Adiós a Horacio A. García Belsunce. Un jurista que enseñó a mirar la economía desde el Derecho
A los 97 años falleció el jurista Horacio A. García Belsunce, una relevante figura académica que enseñó a mirar las teorías de la economía desde el Derecho. Autor de obras científicas y profesor de derecho tributario en varias universidades, tuvo una destacada actuación en distintos campos del pensamiento y fue miembro de número de cuatro academias nacionales. En el ámbito jurídico se constituyó en una voz identificada con los principios y valores que emanan de la Constitución nacional, especialmente en períodos de crisis políticas.
Como presidente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, entre 2001 y 2004, fue un activo defensor de los principios republicanos y de la vigencia de las instituciones, con especial énfasis en la preservación de la independencia del Poder Judicial, frente a los ataques del poder político. Entre otros aportes de su trabajo académico, bregó por la protección constitucional de las libertades económicas y las garantías del derecho de propiedad.
Entre 1986 y 1989 presidió la Academia Nacional de Ciencias Económicas, a la que se había incorporado como miembro de número en 1966. En un país marcado por sucesivos desaguisados económicos, sus enseñanzas en favor de la disciplina fiscal, la estabilidad y el desarrollo, entre otros temas a los que se dedicó, resultan de una singular actualidad.
También integró las academias nacionales de Ciencias de Buenos Aires y de Ciencias Morales y Políticas. En ambas ocupó el sitial de homenaje al jurista Rodolfo Rivarola y fue convocado, además, por otras instituciones de elevado prestigio en nuestro país y en el exterior.
Durante casi tres décadas fue profesor por concurso de la cátedra de Finanzas Públicas y Derecho Tributario, antes Derecho Financiero, de la Facultad de Derecho de la UBA y fue un precursor en la formación de docentes e investigadores en esa especialidad, al dirigir allí el posgrado en derecho tributario. También dio clases en la Universidad Nacional de La Plata, donde fue director del Instituto de Derecho Tributario Comparado en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
Con casi 80 años de edad enfrentó en octubre de 2002 la dolorosa pérdida de su hija María Martha García Belsunce y el posterior proceso judicial, que conmocionó al país y ocupó una presencia sostenida en los medios. Frente a este hecho, el doctor García Belsunce transmitió en todo momento su confianza en la Justicia.
La trayectoria
Nacido el 29 de noviembre de 1924, Horacio A. García Belsunce egresó con diploma de honor del Colegio San José y se recibió de abogado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en 1946. Años después completó el doctorado en jurisprudencia, con una tesis calificada de sobresaliente.
Fue secretario de Hacienda de la Nación durante la presidencia de José María Guido (1962/1963). También se recuerda su paso por la conducción de la Cámara Argentina de Comercio y se destaca, además, su actuación como primer presidente de las comisiones mixtas Argentino-Española, Argentino-Japonesa y Argentino-Alemana
A la par de su tarea docente, que abrazó con entusiasmo, tuvo una larga trayectoria en la actividad privada. Presidió la Fundación Bemberg, donde promovió el trabajo de investigadores en temas científicos y de salud.
Fue presidente, director y síndico de 24 empresas industriales, comerciales y financieras. Le confiaron las más altas responsabilidades las compañías Nidera Argentina, Cervecería y Maltería Quilmes, Philips Argentina, Productos Roche, Santa Rosa Estancias y el Banco Tornquist, entre otras organizaciones empresarias.
El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires lo designó miembro honorario. Fue vicepresidente de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) e integró el Consejo Empresario Argentino. Fue miembro fundador y luego presidente de la Asociación Argentina de Estudios Fiscales y del Instituto Latinoamericano de Derecho Tributario. E impulsó el crecimiento de la Revista de Jurisprudencia Argentina y la Fundación Alejandro E. Shaw, entre otros emprendimientos.
En reconocimiento a su trayectoria, la Fundación Konex lo premió en 1996 y diez años después lo designó jurado en el área de Humanidades. Recibió también la Gran Cruz del Mérito de la República Federal Alemana, entre otras condecoraciones.
Los títulos de sus libros revelan su persistente preocupación por temas que aún conservan vigencia. Se destacan Política fiscal para un plan de estabilización y desarrollo económico (1959), Aspectos tributarios del contrato de trabajo (1966), El concepto del rédito en la doctrina y en el derecho tributario (1967), Trece años en la política económica argentina. 1966-1978, Política y economía en años críticos (1982), Garantías constitucionales (1984), Estudios de derecho constitucional tributario (1994) y La autonomía del derecho tributario (1996), entre muchas otras publicaciones.
También conservan llamativa actualidad sus reflexiones sobre el debate académico. “La Academia no es una corporación cerrada a un sector exclusivo del pensamiento económico, ni tampoco limitada a personas de determinada posición ideológica y política. Conviven en ella diversas corrientes de pensamiento que configuran un pluralismo que da fuerza a sus posiciones y, sobre todo, independencia frente a quienes pretenden imponer posturas autoritarias o unilaterales”, dijo García Belsunce en 1988, cuando presidía la Academia Nacional de Ciencias Económicas. Un legado para estos tiempos.