Arte y medio ambiente, protagonistas de la Noche de los Museos
Varias de las obras exhibidas en más de 270 instituciones y espacios de Buenos Aires apelaron a la conciencia ecológica en la 18a edición de este circuito, en el que participaron más de 900.000 personas
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“El mundo está hablando de esto”, dijo sin dudar Martín Churba. No se refería a Humana, la monumental instalación que creó junto a Jessica Trosman con todo tipo de residuos reciclados, sino al problema que la inspira: la necesidad de reflexionar sobre “el presente y futuro de la civilización”, y la responsabilidad colectiva por crear una vida más sustentable. Presentada hoy al público en la Usina del Arte durante la inauguración de la Noche de los Museos, la obra sintoniza con el tema central de la 18a edición de este encuentro organizado por el Gobierno porteño.
Para apoyar la concientización sobre los temas abordados en la Cumbre Global de Alcaldes de C40, realizada hasta ayer en Buenos Aires, gran parte de la programación gratuita ofrecida hoy en más de 270 museos y espacios de arte de la ciudad estuvo centrada en el vínculo entre arte y naturaleza, la situación climática global, el cuidado del medioambiente y la sustentabilidad. Pese al día frío y gris, la convocatoria fue un éxito: participaron más de 900.000 personas.
Decenas de alcaldes, delegados internacionales, intendentes locales, filántropos, jóvenes y expertos participantes de la cumbre visitaron la obra de Trosmanchurba desde el jueves, cuando la obra quedó en condiciones de ser mostrada después de dos meses de trabajo in situ. Un equipo convocado por los artistas trabajó en la Usina del Arte con materiales de descarte aportados por cooperativas –desde bandejas, y botellas de plástico hasta restos de botiquines y tapas de inodoros– para crear las 24 piezas curadas por Carlos Herrera que se elevan desde la planta baja hasta el tercer piso.
“Valió la pena el viaje”, dijo emocionada frente a la obra Vanesa Quinteros, estudiante de Ciencias Veterinarias que viajó durante más de dos horas desde Merlo. Como ella, miles de personas se sumaron a este recorrido que incluye shows para chicos y de bandas musicales en la plaza de enfrente, así como talleres creativos: hasta la una de la madrugada, cualquier mayor de ocho años podrá aprender a transformar materiales descartados en objetos preciados.
“Un tesoro cotidiano” se tituló justamente el taller de arte con materiales reciclados organizado por el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Formó parte de una programación con artistas de diversas regiones del país, que incluye la Orquesta Escuela Juvenil de San Telmo, bailes y proyecciones de videos sobre la Avenida San Juan, convertida en peatonal para esta noche única. Adentro del edificio de la antigua tabacalera, los visitantes pudieron recorrer allí las variadas muestras del programa Un día en la Tierra, dedicado a “la necesaria y urgente reflexión sobre el presente de la humanidad y su relación con el planeta”.
“Queremos mostrar que se pueden hacer obras de arte con múltiples materiales de uso cotidiano como plásticos, cueros, cartones”, señaló a LA NACION la historiadora del arte Sol Santich en el Departamento Educativo del Moderno, mientras familias enteras comenzaban a llegar al museo para participar de esta gran fiesta popular.
“Esta es probablemente la Noche de los Museos más espectacular que haya hecho el Moderno en su historia. Estamos felices de celebrar nuestra cultura federal y a los artistas de todo el país”, opinó Victoria Noorthoorn, directora del museo.
Entre quienes participaron de esta celebración expandida se contaba el artista Juan Sorrentino, que con su banda El Pastiche. En Fundación Andreani, este último presenta una imperdible instalación que conecta arte, música y naturaleza: titulada A 8′ 18′' del sol, hace referencia al tiempo que tarda la luz emitida por ese astro en llegar a la Tierra.
Además de participar en la Noche de los Museos, Fundación Andreani formó parte del circuito Gallery, impulsado hoy por Arte al Día en el Distrito de las Artes, que incluyó la fiesta de cierre de la exposición de Nicanor Aráoz en la galería Barro. Estuvieron artistas como Flavia Da Rin, Marcelo Pombo y Jorge Miño.
A pocas cuadras de allí, a las 17.30 cientos de personas ya formaban una fila de una cuadra para ingresar en Colón Fábrica, uno de los espacios más convocantes de la Noche de los Museos. Igual que el Malba, con la muestra que incluye una “capilla” dedicada a las obras de Frida Kahlo: antes de las 19, los visitantes ya rodeaban toda la plaza República del Perú, y durante la primera hora ya habían entrado 2000 personas.
Una peregrinación similar se dirigía mientras tanto hacia la plaza Juan Facundo Quiroga, cercana al Museo Sívori, para presenciar en silencio absoluto un baile hipnótico. Sobre una pantalla de seis metros de alto por otro tanto de ancho se exhibe allí Machine Hallucinations: coral, la obra digital mutante de Refik Anadol, presentada semanas atrás en el Teatro Colón durante la semana del arte e instalada ahora al aire libre en el Rosedal de Palermo.
Mañana también se activará esta sucesión de 1.742.772 de imágenes de corales, intervenidas digitalmente por el artista turco. Presentada por primera vez en América Latina gracias a una colaboración entre y su dueño, el coleccionista David García, la plataforma artbag y el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, esta pieza registrada como Token No Fungible (NFT) fue comisionada y subastada en diciembre por Aorist a beneficio de The ReefLine. Este proyecto, impulsado en Miami por Ximena Caminos, consiste en un parque público de arrecifes artificiales diseñados por artistas –entre ellos, Leandro Erlich–, que busca proporcionar resiliencia costera y un hábitat a los corales en peligro de extinción.
“Esta obra se centra en lo esencial que es para nosotros conservar nuestros océanos –señaló entonces Anadol–. Demuestra que cuando existe una colaboración armoniosa entre la máquina, el hombre y la naturaleza, el resultado puede ser poético y hermoso y, con suerte, puede inspirar cambios”.