Alba Picasso, una mujer que vio la vida y el mundo con ojos de periodista
“LA NACION fue su segunda casa”, dicen sus allegados; falleció ayer, a los 102 años
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La periodista Alba Picasso, quien se desempeñó como redactora de diario LA NACION durante más de tres décadas, falleció anoche a los 102 años. Nacida el 22 de marzo de 1921 en la ciudad de Buenos Aires, cursó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras y se egresó en Periodismo por el Instituto Grafotécnico. Se incorporó a la redacción de La Nación en la década del 60. Trabajó primero para la sección de Interior y dedicó gran parte de su carrera periodística al área de Educación, donde también realizó tareas como editora. Además, colaboró con la Revista dominical del diario y el suplemento de Turismo. Asimismo, publicó en medios del Interior y ejerció la docencia, siendo profesora titular de la Universidad del Salvador.
Junto a sus intereses por los temas educativos, Picasso se especializó en el periodismo científico. Dentro de este área, escribió guiones para el programa de Telescuela Técnica. En 2008, creó el blog Viejitos y vejeces, espacio en el que plasmaba observaciones personales y de amigos acerca de la vida cotidiana de “los jurásicos”, como llamaba a las personas de su edad. A lo largo de su vida, se dedicó al estudio de distintos idiomas, con dominio del francés, inglés e italiano.
“El desempeño de su profesión supuso para ella una de sus mayores felicidades, y el diario LA NACION llegó a ser su segunda casa”, expresa su familia tras su partida. “Alba conservó la energía, la vitalidad y la lucidez que la caracterizaron hasta el último momento, y aún seguía teniendo planes y vida para compartir con los afectos, la familia y los amigos”, señalan.
Sus seres queridos la recordarán como “una comunicadora innata, de incansable curiosidad, con vocación por la cultura y el arte, y con una alegría y energía inagotables para con su círculo íntimo y cada persona que la conoció”, remarcan.
“Recolectora de grandes afectos, se ocupó de enriquecernos y forjar el lazo de familia proponiendo siempre el encuentro, la presencia y el disfrute. El mundo no va a ser el mismo sin ella”, destacan sus allegados.
“Alba vio la vida y el mundo siempre con ojos de periodista. Además, le gustaba mucho bailar y practicó todas las disciplinas del movimiento del tai chi chuan, el tango y la expresión corporal”, recordó asimismo su colega y amiga Mirta Launay.
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