ARCO recibió a los Reyes de España y se manifiestó por la liberación del cubano Hamlet Lavastida
MADRID.– Inmaculada Salinas y Hamlet Lavastida son hoy, sin lugar a dudas, los protagonistas del día en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCOmadrid. Los Reyes de España y otras autoridades recorrieron este mediodía los pasillos de este encuentro clave que se inauguró ayer, con acceso restringido a coleccionistas y personalidades del arte, y que desde esta tarde abre sus puertas al público general. La atención de Felipe VI se depositó en Síntomas, de Salinas, la artista sevillana representada por de la galería Rafael Ortiz. Además, el acto organizado para exigir la liberación del artista cubano, detenido desde fines de junio por el régimen de su país, suscitó una gran convocatoria.
A causa de la crisis sanitaria, la Casa Real procuró que en el tradicional recorrido de los Reyes, visita con la que los organizadores de la Feria dan por inaugurada oficialmente ARCOmadrid, se respetara la distancia social. Por los amplios pasillos de esta edición, Felipe VI y Letizia caminaron y se detuvieron a conversar con algunos galeristas. Una de las paradas de los monarcas fue en el stand de la galería sevillana Rafael Ortiz que ya vendió obras de Miki Leal y de José Thuillier. La directora de este espacio, Rosalía Benítez, destacó el interés del rey por Síntomas, de Inmaculada Salinas, un minucioso trabajo realizado con lápiz. También confió Benítez a LA NACION la atención que prestó Felipe VI a la producción del Equipo 57, un grupo de referentes del arte geométrico surgido aquel año. Entre ellos, se destacó a Agustín Ibarrola, cuyo Guernica para Gernika (Guernica Gernikara, en eukera), un mural de 10 metros, es una de las obras más elogiadas de este encuentro.
Esta edición de ARCOmadrid pone en primer plano al arte latinoamericano y sus exponentes no eludieron un tema clave y que preocupa a la comunidad: la detención del cubano Hamlet Lavastida en La Habana el pasado 26 de junio. El artista, que había estado durante los últimos tres años fuera de Cuba, realizando diversas residencias, había regresado de Alemania el 21 de junio tras exponer en la galería Künstlerhaus Bethanien la muestra Cultura profiláctica, crítica del socialismo en Cuba. TBA21 (Thyssen-Bornemisza Art Contemporary) organizó un foro al que asistieron el artista Marcos Castillo, el comisario Gerardo Mosquera, ambos cubanos, la comisaria Sofía Lemos y el curador mexicano Cuauhtémoc Medina. Los cuatro oradores presentes, en un auditorio colmado de artistas –algunos de ellos miembros de grupo San Isidro, opositor al régimen–, prensa y galeristas exigieron la pronta liberación de Lavastida. “El miedo fundamental que tiene el régimen cubano es la unión de los artistas y de los intelectuales, que siempre ha existido, pero que desde 2018 se ejerce con una misma voz en defensa de los derechos y las libertades. Esta unión no ha parado la represión, el secuestro o encarcelamiento exprés, una metodología que utiliza la policía del estado para intimidar a la gente. Es un método bastante agotador porque te pueden dejar encerrado durante 2, 4 o 6 días y se va creando un clima de represión y de tortura psicológica bastante marcada”, explicó Castillo.
Lavastida se encuentra en la cárcel de Villa Marista, conocida por la brutalidad del trato que reciben sus presos. Mosquera explicó que el artista está acusado del delito de “instigación a delinquir”, un hecho que considera absurdo. “Hemos convocado a este encuentro porque tenemos el temor de que, en caso de que Hamlet sea encausado, se le imponga una sanción ejemplificante como modo de amedrentar. Puede ser también una advertencia a los cubanos que viven fuera de Cuba para que no regresen”, agregó el curador cubano. Medina leyó el manifiesto que han firmado intelectuales y personalidades del arte exigiendo la liberación del artista de 38 años. “Este conjunto visible de personalidades del arte, que representamos posiciones que frecuentemente no están unificadas y que además actuamos de manera diferente, en este caso se adhieren con su firma porque se entiende la particularidad y la gravedad de este hecho. Nos expresamos de modo respetuoso al gobierno cubano, pero consideramos que su acción ha alcanzado un nivel de peligrosidad que nosotros percibimos como inusitado”, dijo Medina. Tras la presentación de los oradores, se realizó una performance colectiva, El billetaje quemando la calle, ideada por Lavastida, pero que no pudo concretarla aún. Los artistas presentes, no solo cubanos, estamparon en antiguos billetes de varias divisas la consigna “Free Hamlet” y luego los lanzaron por los pasillos de la Feria.
Los más caros
Reactivar el mercado tan golpeado por la pandemia es el reto que se propone esta edición donde todo lo exhibido está a la venta. La pieza más cara, un mural, ofrecido por 1,3 millones de euros, fue creada por el venezolano Jesús Rafael Soto precursor del cinetismo, representado a través de la galería Cayón. “Es un artista fundamental. Esta obra, además de su belleza, tamaño y sutilidad, fue presentada en el Centro Pompidou en 1979”, explicó a LA NACION Cristóbal Cayón, director de la galería, y aseguró que hay varios coleccionistas españoles interesados en adquirirla. También sobresale un cuadro original de Pablo Picasso, que se vende por medio millón de euros. La escultura de Jaume Plensa, Hombre sentado, se ofrece por 350 mil euros y hay fotografías, como la que da la bienvenida al visitante en el acceso al Pabellón 7, de Santiago Sierra y Eugenio Merino, quienes retrataron a veteranos de guerra, cuyo rostro no se ve, sino que están de espaldas. El precio de esta fotografía asciende a 22 mil euros.
Visitado con complicidad, la palabra clave de esta edición tan particular, más acotada, pero igual de efervescente, y entusiasmo, esta edición de ARCOmadrid parece estar cumpliendo su objetivo de reactivar el mercado tras los azotes de la pandemia.