“Artetainment”: el Rosedal se llena de lucecitas de colores con “Secret Garden”

Pasear por el Rosedal de noche y que sea una fiesta de lucecitas de colores es posible durante todo este mes gracias a Secret Garden, una propuesta lúdica e interactiva que trazó un sendero de colores intermitentes entre las rosas del parque de Palermo y sembró frases inspiradoras. Por ejemplo: “La luz es la esencia de la belleza, ilumina nuestros rostros y resalta la maravilla de la creación”, una línea atribuida a la escritora Edith Wharton, la autora de La edad de la inocencia.

Los chicos, los enamorados y los amantes de las selfies lo disfrutan, sobre todo el espacio de hamacas con luces led o el Patio Andaluz, construido en 1929 y obsequiado por la ciudad de Sevilla, que se recorre bajo estrellitas danzantes. El Puente Blanco que cruza el lago tiene un mapping de fuego y continúa bajo cortinas de pelotitas de colores. Las flores que son insignia de este jardín no se ven, pero hay plantadas otras gigantes, rojas, de neón. “La que ayer fue capullo, es rosa ya”, se lee en otro acrílico.

A una semana de haber anunciado su nueva edición en Buenos Aires, Secret Garden ya lleva vendidos 25.000 tickets (cuestan alrededor de $10.000). El año pasado, la propuesta tomó el Jardín Botánico, pero esta vez los creadores de muestras inmersivas como Meet Vincent van Gogh o una dedicada al Barça, se inspiraron en un tema abstracto y bien abarcativo: El Origen. En diecinueve postas, realizadas con tecnología como proyecciones, mappings, realidad aumentada, puntos de luz led de bajo consumo y fuentes con aguas danzantes, se representa una faceta diferente sobre el universo, la naturaleza, los animales, las emociones, las conexiones humanas y el cosmos.

“El concepto inicial de este proyecto es la dupla de tecnología y naturaleza”, señala Héctor Sánchez, director creativo de la iniciativa de Proactiv Entertainment, empresa española dedicada en producción y organización de espectáculos de gran formato. Trabajaron en la realización profesionales argentinos como las escenógrafas Tatiana Mladineo y Luciana Peralta, el compositor Agustín Konsol y los artistas digitales Joaquín Ferronato y Clementina de Miranda, entre otros.

La experiencia se encuadra en un término nuevo, bien preciso: artetainment, mezcla de arte y de entretenimiento. “Es una corriente necesaria para llevar al arte a otro lugar, menos elitista. Esto democratiza el arte, lo lleva a un público más amplio. Esto es un espacio lúdico, para que la gente se olvide de los problemas y se lo pase bien”, dice Sánchez. De arte, no hay que esperar instalaciones del nivel de las de James Turrell, el mago de la luz con museo en Salta, o los japoneses del colectivo teamLab, integrado por artistas, tecnólogos, programadores, ingenieros, animadores de imágenes generadas por computadoras, matemáticos y arquitectos. Hay un puñado de buenas piezas de arte digital junto a inflables, pirámides de hilo y réplicas de tótems de Gaudí en yeso, bien iluminados. “En el Patio Andaluz hicimos apenas una decoración lumínica en la parte superior para cuidar el patrimonio”, señala Sánchez.

“Nos inspiramos en el lugar. A diferencia del Botánico, el Rosedal no es tan frondoso, lo que nos hizo jugar más con la gran escala. La gente se va a encontrar con más instalaciones interactivas”, dice Sánchez.

El año pasado, la propuesta desató una polémica entre agrupaciones ambientalistas, la Comisión Nacional de Monumentos Históricos y el gobierno porteño. Los vecinos tienen un punto: “Se sigue insistiendo en banalizar el patrimonio paisajístico y cultural, y en afectar los ciclos de vida de la flora y la fauna de los espacios públicos”, se lee en un comunicado de la agrupación ambientalista Basta de Mutilar Nuestros Árboles. Las rosas de neón brillan, pero las noventa especies naturales no se ven. Los patos del lago viven noches psicodélicas. El Planetario también aporta su cuota disco, unos pasos más allá. A todo esto, el entretenimiento tiene una intención naturalista: “Es un recordatorio poético de nuestra conexión con el universo y la responsabilidad que tenemos hacia nuestro hogar terrenal”.

“Nos fuimos del Botánico sin reclamos. Fue una experiencia positiva, que ahora mejoramos. Por ejemplo, los caminos son más anchos y más cómodos de recorrer”, señala Luciana Forte, directora de Marketing. La muestra del Botánico se inaugura a mediados de mes en México, después de haberse visto en Montevideo. Una invitación a pasar un buen momento.

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