Art Basel Cities termina hoy una semana intensa con más esperanzas que realidades
El gobierno porteño invirtió dos millones de dólares y las ventas de arte no aumentaron; ¿se plantó una semilla?
Hoy es la última jornada de una semana maratónica para los amantes del arte , en la que cupieron más de 80 actividades en la agenda de Art Basel , entre sus 18 instalaciones en espacios de cinco barrios porteños, las 20 instituciones asociadas con sus propios atractivos, las 40 galerías nacionales e internacionales congregadas en la feria de fotografía BAphoto , los tres días de Gallery Weekend y un sinfín de pequeños encuentros a puertas cerradas en galerías, museos, casas de coleccionistas y talleres de artistas.
Es, entonces, la última oportunidad para visitar en un muelle la obra de Eduardo Basualdo. O perderse en el Jardín Botánico a la espera de encontrar los flautistas de Eduardo Navarro. En fin, atravesar la ciudad a través de Rayuela, el juego de instalaciones que trazó Cecilia Alemani. O bien, visitar Eternity, el cementerio de vivos de Maurizio Cattelan, sin dudas el más vivo de todos: no hizo su obra sino que propuso un proyecto colaborativo que materializaron artistas argentinos, disfrutó la estadía y no se molestó en ser amable. Lo esperable de un maestro en el arte de incomodar. Hoy habrá una fiesta en las terrazas de la antigua Cervecería Munich.
Sí, resultó agotador, pero esta terapia de shock tenía por fin deslumbrar a más de 200 invitados internacionales con la esperanza de difundir en la aldea global la idea de Buenos Aires como destino cultural. Invitados por Art Basel o atraídos desde la Bienal de San Pablo por el sello de garantía suizo, se fueron contentos y más a gusto con la organización.
¿Valió la pena la inversión del gobierno de la ciudad? En ventas, no. Los coleccionistas socializaron, recorrieron, se interesaron, pero una compra lleva mucho más que los veinte minutos que pasaron en alguna galería. En otras pasaron más tiempo. El próximo convite de Art Basel coincidirá con arteBA.
Patrick Foret, director de Iniciativas de Negocios de Art Basel, analiza los factores de impacto: "A corto plazo, son el número de charlas y clases magistrales que contribuyen a la transferencia de experiencia a la escena artística local; ingresos por patrocinio de compañías que no han contribuido a las artes en la Argentina previamente, como UBS y Audemars Piguet; ventas logradas con visitantes internacionales; la cobertura de los medios y el alcance de la comunicación en redes sociales. El impacto a largo plazo será la cantidad de conexiones y relaciones establecidas que resultarán en ingresos para la escena artística a través de oportunidades de intercambio y ventas".
Los atractivos fueron muchos también para el público de la ciudad. "Pasaron cerca de 600 personas por día en el fin de semana", calculó Basualdo. "Fue una oportunidad para que actores fundamentes del sistema del arte internacional divulguen nuestra escena", dice la galerista Gachi Prieto. "Basel trajo un público nuevo. El programa era de inmersión cultural, no un tour de compras", dice Orly Benzacar. "Por la galería pasaron más de 350 personas el día del Gallery. También fueron muy buenas las visitas a talleres de artistas. Uno nunca sabe qué semilla se está plantando", dice Nora Fisch, galerista. El Gallery Weekend, organizado por arteBA y Meridiano, comparte nombre con los recorridos que celebra desde 2001 Arte al Día.
No hay números oficiales aún para dar magnitud al fenómeno. "El programa apunta a desarrollarse a lo largo de los años. El primer año se definieron los elementos a largo plazo del programa, en 2018 nos enfocamos en el programa de arte público y ahora nos vamos a preparar para que el próximo podamos tener una experiencia positiva", indica el ministro de cultura porteño, Enrique Avogadro. El presupuesto, ha dicho, será más modesto.
- Para agendar: Hoy, a las 17, cierre de la semana en la antigua Cervecería Munich (Avenida de los Italianos 851, Costanera Sur). Gratis
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