Art Basel Buenos Aires jugará a la Rayuela por los barrios y traerá a un astro italiano: Maurizio Cattelan
Un recorrido no lineal y azaroso por la ciudad, de cara al río. Así será Rayuela, la primera experiencia de Art Basel cities, que tomará cuerpo en Buenos Aires por una semana, del 6 al 12 de septiembre, con curaduría de Cecilia Alemani. La idea es que las obras dialoguen entre sí y con las inusuales sedes que alojarán arte contemporáneo en parques, plazas, edificios en decadencia, museos de curiosidades o viejas naves industriales de tres barrios: La Boca, Palermo y Puerto Madero.
La selección de nombres tiene mucho de local, una pizca estadounidense, donde reside la curadora, y un astro: el provocador italiano Maurizio Cattelan. Entre los argentinos están Eduardo Basualdo, Gabriel Chaile, Santiago de Paoli, Luciana Lamothe, Ad Minoliti, Eduardo Navarro, Leandro Katz, Mika Rottenberg (videoartista residente en Nueva York), Mariela Scafati y Vivian Suter (residente en Guatemala desde 1982). Se le suman la mexicana Pia Camil, los estadounidenses Alex Da Corte, David Horvitz y Barbara Kruger, además del cine experimental de Stan VanDerBeek (fallecido en 1984).
Cecilia Alemani tiene experiencia en arte público e intervenciones urbanas: es la curadora de la High Line en Nueva York City desde 2012, por donde pasaron más de 200 artistas. También se ha ocupado del pabellón italiano en la Bienal de Venecia de 2017. Y el sello Art Bassel tiene su peso: la feria creada en 1970 por galeristas de Basilea sigue siendo la más prestigiosa, donde se mueven las cifras astronómicas del arte contemporáneo global, con sedes en Miami y Hong Kong. El programa Art Basel Cities apunta a ayudar a desarrollar el paisaje cultural local y ponerlo en una vidriera global. Las piezas especialmente comisionadas se complementarán con charlas y un programa cultural de exhibiciones, performances y actividades en los principales museos e instituciones locales asociadas.
Como en el juego infantil y como en la obra de Julio Cortázar, hay algo de capricho en esto de montar piezas que salen de contexto como son las del arte contemporáneo (la semana de las artes tendrá esculturas, instalaciones, performances y acciones participativas). Los artistas fueron invitados a pensar obras especialmente para las sedes, buscando crear experiencias que conecten las artes visuales, el espacio urbano y las historias de la ciudad. Gestos espectaculares o intervenciones sutiles.
La novela de Cortázar, que se puede leer en múltiples maneras, saltando entre capítulos, inspira este programa de arte público que plantea diferentes recorridos a través del tejido urbano, por sedes nunca antes visitadas y paisajes olvidados, tan novedosa para visitantes extranjeros como locales. "Rayuela reúne a artistas argentinos e internacionales que están trabajando estrechamente con los sitios que seleccionamos para el programa para crear una experiencia inmersiva completa que entrelace el arte y la ciudad. Todos de diferentes maneras, los artistas en el programa imaginan nuevos tipos de participación coral, componiendo intrincadas coreografías en las que individuos y colectivos se entretejen en nuevos modelos de co-existencia", dice la curadora.
La llegada de la obra de Cattelan, reconocido artista internacional que ha enterrado a un faquir en Venecia, convertido a Hollywood en un basural y en su historia más reciente expuso un inodoro de oro en el Guggenheim de Nueva York , no pasará desapercibida: piensa crear un cementerio ficticio en pleno Palermo. Un experimento en escultura social, el proyecto titulado Eternity será un cementerio temporal para la vida, realizado en colaboración con cientos de artistas en Buenos Aires. A través de una convocatoria abierta, artistas y aficionados estarán invitados a participar creando lápidas para amigos y enemigos, personas reales o personajes imaginarios, amantes y enemigos que todavía están vivos. Este cementerio de los muertos vivos se ubicará en Palermo.
"Cuando me llamaron me sentí como parte de esta ciudad. Y contento", dice Gabriel Chaile, que tiene 30 años y vino de Tucumán en 2009. El año pasado tuvo una gran exposición en el Museo de Arte Moderno.
Eduardo Basualdo tiene ahora una obra en exhibición en la Usina del Arte, y está proyectando otra para el programa Art Basel: "La curadora Cecilia Alemani me invitó a presentar un proyecto. La obra está en proceso. Por el momento, está asumiendo la forma de un recorrido a lo largo de un camino sin salida. Como muchos de mis trabajos conjuga la sensación de encierro con la idea de libertad. Se desarrolla en uno de los bordes más tajantes de Buenos Aires: el Río de la Plata. Abre una puerta para salir y volver a entrar a la ciudad". La obra de Luciana Lamothe es otra megaescultura: funcionará como una extensión de su sitio, evocando un espacio suspendido entre construcción y destrucción, presente y futuro, arquitectura y ruina.
En cambio, la de Ad Minoliti es casi inmaterial. "Se llama Simposio de pintura expandida y ficción especulativa. Es una instalación experimental que se activara con una jornada de charlas y debates. Participaran teóricas, activistas y artistas invitadas de diferentes disciplinas. La idea es mutar un formato de encuentro que vemos en las universidades, como los simposios, pero pensando o experimentando alrededor de una escuela feminista de pintura. Este simposio es parte de una serie de proyectos que relacionan educación artística, teorías y prácticas feministas queer", cuenta. La jornada experimental se realizará en una instalación de pinturas, siluetas y accesorios, en un edificio racionalista emblemático como es la casa Victoria Ocampo donde hoy funciona el Fondo Nacional de las Artes (Rufino de Elizalde 2831).
La representación de cuerpos, tanto como herramienta para acciones colectivas, como un lugar para la construcción de identidades y comunidades es un tema recurrente. Por ejemplo, lo trata la artista Pia Camil, que crea ambientes que colapsan la distancia entre la obra de arte y la audiencia en una experiencia compartida. En cambio, el artista estadounidense David Horvitz rendirá homenaje a Marcel Duchamp, que conmemora el centenario de la estadía de nueve meses del artista francés en Buenos Aires en 1918.
La semana se completa con un programa de charlas que ponen el foco en la escena del arte de Buenos Aires, que incluirá conversaciones con los artistas participantes. Coinciden en el buen trato de la organización, que asume los costos de producción y paga honorarios a los artistas como en cualquier país civilizado. Mañana habrá una conferencia de prensa del Jefe de Gobierno de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, junto con el secretario de cultura Enrique Avogadro, donde se conocerán más detalles. La iniciativa es un esfuerzo mancomunado entre la feria y la ciudad. De Buenos Aires se trata.