Afirman en Italia que Gramsci se convirtió
Un arzobispo reveló que el recordado filósofo y líder marxista se acercó a Dios antes de morir
ROMA.- ¿Se convirtió in extremis , antes de morir, Antonio Gramsci (1891-1937), el famoso pensador marxista, filósofo y político italiano?
Incómoda como ninguna, la pregunta volvió a agitar el avispero del mundo de la cultura italiana después de una revelación del arzobispo Luigi De Magistris, ex responsable de la Penitenciaría Apostólica. En declaraciones a Radio Vaticana, el sacerdote reveló que el fundador del hoy desaparecido Partido Comunista Italiano y del legendario diario de izquierda L´Unitá , que era originario de la isla de Cerdeña, como él, "murió con los sacramentos y volvió a la fe de su infancia".
Gramsci, según el prelado, les habría pedido a las monjas que lo acudían "de poder besar una imagen del Niño Jesús". "Durante su última enfermedad, las hermanas de la clínica en la que estaba internado llevaban a los enfermos la imagen del Niño Jesús para besar. Y cuando no se la ofrecieron, Gramsci protestó: «¿Por qué no me la han traído?»", reveló De Magistris.
"En el mundo de la hoz y el martillo este hecho prefieren callarlo, pero es así y mi coterráneo conservaba desde joven una imagen de Santa Teresa del Niño Jesús que había en su casa natal", agregó, en afirmaciones que provocaron gran revuelo.
De Magistris tenía 11 años cuando el político comunista, que sufría arteriosclerosis, hipertensión y gota, murió en la clínica romana de la Quisisana. Ahora aseguró que una monja-enfermera, también sarda y testigo ocular del episodio, le contó de la conversión in extremis de Gramsci.
El ex premier Giulio Andreotti, católico y conocido historiador, relativizó la revelación: "Para mí no es una novedad, ya lo había oído hace veinte años", dijo.
"¿La conversión de Antonio Gramsci? Es una vieja historia, pero nunca probada por documentos oficiales", indicó Giorgio Baratta, presidente de la International Gramsci Society Italia.
Indignado reaccionó el líder de Refundación Comunista, Paolo Ferrero. "No sé qué hizo Gramsci a punto de morir, pero son ridículas estas declaraciones, no verificables, sobre conversiones ocurridas hace 70 años y tendientes a demostrar que los mitos se derrumban", protestó.