“Alberdi revisitado”: presentaron un libro en el Congreso antes de la asunción presidencial de Javier Milei
“¡Viva la libertad, carajo!” compara a ambos políticos: “Sus patillas no son lo único que tienen en común”, advierten los autores
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A veces es ahora o nunca. Mientas el presidente electo Javier Milei y su hermana Karina llegaban para la ceremonia oficial de traspaso de mando y toma de juramento ante la Asamblea Legislativa, con un Congreso Nacional a pleno sol y engalanado de banderas argentinas colgadas como estandartes, y con dos pantallas de video para la transmisión en vivo del histórico acto, se presentó en los alrededores de la Plaza del Congreso un libro escrito y publicado en tiempo récord. ¡Viva la libertad, carajo! Alberdi revisitado (Milena Caserola, $7900). Reúne nueve ensayos firmados por la doctora en Ciencias Sociales y en Ciencias del Arte Nathalie Goldwaser Yankelevich, el arquitecto Diego Fiscarelli, la psicoanalista e investigadora Clara Schor Landman, el contador Daniel Caputo y el psicoanalista y profesor Sergio Zabalza.
En la página de legales, antes del índice, los editores se permiten una reflexión sobre el copyright. “Todos los izquierdos están reservados, si no remítanse a la lista de libros censurados en las distintas dictaduras y democracias. Por lo que privar a alguien de quemar un libro a la luz de una fotocopiadora, es promover la desaparición de lectores”. A continuación, se ofrece un breve contexto histórico del siglo XIX en la Argentina. Juan Bautista Alberdi nació en Tucumán en 1810 y murió en 1884, en el exilio, en Francia. Fue antirrosista, antimitrista y antisarmientino.
Editores y autores conversaron este mediodía con los asistentes al acto de asunción sobre el libro. “Sacamos trescientos ejemplares, que ya se están agotando, así que pensamos hacer más para enviar a librerías”, dice el director editorial de Milena Caserola, Matías Reck. Para darles libertad de elección a los lectores, se imprimieron ejemplares con dos tapas: la diseñadora de la tapa violeta fue Jacqui Casais y el de la tapa roja, Javier Reboursin.
“Es claramente un libro escrito al unísono y en tiempo maratónico, pero entretejiendo ideas que creemos ponen en crisis la noción de grieta, tan archiutilizada, pero la grieta, lamentablemente, evitó estudiar de fondo qué hay, qué hubo detrás de los discursos de los precandidatos a presidente”, sostiene Goldwaser Yankelevich en diálogo con LA NACION.
“Alberdi y Milei. En estos últimos tiempos se dijo mucho de ambos. Sus patillas no son lo único que tienen en común”, se lee en ¡Viva la libertad, carajo! “Los autores pensamos que la lectura que se hizo del siglo XIX y Alberdi por parte de Milei y su equipo está un poco cercenada y algo distorsionada -dice Goldwaser Yankelevich a LA NACION-. También nos preguntamos a qué Alberdi se estaba apelando, porque el Alberdi saintsimoniano o socialista no creíamos que fuera el referente en el que se apoyaba Milei. No es un libro con chicanas ni golpes bajos, sino que compara los discursos políticos, económicos, sociales y culturales de dos figuras”.
Milei suele reivindicar los logros socioeconómicos del siglo XIX. “Si bien el presidente hace referencia a eso, no está del todo explayado en su discurso. Intentamos mostrar que ese siglo XIX apenas tuvo diez años de esplendor, cuando se pergeñó el pago que el pago por las exportaciones de los terratenientes se hicieran en oro, el equivalente a la dolarización, y los que se beneficiaban era los colonos y los dueños de la tierra y se perjudicaban los sectores con ingresos fijos. Se expandieron los movimientos huelguísticos y fue caldo de cultivo de la Revolución del Parque, en 1890″.
Los autores hacen una suerte de “antibiografía” comparada entre Alberdi y Milei. “Más allá de las patillas, ambos fueron criados por sus hermanas, Tránsito y Karina, respectivamente -dice Goldwaser Yankelevich, que es investigadora del Conicet-. Milei llama a sus padres ‘progenitores’ y a su hermana, el Jefe. Son hombres ‘guachos’, en el sentido que le daba Alberdi a esa palabra: ‘hijo de la patria […] y por eso nadie quiere ser hoy hijo de la patria, y la pobre patria está sin hijos. La verdad sin padre conocido no es verdad, como no es hombre el que no tiene padre conocido’”.
También se critica, desde un punto de vista “alberdiano”, el acercamiento de Milei a Mauricio Macri y Patricia Bullrich, de PRO, y se plantea la contradicción de que Milei, siendo un libertario antiestatista, se haya convertido en jefe de Estado. Y se aborda el conflicto entre libertad y nacionalismo. “La Patria, para Alberdi como para Milei, no existe o, en todo caso, es la negación de la libertad individual”, remarcan los autores.
“Lejos de haber una grieta, lo que hay es una discusión de largo aliento -sostiene la investigadora-. El trabajo y el ahorro como causas naturales de la riqueza, y la ociosidad y el dispendio como causas de la pobreza, no necesariamente implican un ajuste ni pago en oro ni dolarización. Recorremos esta falacia de una economía de ajuste desde el Rodrigazo hasta la ‘década ganada’ que dejó a muchos afuera de esa ganancia, y juntos por un cambio, que no fue ni juntos ni cambio, y ahora a la idea de la motosierra alberdiana. La única forma de salir de este círculo es cumplir con la Constitución y empezar a escuchar el dolor del pueblo y lo que necesita”.
En la última página de ¡Viva la libertad, carajo!, se lee: “Este libro se terminó de imprimir en Buenos Aires, 10 de diciembre de 2023. A 40 años de la vuelta de la democracia”.