A los 92 años, murió el escritor, profesor y matemático francés Jacques Roubaud
Integró el célebre grupo literario OuLiPo y fue autor de novelas, poemarios y ensayos sobre literatura medieval francesa, matemática y literatura japonesa antigua; en 2021, obtuvo el Premio Gouncourt de Poesía
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La mañana del jueves, día en que cumplió 92 años, falleció en París el escritor y matemático Jacques Roubaud que, desde 1966, por solicitud de los escritores Raymond Queneau y Georges Perec, integraba el grupo de “literatura restringida” OuLiPo (Ouvroir de Littérature Potentielle o Taller de Literatura Potencial). Había nacido el 5 de diciembre de 1932, en Caluire-et-Cuire. La editorial Gallimard, que publicó gran parte de los libros de Roubaud, confirmó la muerte del escritor, Premio Goncourt de Poesía por el conjunto de su obra en 2021.
Además del Goncourt, obtuvo el en Premio France Culture en 1986, el Gran Premio Nacional de Poesía en 1990 y el Gran Premio de Literatura Paul-Morand de la Academia Francesa en 2008. Se doctoró en matemática y en literatura francesa, en este último caso con una tesis sobre la forma del soneto francés; tuvo a su cargo la antología de sonetos Soleil du soleil.
En el grupo OuLiPo, aplicó su conocimiento como matemático para estudiar las “formas fijas” de la poesía: sonetos, tankas y sextinas. Fue profesor de matemática en la Universidad de París X en Nanterre y luego en Rennes. Su pasión por el estudio de los números tuvo una gran influencia en su obra. En 1981 cofundó con el escritor Paul Braffort (que murió en 2018) un taller de literatura asistida por matemáticas e informática. También fue profesor de poesía en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales.
“A diferencia del lenguaje corriente, en la mayoría de las poesías del mundo, de los relatos, se utilizan mucho los números -dijo en una entrevista con Eduardo Febbro-. La poesía tradicional francesa se apoya en los números. En cada idioma hay números que gustan más que otros. A los japoneses, por ejemplo, no les gustan los números pares. En Francia, por el contrario, hemos tenido una pasión por el 12, un número desechado en España o en Italia. Hay como una suerte de número amado en los idiomas. Profesionalmente, mi vida fue la de un matemático, y, como poeta, muy rápidamente me ocupó la relación entre poesía y número”. Su “familia de números” preferida estaba formada por el 6, el 11, el 14 y el 23.
Autor de más de treinta libros de poesía, narrativa y ensayo, publicó en 1944 su primer poemario (Poésies juvéniles) a los doce años, a instancias del escritor Louis Aragon. En 1952 presentó la antología Voyage du soir. Publicó trabajos sobre héroes novelescos medievales como Perceval y Lancelot, el filósofo David Lewis, la memoria, el grupo de matemáticos franceses Nicolas Bourbaki y el escritor francés nacido en Argelia Paul Bénichou. Fue amigo de Julio Cortázar, al que llamó “maestro de las armas del cuento”.
La mort de Jacques Roubaud est une triste nouvelle. Hortense est en deuil, comme l’Oulipo et la poésie. On lui doit « Le grand incendie de Londres » et de magnifiques traductions dont celle de Qohélet pour la Bible Bayard des écrivains.
— François Moog (@fmoog) December 5, 2024
Un grand homme assurément. pic.twitter.com/46aBlkaN8f
En sus obras de ficción, no se atuvo a las restricciones del Oulipo, pero sí a la extrema autoconciencia oulipiana de la escritura, como pasa en sus novelas de la “trilogía de Hortense”: La bella Hortensia, El exilio de Hortensia y El rapto de Hortensia. Se consideró su novela Le Grand Incendie de Londres el apogeo de su prosa. Coescribió varios libros con Georges Perec.
Reconoció varias influencias en su escritura: la literatura medieval francesa, la poesía juglar, la literatura japonesa antigua, la literatura inglesa, Lewis Carroll, Gerard Manley Hopkins y los poetas estadounidenses del siglo XX. Se desempeñó también como traductor del inglés al francés.
Muchas de sus obras tienen una impronta autobiográfica, en relación con el suicidio de su hermano y con la muerte de su esposa, la fotógrafa canadiense Alix-Cléo, a tres años de la boda, en 1983. Esto se evidencia especialmente en Algo negro (uno de los pocos poemarios suyos publicados en español, junto con Cuarenta poemas). Con el Nobel de Literatura Octavio Paz, Charles Tomlinson y Edoardo Sanguineti, compuso un célebre poema de cuatro estrofas (a Roubaud le tocó escribir la tercera).
“Desde los años cincuenta en adelante, poco sabe el público de otras lenguas de la poesía francesa contemporánea -dice el escritor y traductor Jorge Fondebrider a LA NACION-. Más allá de Yves Bonnefoy, dos poetas dominaron la poesía de ese país durante los últimos setenta años: uno fue Jacques Réda, director de la Nouvelle Revue Française y gran cronista de jazz, que se inclinó por una poesía lírica, de formas fijas, con especial foco en la descripción de las caminatas y ciudades, fundamentalmente sus suburbios; el otro fue Jacques Roubaud, prestigioso matemático que, además de integrar el directorio de la revista Change y de ser parte de OuLiPo, escribió sobre los más variados temas utilizando todo el arsenal retórico de la lengua francesa de todas las épocas. Ambos nonagenarios, murieron este año: Réda en septiembre y Roubaud, este jueves. En el caso de este último, el continuo reordenamiento de su muy dilatada obra, que incluye poemas, ensayos y experimentos narrativos, parece no tener fin. Referencia obligada de la poesía francesa actual, influyó sobre varias generaciones de poetas”.
Fondebrider conoció a Roubaud en 1990, durante un congreso de poetas-traductores en la Abadía de Royaumont, en las afueras de la capital francesa. “Luego lo traduje -cuenta-. En castellano apenas hay disponibles un par de libros suyos. Considerando su importancia, que es realmente mucha, espero que se lo empiece a traducir con mayor frecuencia. Quisiera recomendar La forme d’une ville change plus vite, hélas, que le cœur des humains (1999), que es un inventario de las transformaciones de París a través del tiempo”.
Un poema de Roubaud
Un poco de sociología
158 santos, 33 santas,
papas, 8 cardenales, 11 abates, 3 abadesas, 1 canonesa, 1 cura,
sacerdotes, predicadores,
capuchinos y carmelitas, celestinos, recoletos,
ursulinas, franciscanos,
1 comendador,
príncipes, 3 delfines, 1 princesa, 6 condes, 1 condesa, caballeros, amazonas,
1 Lord
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4 presidentes
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8 mariscales, 64 generales, al menos 14 coroneles, 2 teniente coroneles, 3 comandantes, 8 capitanes, 4 tenientes, 2 suboficiales, 1 cabo,
arcabuseros,
almirantes
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1 agente
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más de 3 jueces
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1 banquero, empresarios, orfebres
1 solo negrero,
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al menos 41 doctores,
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pastores y dos pastoras,
bons-vivants, 2 carniceros, panaderos,
carboneros, cazadores, caleros, vinagreros, 1 panquequero, 1 cubetero, descargadores,
1 cartero, 2 segadores, 1 halconero, granjeros, jardineros, 1 vidriero,
hortelanos, marineros, violinistas populares, molineros, pescaderos, 1 portador de heno, 1 alfarero,
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4 profesores,
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pintores, poetas,
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curiosa, curiosa, esta repartición
de la población
de las calles
de París
Traducción de Jorge Fondebrider
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