezca frente al lector una persona desnuda de prejuicios. Por primera vez es, entonces, bailarina y mujer, grandiosa aun en la imperfección. "La vida «es eso», hermosa, pero acompañada de algún «pero». Algún coreógrafo loco, algún partenaire complicado, alguna función no perfecta, alguna pelea de pareja... Sí, finalmente entendía que «eso» justamente era lo maravilloso. Saber que no existe la perfección absoluta, todo el tiempo, y que yo seguía eligiendo ese camino donde los ups eran súper y los downs dolorosos", escribe. Si siempre cabe la posibilidad de tomar la leyenda de tapa -aquí se lee: Mi historia íntimacomo nunca antes la conté- como eficaz anzuelo del marketing, esta vez no hay sobreventa: Paloma Herrera jamás se había mostrado así.
Las páginas exhalan el aire de Nueva York, adonde desembarcó con 15 años. Allí no solamente está el American Ballet Theatre, con su brillo, sus célebres partenaires y los máximos desafíos, sino el comienzo de una historia con los Salvati, la familia que la "adoptó" recién salida al mundo para triunfar, el otorgamiento de una Green Card como "alien of extraordinary ability" y el primer departamento propio en el piso 32 donde la encontró angustiada aquel fatídico 11 de septiembre. La mayoría de los aviones del permanente viaje que lleva esta historia despegan y aterrizan en el J. F. Kennedy; muchos pasan por Ezeiza. Buenos Aires nunca estuvo lejos.
La columna vertebral cronológica del relato -con la mirada y el tiempo de la narración desde este nuevo presente que es 2017- se nutre no sólo de memorias y recuerdos fotográficos. En muchos casos se citan entradas de las agendas que la joven bailarina llevaba a modo de diario; anotaciones con corazones dibujados. Revisó también esos libros en los que quedan escritas las fechas y los lugares donde fueron leídos, a veces hasta con una tarjeta de embarque de señalador.
Todas las palabras claves, muletillas y modismos en inglés propios de su oralidad -también sus refranes de cabecera- aparecen sobre el papel. A estas alturas uno ya sabe que un "OK" de Paloma Herrera es la mínima calificación admisible para una actuación y que, en oposición, "once in a lifetime" define la supremacía de una experiencia. El primero de estos momentos extraordinarios de su carrera es el estreno de Don Quijote, con Julio Bocca, para el ABT. "Pensé en retirarme después de esa función", anota, porque mejor no pudo haber sido. Ella, que más que con otros siempre compitió consigo misma, no veía entonces otro techo posible. Claro que lo hubo.
El día anterior a convertirse en la directora del Ballet del Colón, hace casi tres meses, Paloma Herrera entregaba a Sudamericana los originales de este libro. Esa noche no durmió. Fue lo primero que me dijo al mediodía siguiente, después de las fotos oficiales, durante su primera entrevista tras asumir. Las manchas rojas le bajaban por el cuello hasta el escote. De vuelta en el país, con otro rumbo salido de la "caja de sorpresas" que ella cree que es la vida, con otro amor de su mano, ahora sale a volar, otra vez. Con la misma libertad.
Una intensa vida
Autora: Paloma Herrera
Editorial: Sudamericana