Alta Fidelidad: su nombre es Luca
La historia de Luca Von Reichenbach se cruza con una de las muestras mas vistas en lo que va del 2023: “Del cielo a casa”, una avanzada del diseño sobre el arte en Malba
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“Mi nombre es Luka vivo en el segundo piso/ justo arriba tuyo/ sí, creo que me viste alguna vez/ si escuchás algún ruido a la noche/ algún tipo de problema o pelea, solo no preguntes que fue lo que pasó”. Imborrables, los primeros versos de “Luka” proyectaron la voz intimista de Suzanne Vega quien nunca volvería a tener un hit como aquel con el que alcanzó el top ten en el lejano 1987.
Suzanne Vega prestaba su voz de mujer (entre Linda Ronstandt y Chrissie Hynde de los Pretenders) a la historia de un chico que apenas podía desafiar los silencios del maltrato infantil y la violencia impuestos por detrás de la puerta de un típico edificio neoyorquino. Al menos así lo veíamos en el video, que era tan rotado como la canción, donde el tal Luka era interpretado por Jason Cerbone, un futuro mafiosi del clan Soprano.
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“Hola soy Luca” se presentaba en You Tube Luca Von Reichenbach, siete meses atrás, en una crónica de su pasaje trans mostrando el nuevo DNI donde se lo consigna como “varón”. La historia de Luca se cruza con una de las muestras mas vistas en 2023: Del cielo a casa, una avanzada del diseño sobre el arte en Malba que parece haber tocado ese nervio sensible en la relación con los objetos que Byung Chul Han apunta en No-Cosas. Pero si muchas de las cosas expuestas interpelan la nostalgia sobre objetos de la vida cotidiana (la pelota Pulpo, una galletita Merengada gigante) hay una en particular que no. Que es apenas un artefacto que se ubica entre las piezas de diseño grafico del Di Tella y que para quien no este familiarizado con la historia de la tecnología dice muy poco.
No claro para Luca Von Reichenbach, nieto de Fernando Von Reichenbach a quien pertenecía este Generador de frecuencias Sideral fabricado en Rosario en 1960. Fernando Von Reichenbach (1931-2005) dirigió el Laboratorio de Música Electrónica del Di Tella entre 1966 y 1970 y en esos años colaboró en la composición de obras pioneras de la música electrónica y electroacústica de Latinoamérica; diseño efectos especiales inconcebibles para las obras de teatro y danza del instituto y creó una maravilla llamada “Catalina”, el primer sintetizador de sonido a partir de grafismos (Jorge de la Vega trabajaba con esta máquina para su segundo disco antes de su temprana muerte). “Soy nerd porque mi abuelo en vez de llevarme al parque me enseñaba las cosas de su laboratorio”, dice Luca para que se entienda como es que llegó a devolverle vida a ese generador al que nunca habían visto tantas personas.
Muy pocos, sin embargo, lo han escuchado. El sonido que se le puede sacar al Sideral está en la prehistoria de la música electrónica y por eso mismo es esencial. Desde que pudo ponerlo en funcionamiento hace tres años, Luca Von Reichenbach exprime las ondas sinusoidales y cuadradas que salen de ese gabinete metálico alterando su frecuencia para ir desde sonidos percusivos a esos aullidos de coyote cyborg en el límite de lo soportable. Tomando al generador como instrumento, Luca no solo resignifica una máquina destinada a pieza de museo de la tecnología sino el lugar de su abuelo en la historia. Ingeniero sin título, inventor, pero también artista. Uno más entre todos los ditellianos.
Lo que Luca hace con esta máquina (en eventos de arte sonoro y activismo queer como Feminoise o Transradio) necesita un nuevo nombre. En el desarrollo de su set las prácticas se van transformando. La explicación técnica del generador es seguida de una interacción con efectos contemporáneos y otros sintetizadores analógicos construidos por él. ¿Qué es entonces? ¿Un set de música electrónica? ¿Telescuela técnica 3.0? Un poco de todo eso junto. Pasando del laboratorio a un lugar indefinido entre el concierto, el chill out y hasta un número de story-teller, Luca hace que decir generador de Von Reichenbach resuene con Van der Graaf Generator, un grupo de culto inglés de los 70 que debía su nombre a un equipo diseñado para producir electricidad estática.
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El cuento cierra así. Si Luca (1993) revive uno de los aparatos que su abuelo utilizaba para investigar el sonido fue otro Luca (Prodan, claro) quien desde su lugar de cantante y speaker de Sumo repetía una y otra vez que un misterioso grupo progresivo llamado Van der Graaf Generator había sido fundamental en su educación sentimental. Su deterioro físico y temprana muerte coincidieron en 1987 con el ascenso en los charts y la alta rotación en la radio de Suzanne Vega y la historia de un niño también llamado Luka.