Ampliación del museo: edificarán una nueva sede del Bellas Artes en la Plaza de los Dos Congresos
Será un Centro de Conservación y Reservas, con capacidad para unas 13.000 obras; el convenio que adjudica el predio donde se hará la construcción se firmó mientras se espera la designación del nuevo director de la institución
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En una semana de vigilia, a la espera del cónclave de jurados que eleve la terna al ministro de Cultura para la designación del nuevo líder del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), sigue sin escucharse la frase Habemus director. Pero el actual, Andrés Duprat, que aspira a conservar su cargo, logró avances en un tema pendiente de larga data: la ampliación del museo.
Ayer Duprat firmó un convenio que adjudicó al mayor museo del país un predio de 1700 metros cuadrados frente a la Plaza de los dos Congresos, donde se erigirá el nuevo Centro Nacional de Conservación y Reservas del MNBA. “Las reservas hoy, en el subsuelo del museo, están llenas. Este es un antiguo anhelo, y en los últimos años se barajaron distintas opciones. Es la misma idea de Tecnópolis, que se suplanta con esto, lo mismo que la idea de ampliación en Canal 7. El museo necesitaba unas reservas amplias, tecnologizadas, talleres y con acceso público”, explicó Duprat a LA NACION.
Firmaron el acuerdo (solo eso por ahora), en las oficinas del mismo director, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, y el presidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), Eduardo Albanese. Se trata del traspaso al Ministerio para uso exclusivo del Bellas Artes del último lote libre en el Kilómetro 0, en Av. Rivadavia al 1600 (vecino del Cine Gaumont), donde se podrán edificar unos 10.000 m2. Además de reservas de obras de arte visitables, habrá talleres de restauración, laboratorio fotográfico y de rayos, carpinterías, salas de exposiciones, auditorio, oficinas y espacios para servicios educativos, terraza panorámica con mirador a la plaza, un jardín de esculturas, biblioteca, restaurante, cafetería y tienda. También, oficinas administrativas y áreas destinadas a consultas de investigadores y a tareas de documentación y registro.
“El programa de necesidades es bastante complejo. Queremos que sea un polo cultural y de servicios para otros museos. Es un lote de 30 metros de frente por 70 de fondo. ‘Reservas’ no son sólo grillas para pintura: también se necesita espacio para esculturas y para obras de arte contemporáneo de gran tamaño, instalaciones, video, arte electrónico, planeras para obras sobre papel. Es muy diversa la idea de reserva para obras de arte”.
El plan es parte de la tendencia de los principales museos del mundo de sacar a la luz los depósitos, como hizo el Louvre en París o el flamante Museo de Arte Oriental en Buenos Aires. Las obras no se verán como en una muestra, una a un metro de la otra, sino en conjunto, en una grilla o a través de un vidrio: “La idea es correr el velo de una de las colecciones de arte más importantes del continente”.
El espacio que hoy alberga la colección, las reservas del subsuelo, guardan 13.200 obras que integran el patrimonio del museo. Se exhibe entre un 10 y un 12% y el resto permanece guardado en seis espacios de la sede de Avenida del Libertador 1473, al cuidado de Mercedes de las Carreras, jefa de Gestión de Colecciones del MNBA, y un equipo de once personas. Cuando esté el edificio construido, las obras se mudarán, y esos espacios tendrán nuevo destino como reserva transitoria, donde se alojarán los cajones de muestras temporarias. “Están semienterradas, porque para entrar al museo, se sube medio nivel. Entonces queremos recuperar ese nivel para exposiciones y para un museo de sitio para revelar la historia del edificio. El museo es una reforma de 1930 del arquitecto Alejandro Bustillo de la antigua Casa de Bombas de la ciudad. Por eso, hay restos del siglo XIX, como los piletones”, sigue Duprat.
En esta etapa, el director definirá las necesidades del edificio, para después encargar el proyecto a través de un concurso de arquitectura, probablemente. Luego, claro, habrá que construirlo. “Esto resuelve un problema para siempre. Habrá metros cuadrados para seguir sumando obras, y para poder mostrarlas”, cuenta. Muestras de la colección se expanden hoy en espacios como el CCK y el Centro Cultural Borges.
A Duprat se lo escucha entusiasmado y lleno de proyectos. Es una buena noticia, pero llevará su tiempo. En unos días, recibirá la noticia si seguirá siendo él director del museo o si deberá dejarle su sillón a una sucesora, como María Isabel Baldasarre, directora nacional de Museos de la Secretaría de Patrimonio Cultural, o Mariana Marchesi (presente en la firma), coordinadora ejecutiva del MNBA . “Me encantaría quedarme, porque esta es una idea que vengo trabajando hace un montón, lo mismo que la ampliación del Bellas Artes que comienza en estos días”. Se trata de la construcción de una estructura de hierro y vidrio que incluirá escaleras y ascensores, que comunicará al museo con el renovado pabellón construido para la Exposición del Sesquicentenario de la Revolución de Mayo por el arquitecto César Janello junto con Rubén Fraile y Jorge Gómez Alaiz, ubicado sobre la Avenida Figueroa Alcorta al 2200, donde funciona Amigos del Bellas Artes. Duprat suspira: “Eso comienza ahora. Me da mucha ilusión ver concretados estos proyectos que hice durante mi gestión”.
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