Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro: “A la Feria no hay con qué darle”
A pesar de la caída en asistencia de visitantes y, sobre todo, de ventas en un 30%, los organizadores hacen una evaluación optimista; hoy, en la última jornada de actividad en La Rural, se sabe que habrá descuentos y promociones
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La Fundación El Libro (FEL) dio a conocer anoche el número de asistentes a la 48.ª Feria del Libro, que termina hoy: 1.126.351 asistentes (un 9,53% menos que en la edición de 2023). Las ventas, según informaron los expositores, cayeron entre un 12% y un 40%. Se hicieron 665 actos culturales en salas, 532 en espacios de la FEL y 414 en los stands. Los autores más convocantes fueron Gabriel Rolón (best seller con La felicidad), Mariana Enriquez (que conversó con el escritor Juan Mattio sobre Un lugar soleado para gente sombría), Florencia Bonelli, la médica española Marian Rojas Estapé, Guillermo Moreno (que presentó Los días más felices: Plan Económico Peronista), Magalí Tajes, Jorge Fernández Díaz, Felipe Pigna y Tomás Rebord, que firmó ejemplares y habló sobre su primera novela, Comentarios al Náucrato. En la última jornada de Feria se sabe que habrá descuentos y promociones en La Rural.
El presidente de la FEL, el escritor Alejandro Vaccaro, dijo a LA NACION que el saldo de esta edición era “altamente positivo”. “Registramos una caída de visitantes del 9,5% respecto de 2023; estimamos que hoy a las diez de la noche, cuando suene la sirena que pone fin a la Feria, más de 1.126.000 personas habrán visitado el evento -destaca-. Creemos que en un marco socioeconómico tan complejo los números podrían haber sido distintos, pero afortunadamente no lo fueron. La gente acompañó; siempre decimos que la gente a la que le gustan los libros, las actividades culturales, viene a la Feria, está con nosotros y son los verdaderos hacedores de la Feria. El resultado que estamos viendo ahora es superior a los pronósticos que teníamos. Creo que está bien no hacer pronósticos rimbombantes; éramos mucho más prudentes. Hemos recibido muestras de apoyo, de cariño y de afecto hacia la Feria en las redes sociales. Es abrumadora la cantidad de gente que nos escribe y que agradece que la Feria esté de pie y que siga”.
Hubo cortocircuitos entre el Gobierno y la FEL, no solo por la ausencia de un stand oficial en el evento, sino también por el deseo del Presidente de presentar su nuevo libro en la pista central de La Rural (luego desistió por temor a un “sabotaje al estilo kirchnerista” y optó por hacerlo en el Luna Park). Un sector de la sociedad consideró que la Feria se había “politizado” en exceso. Desde el discurso de apertura de la Feria, muy crítico del Gobierno, Vaccaro se posicionó como una figura pública.
“Creo que a la Feria no hay con qué darle -responde Vaccaro-. Tuvimos muy mal clima varios días, y la gente fue igual a la Feria; estamos en medio de una crisis económica muy profunda, la gente va igual a la Feria; tuvimos discrepancias con el Gobierno nacional, nos hicieron algunas operaciones de prensa, acusándonos del ‘curro’ de la Feria, de la pauta, cosas que no sé de dónde salieron y que vimos en los medios, y la gente siguió viniendo a la Feria. No hay con qué darle”.
Último día de la @ferialibro 🥲📚✨
— La Crujía editorial y librería (@LaCrujiaEd) May 13, 2024
Y en La Crujía lo despedimos de la mejor manera. Que circule la info, nomás 👀 pic.twitter.com/s6xW5v1Svf
Para el presidente de la FEL, la Feria del Libro porteña es “un producto que ya está instalado”. “No importa quién la hace, quién conduce; es un producto extraordinario y una gran vidriera -agrega-. Creo que parte del éxito ha sido una programación cultural muy equilibrada. No hubo figuras estelares, no hubo un Messi, un Premio Nobel, pero hubo un equilibrio entre los escritores que vinieron. La presencia de Lisboa como ciudad invitada de honor ha sido extraordinaria. Siempre traemos a algún Premio Nobel, como Mario Vargas Llosa, pero este año su salud no le permitió semejante viaje. Estamos lejos y venir a la Argentina es un largo viaje. Eso a veces dificulta un poco la concreción”.
Además hoy es el último día de la Feria del Libro y en nuestro stand (1820 del Pabellón Amarillo) también hacemos descuentos calientes para enfrentar este frio. La palabra clave secreta para recibir un descuentazo es "fin de fiesta". Los que estén en La Rural no se lo pierdan!
— Gourmet Musical Ediciones (@gourmet_musical) May 13, 2024
En septiembre, habrá elecciones en la FEL para elegir a las nuevas autoridades de la institución organizadora del máximo evento cultural del país. “No pienso ni remotamente en eso -dice Vaccaro-. En este momento estamos terminando la Feria, felices de que salió bien, y viene la Feria Infantil y Juvenil en julio y tenemos que trabajar en eso. En agosto probablemente nos sentemos a pensar quién conduce en la próxima gestión y buscaremos los consensos como siempre. No se trata de nombres sino de la FEL. Tenemos a favor que la Feria tiene un gran prestigio internacional”.
El viernes, Vaccaro presentó su nuevo libro, Borges, cartas a Godel (Emecé), sobre la correspondencia entre el escritor y Roberto Godel, poeta y médico personal de doña Leonor de Acevedo de Borges, la madre del autor de Luna de enfrente. “Estoy muy feliz de haber presentado el libro el viernes pasado, a sala llena -concluye Vaccaro-. Todos los que escribimos tenemos una gran satisfacción cuando presentamos un libro y la gente nos acompaña. Es altamente satisfactorio”. El libro incluye las ocho cartas de Borges a su amigo y también esquelas y misivas navideñas de madre e hijo.
El balance de la Cámara del Libro
Para el presidente de la Cámara Argentina del Libro (CAL), el editor Juan Manuel Pampín, esta no fue la mejor Feria de la historia. “Las ventas tuvieron una caída del 30% promedio -confirma-. A algunos les fue un poco mejor y a otros, un poco peor. El ánimo social hizo que la gente fuera a la Feria con preocupación. Fue un acierto abrir a las 20 de lunes a jueves para que quien no tenía la posibilidad de pagar la entrada no dejara de recorrerla. El que compraba seis o siete libros este año compró dos o tres, y el que se compraba tres se compró uno. Y el que compraba uno tal vez este año no compró nada. Los fines de semana la Feria se llenaba, pero se veía a la gente sin bolsita de compras. La Feria no es una isla, es un reflejo de lo que pasa afuera”.