Activistas treparon por la fachada del Reina Sofía en protesta por bombardeos en Gaza
Integrantes del grupo ecologista Greenpeace colgaron en el frente del museo madrileño un enorme cartel con la frase “Alto el fuego ya”
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Cuatro activistas del grupo internacional ecologista Greenpeace treparon esta mañana sorpresivamente por la fachada del Museo Nacional Reina Sofía, en Madrid, donde colgaron un monumental cartel con la frase “Alto el fuego ya”, en protesta contra los bombardeos de Israel en Gaza.
Inmediatamente, el Reina Sofía, uno de los museos más importantes del mundo, acordó con los activistas que quiten la pancarta desplegada, que desde el grupo ecologista consideraron como donación a la institución. ”¿Puedes oírnos? ¡Alto el fuego ya”, en su traducción al español, es el mensaje original en inglés que dejaron los cuatro miembros de Greenpeace en la fachada del museo, reconocido mundialmente por albergar obras icónicas sobre la guerra como el Guernica de Picasso, para pedir el fin de la ofensiva israelí.
Se trata de “una ilustración de casi 60 metros cuadrados”, informó la ONG internacional en un comunicado, que contiene una imagen creada por el artista Shepard Fairey, que es una adaptación del reportero gazatí Belal Khaled que documenta, según informa Greenpeace, “el horror de la ofensiva israelí sobre Franja de Gaza”.
De esta manera, Greenpeace se sumó a la campaña #UnmuteGaza, en la que artistas globales personalizan imágenes de reporteros gráficos en Gaza que siguen informando a pesar de la dura ofensiva de Israel.
El grupo ecologista usó una imagen del fotoperiodista Belal Khaleb, tomada el 8 de noviembre en Gaza e intervenida por Obbey, que muestra a un niño palestino herido en un bombardeo. En medio de esta imagen aparece el símbolo de volumen silenciado, mute y debajo es donde se lee: “Can You Hear Us?”.
Ante la acción del grupo ecologista, Manuel Segade, director del museo, le dijo al ABC Cultural que lo que que más “rabia” le dio es “el problema que puede suponer que les pase algo a los escaladores: es una altura considerable de una estructura de cristal que tiene unos cables tensores bien peculiares. Estoy preocupado francamente por lo que les puede ocurrir y los daños que puedan ocasionar en la propia estructura, pero nada más”. Segade precisó que Greenpeace “trata de programar en un museo público sin haber pasado por ningún filtro” y “le hemos explicado que hay cauces obviamente muy, muy claros para donar una pieza que pasan por un comité de adquisiciones y unos análisis que se hacen con tiempo sobre el trabajo que se envía. También ahí está la posibilidad de realizar esta acción, que entiendo que para ellos también es artística”.
Desde Greenpeace, en tanto, señalaron que la Policía no iba a subir hasta la obra desplegada y que iba a esperar hasta que finalizara la acción, aunque una grúa con varios agentes ha subido hasta la altura de los escaladores. Aún se desconoce si habrá detenciones, indicó el ABC, luego de que los escaladores procedieran a desmontar la obra momentos tras haberla desplegado.
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