A los 94 años, murió el historiador, escritor y best seller británico Paul Johnson
Publicó más de cincuenta libros, que fueron best seller en las décadas de 1980 y 1990; entre ellos, “La historia de los judíos”, “Historia del cristianismo”, “El nacimiento del mundo moderno 1815-1830″ y “Tiempos modernos”
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El prolífico historiador y periodista británico Paul Johnson murió ayer, a los 94 años, en Londres, luego de una larga enfermedad. Así lo confirmó uno de los hijos del escritor, el periodista Daniel Johnson, en su cuenta de Twitter. “Paul Johnson, escritor y periodista, falleció esta mañana luego de una larga enfermedad a la edad de 94 años -tuiteó Daniel-. Le sobreviven Marigold, sus tres hijos y una hija, diez nietos y cuatro bisnietos. Que brille para él la luz perpetua y que en paz descanse”. Había nacido en Manchester el 2 de noviembre de 1928 y estudió historia en la Universidad de Oxford. Publicó más de cincuenta libros y fue traducido a varios idiomas.
Paul Johnson, author and journalist, died this morning after a long illness at the age of 94. He is survived by Marigold, his three sons and daughter, ten grandchildren and four great grandchildren. May light perpetual shine upon him and may he rest in peace.
— Daniel Johnson (@DanBJohnson) January 12, 2023
Johnson fue un best seller en las décadas de 1980 y 1990, con libros como La historia de los judíos, Historia del cristianismo, El nacimiento del mundo moderno 1815-1830 y Tiempos modernos, entre muchos otros. Católico, conservador y anticomunista, se destacó por su defensa de los gobiernos de Ronald Reagan en Estados Unidos y, en su país, de Margaret Thatcher (a la que asesoró desde 1979 y para quien escribió discursos).
“El problema de los países latinoamericanos bien puede ser considerado como el de ‘las oportunidades perdidas’, más grave, en cierta forma, que el de los países del Este europeo porque no hubo condicionantes externos tan obligatorios -dijo en diálogo con el periodista Germán Sopeña para LA NACION, en 1990-. Quizás el caso límite de la propia Argentina, que había llegado a conocer los beneficios de un sistema de mercado y de integración en la economía mundial y que lo rechazó rotundamente después de la Segunda Guerra Mundial con el gobierno de Perón. Eso produjo un retroceso que a muchos parece increíble dadas las condiciones del país, pero que es un verdadero símbolo de un proceso generalizado en todos los países latinoamericanos”. Sus predicciones sobre el fenómeno del fundamentalismo islámico no fueron acertadas; en ese entonces, Johnson las juzgó apenas “un espasmo de corta duración”.
Visitó Buenos Aires en 1998 y dio una conferencia en la Universidad Católica Argentina, donde se manifestó en contra del relativismo moral y la ingeniería genética. “Dios claramente no ha muerto, está vivo, está bien, y vive en el corazón y en la mente de millones de personas”, expresó. “El mundo que habitamos es una combinación enorme y compleja de bien y mal, y todos estamos bajo la compulsión moral de esforzarnos para que la balanza descanse, aunque sea precariamente, del lado del bien. Todos sentimos esta compulsión: ¿por qué? Si no hay Dios, ¿quién o qué nos obliga? ¿Un instinto inherente?”, se preguntaba en una de sus columnas para la revista británica The Spectator, donde colaboró de 1981 a 2009. Consideraba la “teología de la liberación” lisa y llanamente una herejía.
El escritor y periodista Jorge Fernández Díaz halló una fórmula para definirlo: Johnson fue un “conservador atrevido”, por sus posturas políticas y su mirada sobre pensadores y escritores célebres. En los perfiles de Intelectuales, criticó desde el punto de vista moral y político a autores reconocidos como Jean-Jacques Rousseau, Karl Marx, George Orwell y Ernest Hemingway.
Sus opiniones públicas, caracterizadas de iconoclastas, dividieron las aguas en varias ocasiones. Defendió públicamente a Richard Nixon en el escándalo de Watergate, al dictador chileno Augusto Pinochet cuando fue detenido en el Reino Unido a finales de la década de 1990 (en esa ocasión, dijo que las denuncias de violaciones a los derechos humanos en Chile durante el gobierno de Pinochet estaban impulsadas por la Unión Soviética) y al primer ministro británico Tony Blair (”un hombre muy bueno con buenos instintos y muy buenos modales, algo raro en la cima del poder hoy en día”). Cuando acusó al presidente estadounidense Bill Clinton de “mentiroso” (durante el escándalo que protagonizó el mandatario con la pasante Monica Lewinsky), la periodista británica Gloria Stewart reveló que había mantenido con Johnson una relación extramatrimonial de once años (eso no perjudicó su matrimonio con Marigold Hunt). Se burló, en cambio, del gobierno de Nelson Mandela en Sudáfrica y del movimiento feminista. En este enlace se pueden leer varios de sus artículos.
Publicó una columna sobre política, arte, medios de comunicación, entretenimiento y él mismo en The Spectator; también colaboró con el Daily Mail y The Daily Telegraph, y en Estados Unidos, con The New York Times, The Wall Street Journal, National Review y la revista Forbes. En 2006, recibió la Medalla Presidencial de la Libertad de manos del presidente estadounidense George W. Bush, cuyas políticas Johnson había elogiado.
Además de sus libros históricos, escribió novelas, memorias y libros de viajes, arte, arquitectura y religión. Afirmó que era capaz de escribir seis mil palabras por día (tanto sobre la época victoriana, las catedrales británicas y sus viajes como acerca de Sócrates, Isabel I, Napoleón, Jane Austen, su amado G. K. Chesterton, el papa Juan XXIII, Barack Obama, el príncipe Harry y las Spice Girls) y que una de las principales virtudes de un escritor y periodista era ser claro y legible para las mayorías.
En 1994, un grupo de admiradores estadounidenses editó The Quotable Paul Johnson: A Topical Compilation of His Wit, Wisdom, and Satire, donde, en orden alfabético (desde “Abolición” hasta “Sionismo”), se listan conceptos abordados por Johnson en sus libros y artículos. Su padre, William Aloysius Johnson, era artista y él también pintaba y exponía ocasionalmente sus acuarelas. En 2009, gracias a una biografía de Winston Churchill, volvió a figurar en la lista de best sellers en el Reino Unido. “De todas las figuras imponentes del siglo XX, tanto buenas como malas, Churchill fue la más valiosa para la humanidad y también la más simpática”, sostuvo.
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