Agatha Christie abre sus puertas
La casa de la escritora en Inglaterra podrá visitarse después de años de restauración. Allí, la reina del crimen solía leer sus obras a amigos y familiares
LONDRES, (EFE).- La casa de campo de la escritora Agatha Christie (1890-1976) en Devon, suroeste de Inglaterra, donde la "reina del crimen" entretenía a sus amigos con sus obras, abrirá este fin de semana al público después de años de restauración.
La casa Greenway, ubicada cerca de la localidad de Brixham (en el condado de Devon), estaba en muy mal estado de conservación cuando el National Trust (Patrimonio Nacional) se hizo cargo de su reparación en 2005, tras la muerte de la hija y el yerno de la escritora británica, Rosalind y Anthony Hicks.
El National Trust, organismo dedicado al mantenimiento de propiedades históricas, emprendió un intenso trabajo de reparación, con un coste de 5,4 millones de libras (6,4 millones de euros).
Además de poder visitarse los salones y las habitaciones, una parte de la vivienda se podrá alquilar como apartamento vacacional, con capacidad para albergar a unas diez personas.
La autora de célebres obras como "Asesinato en el Oriente Express" o "Muerte en el Nilo" solía reunir a su familia y amigos durante los veranos, para celebrar el final de una nueva novela que estaba a punto de ser publicada.
Los visitantes que acudan desde este fin de semana a Greenway, donde Christie vivió entre 1938 y 1959, podrán ver algunos de los objetos que pertenecieron a la escritora, así como los salones donde invitaba a sus amigos a escuchar las lecturas de sus últimos manuscritos y adivinar quién era el asesino.
La renovación de la lujosa casa ha sido completada a tiempo y dentro del presupuesto, gracias a las 10.000 horas que muchos voluntarios dedicaron para salvarla.
El encargado de administrar la propiedad, Robyn Brown, dijo a la prensa que el tejado estaba en estado crítico y que una de las paredes estaba a punto de derrumbarse.
"Ha sido una labor enorme y costosa restaurar la casa y el jardín -dijo Brown-, pero espero que los visitantes disfruten como lo hicieron otros dueños, como lugar de vacaciones familiar en el que había reuniones para gozar el interés por los jardines, el amor por los viajes, la literatura y la música".
En tanto, el nieto de la escritora, Mathew Prichard, ha expresado su satisfacción de que Greenway haya recuperado su esplendor."Lo que más deseo es que la gente que venga pueda sentir algo de la magia que yo sentía cuando mi familia pasaba tanto tiempo en los años cincuenta y sesenta", agregó Prichard.
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