Adiós al amigo
Emotiva despedida al artista Sergio Avello en el Malba
A Sergio Avello le hubiera gustado el clima festivo que reinó en el homenaje casi espontáneo de sus amigos en las escaleras del Malba frente al gigantesco semáforo que lleva su firma. Murió en el umbral de la fecha patria y de la magna celebración del Bicentenario tras una larga y valiente lucha contra una cruel enfermedad. La solidaridad, la simpatía y el culto de la amistad eran virtudes que en su caso no necesitaban presentación; saltaban a la vista. En 2003, compartimos los días de apertura de la Bienal del Mercosur. Adriana Rosenberg era la curadora y León Ferrari el invitado estrella, el artista al que los jóvenes rendían culto a diario en los largos desayunos del hotel. "Sergito", para los amigos, iba de acá para allá buscando terminar con los últimos detalles de la presentación del pabellón argentino, donde su bandera de luces intermitentes actuaba como un llamado a la conciencia del espectador. Una reflexión sobre el estado de cosas en nuestro país, atrapado en la repetición de los mismos errores, conducta expresada en la imposibilidad real de que todas las luces se prendieran al mismo tiempo. Artista de la luz, en todo sentido, Avello encarnaba mejor que nadie el concepto de postproducción acuñado por Nicolas Bourriaud, que supo ser mandámas del Palais de Tokio en París. La idea del remix , del formato postproducido que crea una nueva obra como la música que genera un DJ , está en la génesis de los trabajos de Avello que era, entre muchas cosas, un fabuloso DJ . Por el puerto de Porto Alegre caminamos un largo rato bajo una llovizna pertinaz mientras recordaba su paso por el mundo de la moda. Había nacido en Mar del Plata en 1964. Participó de la Beca Kuitca y fue becado por el Fondo Nacional de las Artes. Cuando ya el cáncer se había cobrado un alto precio sobre su cuerpo afligido, recibió la buena noticia de que el Malba había comprado para la colección Volúmen , el semáforo gigante que convocó a los amigos una tarde de otoño con el eco de la celebración del 25 de Mayo.
© LA NACION
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