Alta fidelidad. Me gusta ese Fontana: el “tajo” millonario de Kim Kardashian
El 19 de febrero de 2021 la “estrella de telerrealidad” (Wikipedia) Kim Kardashian posteó en su cuenta de Instagram de 322 millones de seguidores (casi la misma cantidad que la población actual de los Estados Unidos) una fotografía con la que quizás quiso manifestar el final de su relación con Kanye West, padre de sus cuatro hijos, que hizo público ese mismo día. En el hipervértigo de las imágenes digitales pasó desapercibido que Kim además de mostrarse sola dejaba ver una de las obras de arte que la pareja había atesorado en la mansión de Los Ángeles en la que convivieron durante casi doce años. En el IG de la Kardashian parece no existir otra estación que el verano y se la ve casi siempre en bikini ofreciendo su cuerpo voluptuoso al voyeur del smartphone. Esta imagen era indoor y lucía unos pantalones tipo cargo color caqui, botas y una camisa anudada que solo ocultaba sus pechos. Kardashian posaba ahí como sex symbol, pero también como una coleccionista, aunque el texto no diera la más mínima pista de lo que se veía detrás de ella. “La comida vegetal hace a un buen cuerpo” escribió Kim (o alguien por ella) hace 71 semanas y hay que scrolear con paciencia entre los casi treinta mil comments para leer cosas como “Me encanta Fontana” o “¿Es eso un Fontana?” entre emojis de corazones en llamas, insinuaciones eróticas, preguntas acerca de donde conseguir el pantalón o por el secreto de la rigidez de sus formas. Entre los connaisseurs aparece la cuenta de una tal Gwyneth Paltrow que, sí, es Gwyneth Paltrow. Se sabe que los excéntricos Kardashian atesoran obras de arte pero la incógnita es cómo Kim y Kanye pudieron llegar a interesarse por este “Concepto Espacial”, que el rosarino italianizado Lucio Fontana hizo en los años 60 y cuyo valor oscila entre los dos y tres millones de dólares según las últimas ventas en subastas públicas. Kim no parece presumir del cuadro en el posteo de lo contrario no hubiera salido con la cabeza ladeada y la melena negra tapando la mitad de los tajos, esas incisiones que Fontana hacía sobre la superficie invitando a descubrir el espacio infinito por dentro de una obra de arte.
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Ni Sotheby’s ni Christie’s dan información sobre los compradores pero, de todos modos, Kim y Kanye pudieron haber adquirido la obra en una galería o a través de un dealer. Christie’s, ante la insistencia, aporta una pista que lleva a Axel Vervoordt, un experto en diseño interior belga de 75 años que ha trabajado para De Niro, Calvin Klein, Sting y también Kanye West y Kim Kardashian. En una entrevista con la revista on line Larry’s List, Vervoordt revela que de todas las piezas de arte que atesora en su castillo de Gravenwezel, cerca de Antwerp, la más valiosa es “Natura”, una escultura de… Lucio Fontana. En esa misma entrevista una foto del interior del castillo termina por cerrar el posteo de IG de la “estrella de telerrealidad”. Sobre un hogar en el que crepitan leños cuelga un “Concetto Spaziale” de 1959 en disposición idéntica a la que se ve en la mansión de Los Ángeles donde Kim se sacó la foto. “Me gusta ese tajo, que ayer conocí”, aquel verso acaso machista de Pescado Rabioso se volvería ambivalente en la biblioteca de samples de Kanye West. Podría referirse a su ex (tras una cruda batalla legal que culminó en marzo) o al Fontana que Vervoordt les hizo comprar para decorar la mansión de Los Ángeles. Compre (arte) argentino.
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El soul de Plaza Francia (denominación que prefiero a “rock nacional” para nombrar el período 68-73) tuvo a través del hip hop uno de sus más insospechados y trascendentes cameos globales después de casi cinco décadas o casi. El Everest de la tendencia fue el 17 de enero de 2020 cuando, con los primeros mates, supimos que nada menos que Eminem, el negro más blanco de todos los negros blancos, había usado un fragmento de “Amame petiribí”, de Pescado Rabioso, en el track 12 de su nuevo álbum Music to be Murdered By. “Stepdad”, de Eminem, no solo samplea el riff de la canción de Spinetta editada en 1973 sino que su letra de furioso odio se monta sobre la melodía original en una inversión de los sentimientos: de la ecolisergia al nihilismo. Y así donde un Luis en su registro más agudo cantaba para los árboles aquello de “Amame petiribí, ama siempre”, Eminem maldecía “I, I hate, my, my stepdad” (“odio a mi padrastro”) sobre la métrica original. Spinetta ya había sido sampleado antes por otros artistas del género. A Tribe Called Quest había usado “Ruido de magia” de Invisible, en 2016, y Flyng Lotus “A estos hombres tristes” de Almendra, en 2012. También fue sampleado Litto Nebbia circa 1976 por Jay Electrónica y Kanye West fue a las raíces: el folclore de proyección del Chango Farías Gómez para samplear un fragmento de su “Martín Fierro” en el álbum “Jesus is King” (2019). Le hubiera quedado muy bien, volviendo a Pescado Rabioso, un sample de “Me gusta ese tajo”, rock & roll que acaso no pasaría el test de corrección política ambiente.
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