Alguien sabía de ese traslado
Hace tiempo que no se registraba un operativo de esta magnitud con el objetivo de robar obras de arte a la vista de todos. Alguien sabía que los cuadros salían del depósito de Méndez, en Munro, rumbo a la casa de José Antonio Berni, hijo del autor de Juanito Laguna.
La de Rubén Méndez es la empresa argentina que más sabe de transporte de obras de arte; nadie en el país movió tantas piezas patrimoniales como la firma fundada por Delmiro Méndez.
La velocidad con que circuló la información, el rápido contacto de Méndez con José Antonio Berni, con las autoridades de Cultura y con los medios son los mejores aliados para llegar rápidamente a los autores del robo, doblemente grave por las circunstancias: pleno día, y a minutos de la General Paz.
Los cuadros constituyen un botín no comercializable. Las obras fueron expuestas en la retrospectiva del MNBA y están reproducidas en el catálogo. La estética de Berni y su inmortal Juanito Laguna son conocidos por el gran público. No hay mercado para esas obras. Guillermo Alonso, director del Museo de Bellas Artes, confirmó que tenía previsto ver los cuadros en la casa del hijo de Berni con la intención de organizar una futura muestra o de ampliar la cantidad de cuadros que el MNBA exhibe.
En los años noventa, durante la gestión de Pacho O´ Donnell en la Secretaría de Cultura y de Jorge Glusberg al frente de Bellas Artes, se organizó la mayor restrospectiva del rosarino visitada por 350.000 personas. O´ Donell impulsó la compra de Orquesta típica, cuadro ligado a lo más entrañable del ser nacional para la colección del MNBA. Poco después de la muestra se inició una escalada de precios en Nueva York, en las subastas latinas de Sotheby´ s y Christie´ s, que convirtieron a Berni en el argentino más cotizado del mundo.
Las próximas horas serán clave. La Secretaría de Cultura de la Nación, la SIDE y el Ministerio del Interior trabajan para cerrar el círculo. Nadie quiere que se repita la historia del peor robo de obras de arte en la Argentina, cuando saquearon las colecciones del MNBA en la Navidad de 1980 y se llevaron pinturas impresionistas de la colección Santamarina. Sólo tres fueron recuperadas.