“Aquí me pongo a tuitear/ al compás de la vigüela”: comienza la lectura del Martín Fierro en el fogón de Internet
El viernes se lanza en el Museo José Hernández esta propuesta que pondrá a payar las redes sociales durante una semana; este año se cumple un siglo y medio de la publicación de la obra de José Hernández
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Que no se trabe el teclado ni falte conexión a internet. A 150 años de la publicación del libro más idiosincrásico de la Argentina -el Martín Fierro de José Hernández- se lanza en redes sociales la primera lectura “gauchicolectiva” de la primera parte de la obra, con el hashtag #MFierro150. El lanzamiento de esta campaña masiva de lectura tendrá lugar en el Museo de Arte Popular José Hernández (Av. del Libertador 2373) el viernes, a las 19, con el historiador Luciano de Privitellio como invitado especial.
La lectura se hará en Twitter, Instagram y Facebook del 3 al 24 de octubre, de lunes a sábado, a razón de un canto por día. La primera parte de Martín Fierro, publicada en 1872, tiene 2316 versos (en su mayoría octosílabos) distribuidos en estrofas (en su mayoría sextillas) en trece cantos. Organizan el ciberhomenaje el profesor de literatura Sebastián Noejovich, el escritor Esteban Castromán y la estudiante Marina Tabasso.
Jorge Luis Borges consideraba el poema narrativo de Hernández una “novela de organización cuidada o genial” y comparaba a Hernández con Mark Twain, Gustave Flaubert y Fiodor Dostoievski. Los “martinfierristas” de las redes proyectan nuevas formas de acercamiento a la obra un siglo y medio después de su publicación. Ensayistas como Ezequiel Martínez Estrada, David Viñas, Pedro L. Barcia, Noé Jitrik, Élida Lois, Josefina Ludmer y Julio Schvartzman compartieron sus tesis sobre el Martín Fierro.
“¿Sería posible elaborar una payada, abierta y colaborativa, para recorrerla en clave contemporánea? -dice Castromán a LA NACION-. Así fue como creamos #MFierro150, una campaña de lectura en redes para celebrar el 150° aniversario, impulsada desde nuestro entusiasmo de lectura y replicando las exitosas experiencias desarrolladas en torno a La Divina Comedia, Don Quijote y algunos títulos emblemáticos de William Shakespeare”.
La propuesta se enriquecerá con la participación de los lectores. “Mediante ilustraciones, videos, música, recitados en clave flow, microperformances instantáneas y todo aquello que esta obra sea capaz de inspirar a quienes participen”, destaca Castromán, para quien el Martín Fierro admite hoy diversas lecturas. “Mi preferida está vinculada en el cruce con el hip hop y el rap -dice-. El autor quería reflejar el lenguaje de los gauchos: darles ‘voz’ a los desclasados y que todos escucharan, en primera persona, lo que tenían para decir aquellos que no tenían ‘voz’. Entonces aparece un libro con este personaje que se planta y se ‘pone a cantar’ en forma de payada, algo muy parecido a una batalla de gallos”.
Noejovich trabaja en sus clases de literatura en escuelas secundarias con la obra de Hernández. “Y sé que puede seguir emocionando a los jóvenes -sostiene-. La experiencia de lectura compartida ha resultado para mí tan enriquecedora como la preparación de las clases. La historia que Hernández nos propone a través de la voz del gaucho Fierro es la historia de una pérdida y también la de un reencuentro, familiar y social, en la medida en que aquel gaucho que renuncia a cualquier forma de sociabilidad en la primera parte del poema regresa en la segunda parte para ver si ‘puede’ vivir y lo dejan trabajar. Los tiempos han cambiado y sabe que ya no persiguen, pero lo importante es que confía en que ese nuevo orden social tiene un lugar para él. Luego, el amor y el despecho, la violencia más desembozada, la corrupción y hasta la amistad más tierna tienen lugar en esta historia, que sin abandonar nunca la versificación puede leerse como una buena novela”.
¿Cómo fue que Hernández conoció la vida del gaucho?
— Sebastián Noejovich (@snoejovich) September 26, 2022
Para ampliar mi posteo del 16/9 en esta previa de #MFierro150 y yendo al caso particular de Hernández, debemos recordar que su padre, con quien convivió recién desde 1843, pic.twitter.com/Xti5TDmcJB
El docente señala que el ejercicio de contextualizar la obra -que se llevará a cabo durante la campaña de lectura colectiva- es muy útil. “Permite entender qué era aquello que verdaderamente importaba para el autor y que lo llevó primero a involucrarse militarmente y luego escribir el poema más memorable de nuestra literatura -dice Noejovich-. Los 150 años del Martín Fierro son entonces, como cualquier cumpleaños, la excusa para celebrar un vínculo, en este caso el que tenemos nosotros con una obra literaria, pero también para propiciarlo. Pensamos esta campaña como una fiesta, a la que por suerte podemos invitar a todos sin arruinarnos económicamente”.
“Lo leemos tratando de ver en él, como en un espejo, las emociones de quien se ve obligado a cambiar radicalmente su vida por circunstancias que no eligió -afirma Tabasso-. Siendo testigos del proceso interno de adaptación para sobrevivir y la búsqueda de oportunidades para cambiar y animarse a hacer lo que uno nunca se hubiera imaginado que podría. Martín Fierro es un hombre que se transforma y que se mira a sí mismo. No es muy difícil sentirse identificados, salvando las distancias, con situaciones así luego de haber atravesado una pandemia en la que nos vimos obligados a sobrevivir y reinventarnos”.
Este año Marcelo Birmajer y Simón Birmajer (hijo mayor y socio creativo del escritor) publicaron la novela Martín Fierro siglo XXI (Edhasa), donde el héroe gauchesco debe superar una serie de pruebas. “Muy recientemente, releyendo el Quijote, encontré el instrumento vigüela [vihuela], en el capítulo XLVI en que el Quijote es cortejado por Altisidora en la casa de los duques -dice Marcelo Birmajer a LA NACION-. Soy un lector empedernido del Martín Fierro desde la infancia, cuando leí la edición ilustrada de la editorial Sigmar, para chicos, antes de leerlo en un ejemplar encuadernado en quebracho que me regalaron para mi bar mitzvá”.
En Martín Fierro siglo XXI, se narra el regreso de Fierro a un futuro muy cercano al presente. “Como Hércules o Asterix, tiene que cumplir una serie de pruebas para que no lo borre el olvido -resume-. Transcurre en una Argentina distópica que tiene muchos puntos en común con la actual”. A Birmajer, la propuesta de #MFierro150 le parece oportuna y maravillosa: “Es un texto que invita a narrarlo, a contarlo, a payarlo y a decirlo, y las redes son un fogón no solo virtual sino también virtuoso para compartirlo”.
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